Afectados de la polio piden ser reconocidos como víctimas del franquismo

Inmaculada López Varona

Madrid, 11 oct (EFE).- Los afectados por la poliomielitis quieren ser reconocidos, como otros colectivos, en la futura ley de Memoria Democrática, que en su artículo preliminar habla de reconocimiento y reparación para los damnificados y represaliados del franquismo, como ellos se consideran.

En una entrevista con EFE, Javier García, de la dirección nacional de la asociación de discapacitados Cota Cero, afirma que “los niños de la polio son los niños del olvido franquista”.

Aparte de ese reconocimiento y reparación, solicita que se mejore la asistencia sanitaria y el acceso a los productos protésicos para el colectivo, ya que, hasta ahora, han sido “ninguneados y olvidados” y son “acreedores” de esa reparación, que no tenido lugar tampoco en democracia.

La intención de la asociación es ponerse en contacto con todos los grupos parlamentarios para que defiendan sus alegaciones en la tramitación de la ley, cuyo anteproyecto ya fue aprobado por el Consejo de Ministros en septiembre.

“Se trata de justicia social y no de color político”, agrega García, que espera el apoyo de los grupos “en votos”.

Este miércoles ya hablaron con parlamentarios del PP y seguirán con el resto, incluido Vox, a pesar de que ya les ha hecho llegar que consideran la ley “sectorial y parcial”, según García, que añade que de quienes más apoyo confían obtener es del “grupo proponente”, los dos que conforman el Ejecutivo: PSOE y Unidas Podemos.

Le consta que la vicepresidenta Carmen Salvo está recibiendo cartas de “toda España”, en las que le piden que reflexione sobre esta situación “porque nos consideramos víctimas” del franquismo, ya que durante la dictadura no recibieron los cuidados ni las vacunas necesarias para controlar su enfermedad.

García señala que conoce a Calvo, con la que mantiene “muy buena relación”, ambos son cordobeses, y que la vicepresidenta le ha señalado que no habían pensado en ellos como víctimas en el primer borrador, así como que hubo “otros enfermos por negligencia política” durante ese período, pero que, tras hablar con ella, “lo están considerando”.

“Los afectados por la polio -considera- estábamos en una situación irregular y el franquismo lo silenció”.

Cota Cero se constituyó en 2015 como asociación, aunque varios años antes algunos de sus miembros ya habían sido muy activos en denunciar las barreras arquitectónicas y los defectos de accesibilidad de los edificios públicos.

No reciben subvenciones, “ni las deseamos” precisa García, porque así tienen “más libertad de acción” y su financiación corre a cargo de ellos mismos, “que somos de cierta edad” y cuentan con sus pensiones.

Según García, hay cerca de 5.000 personas afectadas por la polio en toda España, aunque no hay un censo oficial, y cifra en unas 30.000 las que sufrieron sus efectos entre 1955 y 1965.

En 1988 se produjo el último caso.

Ha recordado que existía una vacuna, inventada por Jonas Salk en 1955, pero que no llegó a España hasta 1958 y eran “muy onerosas” y de difícil acceso.

“Solo se garantizaban -agrega- a los afines al franquismo y a los pobres de solemnidad, acogidos a la beneficencia”, mientras que el resto de la población no podía acceder, por lo que no se conocían las cifras reales de afectados por la polio que, además de la parálisis, deja otro tipo de secuelas.

A su juicio, solo se tiene constancia de las personas que pasaron por instituciones especializadas, pero hubo “muchísimos más”, especialmente en el año 1958-1959.

La caída en los contagios, aprecia, se produjo en 1963, cuando se empezó a dispensar en España otra vacuna, en este caso descubierta por Albert Sabin, que no necesitaba unas medidas especiales de conservación y dispensación, aunque no fue hasta 1974 cuando las campañas de vacunación contra la polio se hicieron masivas.

Todo ello le hace afirmar que hubo “una negligencia absoluta” de las autoridades, así como falta de responsabilidad y de incumplimiento de la ley de Base de Sanidad nacional, de 1945.

Todo ello consta en el escrito de alegaciones presentado a la ley de Memoria Democrática para ser considerados víctimas, así como la censura existente, que les hizo invisibles porque España se abría al turismo y se quería dar la imagen de un país sano y fuerte, destaca García.

“Nos robaron la niñez -se lamenta-, con numerosas intervenciones quirúrgicas sin consentimiento paterno”, de las que él mismo sufrió 17, “estando meses y meses recluidos e inmovilizados en pulmones de acero y nadie se ha hecho responsable, ni ha pedido perdón”.

“Fueron ”años absolutamente deleznables“, concluye.

Inmaculada López Varona