Cuatro bebés muertos por tosferina desde septiembre

La muerte de un bebé de un mes y diez días por tosferina en el Hospital Universitario de la Paz de Madrid ha elevado a cuatro los lactantes fallecidos desde el pasado mes de septiembre por esta enfermedad infecciosa del aparato respiratorio.

Antes del fallecimiento de este pequeño, otros dos bebés murieron en el mes de octubre, uno de quince días en Málaga y otro de dos meses y medio en Cuenca, mientras que en septiembre otro de casi dos meses perdió la vida en Sevilla.

Otro bebé que está ingresado por esta enfermedad desde el 16 de noviembre en la UCI pediátrica del Hospital Virgen de la Salud de Toledo ha pasado a planta, tras haber respondido favorablemente al tratamiento prescrito por los médicos.

Fuentes del Ministerio de Sanidad han señalado a Efe que hasta el momento las cifras de bebés fallecidos por tosferina no son distintas a las de otros años por lo que han querido mandar un mensaje de tranquilidad.

La tosferina es una enfermedad que cursa sin complicaciones en los adultos, en los que se puede confundir con un simple catarro, pero que, en los bebés que aún no están vacunados -los menores de 2 meses- puede ser mortal.

Casi la totalidad de las CCAA han anunciado ya su decisión de vacunar a las embarazadas contra la tosferina tras las últimas muertes de bebés.

En junio de este año, la Ponencia Técnica de Vacunas -en la que están representadas tanto las CCAA como el Ministerio de Sanidad- elaboró un documento en el que recomendaba la vacunación de las gestantes debido a los “alarmantes datos de incidencia” de la tosferina en menores de tres meses, que puede llegar hasta los 600 casos por cada 100.000 niños.

El departamento que dirige Alfonso Alonso anunció el pasado 18 de noviembre la compra de 60.000 unidades de esta vacuna que, además de a las embarazadas se administra como dosis recuerdo a los niños de 6 años, y de la que había problemas de abastecimiento.

Las vacunas han comenzado ya a repartirse entre las CCAA y el ministro Alfonso Alonso, anunció que Sanidad adquiriría nuevas dosis en función de “las necesidades que pudiera haber mes a mes”, para disponer de suministro “para todas” las embarazadas y niños.