La coalición de gobierno en Alemania acuerda una ley de integración para inmigrantes

Los partidos de la coalición de gobierno liderada por la canciller alemana Angela Merkel acordaron hoy después de meses de disputa en torno a la política de refugiados una ley de integración con medidas para facilitar la inserción de los inmigrantes, pero también sanciones para los que rehúsan integrarse.

El objetivo es “fomentar con medidas públicas la integración en la sociedad y en el mercado laboral de las personas que llegan a nuestro país, pero al mismo tiempo exigir esfuerzos propios” por parte de los inmigrantes, revela un documento con los puntos clave del acuerdo difundido esta mañana.

Las cúpulas de la Unión de cristianodemócratas (CDU) y socialcristianos bávaros (CSU) liderada por Merkel y de los socialdemócratas (SPD) acordaron imponer sanciones a aquellos inmigrantes de asilo con derecho a prestaciones que rehúsen participar en las medidas de integración ofertadas.

Así, el rechazo o la interrupción de estas medidas sin una razón de peso tendrá como consecuencia un recorte de las prestaciones, al igual que si existe una demostrable conducta indebida por parte del solicitante de asilo.

Asimismo, en caso de delito, el derecho de asilo puede ser anulado.

Por otra parte y para evitar la segregación social, las personas con derecho a permanecer en el país serán repartidos de forma proporcional por todo el territorio alemán.

En este sentido, “las infracciones en relación con el lugar de residencia asignado tendrá consecuencias palpables para el afectado”, agrega el documento.

La ley prevista impondrá además la asistencia a cursos de integración, que hasta el momento no eran obligatorios para aquellas personas capaces de hacerse entender con conocimientos mínimos de alemán.

No obstante, los socios de gobierno consideran que esto no es suficiente para desempeñarse en un puesto de trabajo ni para obtener un permiso de residencia permanente.

Además, los cursos de orientación serán ampliados con contenidos referentes a los valores de la sociedad alemana y pasarán de 60 a tener cien unidades lectivas.

Así, el interesado sólo obtendrá un permiso de residencia permanente si puede demostrar de forma fehaciente haber realizado esfuerzos para su integración, que se podrán ver reflejados en su conocimiento del alemán, su formación o por disponer de un empleo.

Por otra parte, está previsto crear 100.000 “oportunidades de trabajo” adicionales subvencionados con fondos públicos con el objetivo de acercar a los peticionarios de asilo al mercado laboral y ofrecerles una actividad mientras se procesa su solicitud.

Los solicitantes de asilo procedentes de países de origen seguro quedarán excluidos de estas medidas ya que el objetivo en su caso es una pronta repatriación.

Además, durante tres años se renunciará en el caso de peticionarios de asilo y personas con una autorización de estancia tolerada al derecho prioritario de un ciudadano alemán o europeo a recibir una oferta de trabajo.

Los puntos clave del acuerdo serán abordados el próximo día 22 en el marco de una conferencia de los jefes de gobierno de los estados federados y el proyecto de ley será decidido en un congreso del gobierno el 24 de mayo.

El presidente del grupo parlamentario socialdemócrata, Thomas Oppermann, celebraba esta madrugada el acuerdo entre las cúpulas de la coalición de gobierno con un mensaje en Twitter en el que recordaba que “50 años después de comenzar la inmigración, Alemania contará ahora con una ley de integración”.