Los archivos municipales salen a la calle a por la memoria del confinamiento

Los archivos municipales quieren preservar la memoria del confinamiento y se han lanzado a una campaña para recoger el testimonio de los ciudadanos y que sean ellos quienes, con sus cámaras o sus teléfonos móviles, dejen a las generaciones venideras el legado gráfico de más de dos meses de estado de alarma.

A unos días de que se celebre el día internacional de los archivos (el próximo 9 de junio) y en un escenario marcado por la pandemia, los archiveros reivindican que la memoria se construya también con los documentos populares, no sólo con los textos administrativos y oficiales, y con ese objetivo se han resuelto a hacer historia.

En declaraciones a Efe, el archivero del Ayuntamiento de Leganés (Madrid), Eugenio Villarreal, que se sumó inmediatamente a esta iniciativa que nació en el archivo municipal de Málaga, explica que la idea es construir un legado histórico en el que abundan las fotos pero que está abierto a narraciones y reflexiones de los ciudadanos, expresadas en escritos o en archivos de sonido.

En Madrid, los municipios de Leganés, Rivasvaciamadrid, Arganda, Morazarzal o El Molar son algunos de los que se han sumado a este proyecto, que surgió en el archivo municipal de Málaga y que ha tenido eco en la ciudad condal, en Castedelfels (Barcelona) y en Torre-Pacheco (Murcia), entre otros.

También la asociación de archivos de Cataluña ha lanzado instrucciones a sus ayuntamientos para que se sumen al proyecto.

“A fecha de hoy, con más de dos meses y medio de confinamiento hemos recibido más de 2.000 imágenes fotográficas y 200 vídeos y testimonios orales de los vecinos” explica el archivero de Leganés que refiere la emotividad de las instantáneas que van desde los espacios vacíos hasta las imágenes abstractas que quieren manifestar las sensaciones del confinamiento.

Pero, además, dice, las fotografías relatan una trayectoria que revuelve los recuerdos desde los espacios desiertos, a las castigadas residencias geriátricas y a los hospitales donde incluso los sanitarios se han convertido en fotógrafos cuasi profesionales para relatar el día a día.

También los niños, sus dibujos de ánimo a los trabajadores sanitarios a los empleados de la limpieza y sus arcos iris que representaban la esperanza tendrán un hueco en los fondos que construyen estos archiveros.

“Rotundo éxito”. Así define el archivero de Leganés una idea que ha corrido por Twitter, Instagram y Facebook y de la que ahora recogen los frutos.

De momento, en el archivo de Leganés no dan abasto colgando fotos en su portal en internet y en la que van recopilando “de todo” porque la creatividad de los ciudadanos es sorprendente y estas fotos y vídeos convierten a una institución como los archivos en garante del sistema democrático, en un contexto de crisis.

También la Fundación Felipe González, que ha publicitado esta iniciativa, se suma a revindicar este espíritu de los archivos porque la “memoria de todos se construye con documentos populares”.

En el presente estos documentos (fotos o vídeos) se miran sin darles importancia, dicen desde la Fundación, que subraya el valor que adquieren con el tiempo cuando “tomamos distancia”.

Y en este contexto de pandemia recuerdan que instituciones como el Centro de Información Documental de Archivos ha recopilado información sobre investigaciones pioneras en medicina y la UNESCO a través del programa Memoria del Mundo ha expresado su apoyo a los Estados miembros e instituciones que quieran preservar el patrimonio documental de la pandemia del COVID-19.

Begoña Fernández