Tres toques de tararú anuncian el Prendimiento de Jesús traicionado por Judas

Tres golpes de vara en la puerta de la iglesia de San Miguel intercalados con otros tres toques de taratú han anunciado, como cada Martes Santos, el Prendimiento de Jesús traicionado por Judas, en uno de los momentos más singulares, íntimos y solemnes de la Semana Santa de Palencia, declarada de Interés Turístico Internacional.

Bajo la torre campanario del templo, que asemeja más la torre de un castillo que de una iglesia y que mira al río Carrión desde hace más de ocho siglos, se ha desarrollado un año mas el acto del Prendimiento, que hasta 2013 se celebraba en la Catedral de Palencia y que organizan conjuntamente la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Archicofradía de Jesús de Medinaceli.

Cientos de personas esperaban impacientes en la plaza de San Miguel la llegada de los hermanos de Jesús Nazareno para prender a Jesús, recreando uno de los momentos más singulares, íntimos y solemnes de la Semana Santa palentina, de Interés Turístico Internacional desde 2012.

Una hora antes, a las ocho de la tarde, la comitiva de hermanos nazarenos partía de la Capilla de Jesús Nazareno acompañando al paso de La Traición de Judas, un conjunto moderno formado por las figuras de Judas y Jesús, obra de Carlos Guerra del Moral, uno de los imagineros más conocidos en la Andalucía actual.

Sobre una carroza de madera, adornada con unos medallones con las representaciones de las catorce escenas del Viacrucis, Jesús y Judas han avanzado en silencio al compás que marcaba la Banda de Cornetas y tambores de la Cofradía de Jesús Nazareno.

Con la llegada de las cofradías a San Miguel se ha producido el saludo de estandartes, una de las singularidades de la Semana Santa Palentina, en la que las nueve cofradías participan en todos los desfiles procesionales.

Y allí ha tenido lugar el acto del Prendimiento, que ha comenzado con la lectura del pasaje evangélico de la traición de Judas a cargo de tres narradores, entre ellos el párroco de San Miguel, Fernando Salomón.

Ha sido a la orden de “Prendedle” cuando un hermano nazareno ha dado tres golpes secos con la vara en la puerta del templo intercalados con otros tres toques de taratú.

Se ha hecho entonces el silencio, mientras se abría la puerta en respuesta a la llamada del hermano, y comenzaba a sonar el himno de Medinaceli a la vez que de su interior salía la carroza de Cristo de Medinaceli, una talla del siglo XVII de autor anónimo, escoltada por los hermanos de su cofradía.

Este acto, que representa la captura de Jesucristo en el Huerto de los Olivos, ha concluido con la colocación de unos grilletes a los pies del Nazareno, como símbolo de su cautiverio, mientras la imagen de la Traición de Judas y un hermano portando una corona de espinas permanecían inmóviles justo enfrente.

Finalizado el acto del Prendimiento ha dado comienzo la procesión que ha recorrido las calles mas céntricas de Palencia, donde ha sido seguida por numerosos palentinos, hasta llegar a la plaza de San Pablo, donde tras algunas oraciones la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía ha puesto fin a la procesión.

Después los cofrades de Medinaceli han acompañado al Cristo hasta la Iglesia de San Miguel donde se le venera el resto del año y especialmente en el primer viernes de Marzo, cuando el templo se llena de visitantes que se acercan a la capilla donde está la imagen y besan el cordón dorado que sujeta en sus manos.