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La depresión de Bruce Springsteen pone cara a uno de los trastornos peor diagnosticados

Bruce Springsteen habla sobre su depresión en su autobiografía

Teguayco Pinto

“El rock ha sido mi terapia contra la depresión”. Bruce Springsteen reconoció hace un tiempo que durante toda su vida ha estado luchando contra la depresión. En la presentación de su autobiografía, Born to Run, The Boss ha vuelto a ahondar en los problemas mentales de su pasado. Unos problemas que siguen estando estigmatizados y para los que a menudo no se da una respuesta adecuada.

La enfermedad que ha sufrido el músico de Nueva Jersey a lo largo de su vida no es algo poco común. Según la Organización Mundial de la Salud, es el trastorno mental más frecuente y se calcula que afecta a unos 350 millones de personas en todo el mundo (de un total de 7.000 millones), siendo la principal causa mundial de discapacidad.

Springsteen reconoce en su libro que ha vivido con una depresión desde que era un niño, aunque no acudió a terapia hasta casi los 40, algo habitual en muchos trastornos mentales que, aún hoy, siguen teniendo un importante estigma. Pero la realidad es que, incluso cuando acuden a recibir atención médica, ésta no siempre es adecuada y en muchos países, como España, la atención primaria relativa a trastornos mentales es claramente insuficiente. 

Según la OMS, los obstáculos más habituales son “la falta de recursos y de personal sanitario capacitados, además de la estigmatización de los trastornos mentales y la evaluación clínica inexacta”. Esa situación se da en países de todo tipo de ingresos, donde las personas con depresión a menudo no son correctamente diagnosticadas, mientras que otras que en realidad no padecen ningún trastorno son tratadas con antidepresivos, alerta el organismo.

“Dos de cada tres casos de depresión y ansiedad están tratados por médicos de atención primaria, que tienen pocos conocimientos específicos y disponen de poco tiempo para hacer una evaluación adecuada o para realizar medidas de cribado”, explica a eldiario.es Antonio Cano, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés y profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

“El porcentaje de acierto con respecto al estándar de oro, que es la entrevista realizada por un especialista, es solo de un 20%, es decir que solo se acierta en uno de cada cinco casos”, asegura este psicólogo.

Un trastorno emocional

El estado depresivo es esencialmente un trastorno emocional que está caracterizado por varios síntomas, como la tristeza persistente, la apatía, la desesperanza, etc. Sin embargo, no todas las personas que sufren este tipo de trastorno padecen los mismos síntomas y su gravedad, frecuencia y duración pueden variar según la persona. “Si todos estos síntomas, que pueden ser normales en un estado de duelo, se dan en unos niveles más altos y durante un periodo prolongado, se puede decir que uno está un estado depresivo”, explica Cano.

Aunque a día de hoy sigue habiendo muchas lagunas en el conocimiento sobre los mecanismos de la depresión, algunas investigaciones indican que las enfermedades depresivas son trastornos del cerebro. Aún así, no existe consenso científico al respecto y lo único que se puede decir es que no existe una causa única conocida de la depresión, sino que esta parece ser el resultado de una combinación de factores psicológicos, genéticos y bioquímicos.

“No lo sabemos todo sobre la depresión, pero sí que conocemos algunos factores de riesgo”, explica Cano. Entre los múltiples factores que pueden afectar, este psicólogo destaca los psicosociales, como el desempleo, y recuerda que “se ha observado que con la crisis económica han aumentado las consultas por depresión en atención primaria y que hasta un 9% estaban relacionados con perdida de empleo, desahucios, etc”.

¿Por qué se da también en personas acomodadas?

Estos factores de riesgo hacen que a menudo algunas personas asuman que la depresión es algo asociado simplemente a la mala situación económica o familiar, con lo que resulta más difícil entenderlo en el caso de alguien relativamente acomodado como Springsteen. Sin embargo, Cano señala que “se pueden trazar muchísimos perfiles diferentes de personas que han conseguido lo que quieren y aún así entran en una depresión”.

“Hay muchos casos de personas que no tienen problemas económicos, ni psicosociales, que incluso tienen una familia unida y un trabajo que les gusta, pero aun así pueden caer en un estado depresivo, porque no hay que olvidar que hay muchos factores en juego”, explica Cano. “Hay personas, por ejemplo, que son muy perfeccionistas en su trabajo y que les va muy bien, pero que entran en una dinámica en la que no descansan lo suficiente. Son personas que pueden llegar a explotar, se podría decir que llegan a morir de éxito”, asegura este psicólogo.

La depresión heredada

Entre los factores de riesgo también pueden estar los familiares. Springsteen habla en su biografía del trastorno que ha sufrido y que, según él, heredó de su padre, algo que en cierta medida puede ser cierto. “La depresión tiene componentes que están relacionados con nuestros antepasados, con lo que los hijos con padres que han sufrido depresión tienen más probabilidades de desarrollarla”, explica Cano. 

Algunos tipos de depresión tienden a transmitirse de generación en generación, lo que sugiere una relación genética. Aún así, este psicólogo aclara que “es difícil separar lo genético de lo aprendido, porque a menudo suceden las dos cosas”. En cualquier caso, Cano insiste en que existen programas preventivos eficaces para hijos de padres con depresión. “No estamos condenados a sufrir lo que han sufrido nuestros padres, pues estamos ante un factor de riesgo prevenible”, asegura.

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