El CICR pide no prolongar la ayuda de emergencia a los rohinyás para evitar la dependencia

El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, pidió hoy no prolongar “demasiado” la ayuda de emergencia a los cerca de 700.000 rohinyás llegados a Bangladesh desde agosto para evitar crear una situación de “dependencia”.

“Nuestra experiencia mundial es que no debemos prolongar la ayuda de subsistencia y emergencia para no quitar el poder a la gente, empujándoles a una dependencia prolongada”, dijo en rueda de prensa en Dacca Maurer, que hoy termina una visita de cuatro días al país.

“Tendremos que reflexionar junto a las autoridades en Birmania (Myanmar) y Bangladesh cómo diseñar los trabajos humanitarios en los próximos meses y años de modo que los desplazados puedan volver a una vida productiva con actividades económicas sostenibles”, agregó.

El presidente del CICR recordó que la de los rohinyás es una de las mayores crisis humanitarias del mundo y anotó que las operaciones del comité en la región suroriental bangladeshí de Cox's Bazar y el estado occidental birmano de Rakáin suponen su quinta actividad mundial por magnitud, sólo por detrás de Oriente Medio.

En este sentido, precisó que si bien en el lado bangladeshí trabajan junto a las agencias de la ONU y otras ONG, son de las únicas organizaciones activas en Rakáin, donde están tratando de aprovechar el parón de las últimas semanas en la violencia para evitar más desplazamientos y buscar perspectivas de futuro.

En cuanto a la repatriación de los miembros de esta minoría musulmana a Birmania, Maurer consideró que las comunidades y aldeas birmanas no están todavía estructural y económicamente preparadas para recibir grandes cantidades de rohinyás.

Destacó también como punto importante del proceso de repatriación los derechos de esta comunidad, algo que, a su juicio, debe ser debatido “políticamente”.

“Cuando hablé con los refugiados en los campamentos en Bangladesh no tuve ningún indicio de que quieran volver, de que estén dispuestos a retornar a no ser que se respete sus derechos”, concluyó el presidente de CICR.

La presión internacional llevó a Birmania y Bangladesh a firmar un acuerdo el pasado 23 de noviembre para la repatriación de miembros de la minoría rohinyá, por el que los refugiados que llegaron a Bangladesh comenzarían a regresar el 23 de enero.

Sin embargo, siete meses después de la firma del acuerdo, el proceso formal de repatriación aún no ha comenzado.

La ONU, a principios del mes pasado, también firmó un acuerdo con Birmania para tratar de allanar el camino para que sean reconocidos los derechos de esta comunidad.