El “brexit” amenaza al Reino Unido con perder atractivo para los inmigrantes

Las restricciones migratorias que pueden implementarse tras el “brexit”, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), convertirán este país en un destino menos atractivo para los trabajadores extranjeros, especialmente para los menos cualificados, revela un estudio divulgado hoy.

De acuerdo con la investigación “Opciones futuras: enfoques sobre la migración laboral poco cualificada después del 'brexit'”, elaborada por las universidades de Glasgow y Edimburgo, el Reino Unido deberá competir con los países comunitarios así como con otros de habla inglesa como Estados Unidos, Canadá o Australia.

Hasta ahora, el nivel relativamente alto de flexibilidad y seguridad que ofrecían los acuerdos comunitarios actuales, aportaba al Reino Unido una ventaja competitiva sobre terceros países.

Sin embargo, los expertos detectaron, a través de más de 200 entrevistas en profundidad a inmigrantes establecidos en Escocia entre 2014 y 2018, que los cambios en la política migratoria, que acaben con la libertad de movimiento de ciudadanos de la UE, pueden tener efectos significativos en la disponibilidad de trabajadores.

Lo más probable es que parte de ellos, en especial los que realizan empleos de menor remuneración, se vean tentados a elegir otros destinos dentro o fuera de la UE y que los que sigan apostando por el Reino Unido lo hagan para cortos periodos de tiempo.

“Una vez el Reino Unido no esté dentro de la UE, otros países miembros pueden ser más atractivos para los ciudadanos comunitarios así como otros países de habla inglesa, aunque tengan que solicitar un visado, ya que pasará lo mismo en el Reino Unido”, dijo a Efe Rebecca Kay, coautora del estudio.

Esta profesora de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad de Glasgow explicó que, aunque “la gente podrá seguir viniendo, les será mucho más difícil asentarse aquí”, ya que es “mucho menos probable” que decidan quedarse “si no pueden traer a su familia y si no hay garantías de que puedan tener ciertos derechos”.

Kay destacó que se centraron en la situación de los inmigrantes que realizan trabajos de baja cualificación “porque el foco siempre se pone en los inmigrantes cualificados” aunque su número es menor.

La experta se refirió así a la propuesta de la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, acerca de ofrecer exenciones fiscales a “trabajadores altamente cualificados” tras el “brexit”.

“El crecimiento de la población escocesa previsto para los próximos veinte años depende completamente de la llegada y la estancia de inmigrantes”, sostuvo Kay.

El Gobierno escocés defiende que la inmigración sea una competencia descentralizada tras el divorcio con Bruselas, previsto para el 29 de marzo de 2019, para diseñar así su propia política.

Según explicó Kay, el estudio identificó fallos en el diseño de las políticas migratorias porque no cubren las necesidades de sectores clave para la economía o las carencias demográficas de este país, y en particular, de áreas rurales como las de Escocia.

Para esta experta, económicamente Escocia “tiene ciertas particularidades que la diferencian del resto del Reino Unido”.

“Una de ellas es la necesidad de mano de obra extranjera y no solo en el campo de la agricultura, también en el del procesamiento de alimentos, el sector de los cuidados, la hostelería, el turismo y la construcción y todos ellos ya han manifestado su preocupación por la bajada en la llegada de inmigrantes”, precisó.

Cada año, miles de ciudadanos europeos ocupan puestos de alta cualificación, por ejemplo, en el sistema nacional de salud británico (NHS), que depende en gran medida de la contratación de médicos y enfermeros extranjeros y que ya ha aquejado el descenso en su llegada debido, entre otros factores, al “brexit”.

También los empleos de baja cualificación como la recolección de fruta, la mayoría ejercidos por trabajadores de Europa del Este, se han visto afectados por la falta de jornaleros.

Kay recalcó que los responsables de diseñar una nueva política migratoria deben considerar las diversas necesidades de estos trabajadores y las peculiaridades de las regiones británicas.

“El diseño de las políticas tendrá un impacto tanto en nuestra capacidad de atraer trabajadores migrantes como en los tipos de migrantes que están dispuestos a venir y establecerse en nuestro país”, destacó.