El 75 % de los asalariados teme no encontrar trabajo si pierde el actual

El 75,6 % de los trabajadores asalariados está preocupado por no encontrar trabajo si se diese el caso de que perdiera el actual, según la encuesta “Condiciones de trabajo, inseguridad y salud en el contexto del COVID-19”.

Según el estudio, realizado por CCOO y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) a partir de las respuestas de 20.328 trabajadores, el 69,7 % manifiesta además sentir preocupación por la disminución de su salarios.

En relación a estos porcentajes, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha destacado en rueda de prensa la “gran percepción de riesgo” que viven los trabajadores actualmente, por lo que ha expresado “la necesidad de acotar esa incertidumbre”, a través de una revisión urgente de las posibilidades de reducción salarial unilateral que tienen las empresas.

Asimismo, un 68 % de los encuestados manifiesta estar preocupado por la posibilidad de contraer COVID-19 en el trabajo, mientras que el 72,3 % teme convertirse en vector de contagio.

El epidemiólogo e investigador de CCOO, Salvador Moncada, ha apuntado que a las inseguridades que ya tenían muchos trabajadores se ha añadido una nueva con el coronavirus, en tanto que además hay un 36 % que considera que su salud ha empeorado durante la pandemia.

El 37,8 % de los encuestados declara haber acudido a su puesto de trabajo durante el estado de alarma, de los que un 13,1 % reconoce haberlo hecho con síntomas compatibles con la COVID-19.

En ese sentido, el porcentaje de trabajadores que han ido a trabajar con síntomas es casi el doble entre aquellos cuyos salarios únicamente les permiten cubrir las necesidades del hogar “algunas veces” (18,2 %) que entre los que pueden hacerlo siempre o muchas veces (10,5 %).

Así, el profesor de la Facultad de Medicina de la UAB, Albert Navarro, ha aseverado que “los ejes de desigualdad del mercado laboral no solo se han mantenido, sino que en muchos casos han aumentado”.

Por ocupaciones, el porcentaje de auxiliares de enfermería que fueron a trabajar con síntomas, un 25,7 %, es mucho mayor a la media, siendo el porcentaje también alto entre el personal de geriatría (23,1 %), el de enfermería (23 %), el personal de tiendas de alimentación y productos básicos (17,2 %) y el personal de limpieza (16, 4 %).

El estudio destaca también que un 70 % de los asalariados asegura haber ido a trabajar sin medidas de protección, porcentaje que es mayor en los sectores esenciales (73,5 %) y en los de atención al público (78,1 %), lo que para Sordo es prueba de “la evidente falta de medios de prevención en empresas y organizaciones”.

Por otra parte, la media de personas que trabajan en condiciones de “alta tensión”, es decir, aquellas en las que el trabajador tiene altas exigencias y poco control sobre su trabajo, se ha duplicado respecto a encuestas anteriores (44,3 %), lo que para Sordo es un “elemento de prueba del estrecho vínculo entre salud pública y salud laboral”.

Por ello, Sordo ha reclamado que se reformulen los preceptos por los que se rige la salud laboral y ha expresado la necesidad de que el sistema sanitario se mejore de manera dual, a través de la sanidad pública y a través de la salud laboral.

Moncada ha denunciado que la alta tensión en el trabajo, que provoca el 5 % de las enfermedades cardiovasculares y el 20 % de los trastornos mentales, es producto de una organización del trabajo “autoritaria, arcaica y absolutamente desfasada”.