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El deterioro de la economía aviva la incertidumbre en la sociedad argentina

El deterioro de la economía aviva la incertidumbre en la sociedad argentina

EFE

Buenos Aires —

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La sociedad argentina vive con una creciente incertidumbre el deterioro de la situación económica, que lleva a muchos a recordar las crisis recientes y a poner a salvo sus ahorros por una inflación que escala en paralelo a la desconfianza.

En una semana en la que el peso argentino se ha desplomado un 21 % -un 34 % en el mes- frente al dólar estadounidense, el asunto se apoderó de los platós de televisión y las conversaciones callejeras, en un país donde la cotización del billete verde se suele utilizar para medir la temperatura de la economía y es seguida al minuto como si se tratara de un partido de fútbol.

En el centro de Buenos Aires, donde trombas de gente transitan mirando de reojo las pantallas de las casas de cambio, se encuentran opiniones que van desde el desánimo y el enfado hasta la resignación, e incluso las de quienes creen que las estrecheces del momento son necesarias para dejar atrás los problemas económicos que vuelven cíclicamente.

“Me siento en caída libre. Siento que estoy cayendo y cayendo, y que debajo no hay absolutamente nada para asegurarme”, se desahogó Miguel, un “porteño orgullosamente nacido en esta ciudad”, de 50 años.

Las preocupaciones de Miguel, muy crítico con el Gobierno, se resumen en una pregunta: “¿Por qué si antes el país estaba mal yo llegaba a fin de mes, y ahora que el país está yendo por el buen camino no me alcanza la plata para nada?”.

Aunque ironizó con sus posibilidades económicas (“¿Ahorrar? ¿Qué es esa palabra?”), Miguel relató a Efe una de las costumbres que ha dejado en Argentina su turbulento pasado económico: “Después de lo que pasó en el 2001 con el corralito bancario no confío más en los bancos y cuando puedo ahorro en dólares, o en euros, en una moneda fuerte”.

En el corazón de la “City” de Buenos Aires no faltan quienes, aun haciendo cola, quieren expresar su opinión frente al micrófono.

Ulises, un jubilado que admitió que su pensión le permite que “no le afecte demasiado” la situación económica, le restó importancia a la misma: “Tengo 76 años y desde que tengo uso de razón en Argentina toda la vida se hizo eso (ahorrar en dólares), no hay ningún misterio, y me parece que hubo épocas muchísimo peores a esta”.

Preguntado sobre cómo sobrelleva la inflación, Ulises citó a Bernardo Neustadt, un conocido periodista fallecido en 2008: “'Si esto que sucede en Argentina hoy, les sucede en cualquier país de Europa, se mueren todos de un síncope'. Revientan del corazón. Y acá nosotros estamos acostumbrados. Es una rutina de toda la vida, y tengo 76 años. Es triste pero es así”.

Pero el constante avance de los precios, que se ven disparados por cada nueva subida del dólar, no cae igual en todos los hogares. “Es una locura, no se mantiene estable, aumenta todo, no se puede vivir”, lamentó Melisa, una madre de 27 años.

La mujer, que ve “imposible” ahorrar en dólares y solo puede “comprar al día”, expuso una desconfianza muy frecuente en Argentina, un país con niveles de bancarización muy bajos: “Tengo el dinero en casa, en el banco no. Tenemos miedo a la crisis, la vuelta del 2001. No, no es confiable el banco”.

Inés, una enfermera de 26 años, se mostró “indignada” por la marcha de la economía, porque “cada dos por tres hay despidos” y ella “nunca puede llegar a fin de mes” y se ve obligada a hacer “malabares con la plata”.

“Aumenta todo y tanto a mí como al resto de Argentina se le hace bastante difícil pagar. No se puede vivir así”, opinó Inés, que no cree que la coyuntura vaya a mejorar en el futuro, y también reconoció que no confía “en el banco porque últimamente puede haber estafas” y prefiere “guardar el dinero ella misma”.

Sin embargo, Gustavo, un uruguayo de 55 años que vive en Buenos Aires desde hace tiempo, afirmó sobre el empeoramiento del panorama económico: “No estoy para nada pendiente de eso, es algo más de la economía y un parámetro que uno puede tener en cuenta, pero la verdad es que vivo tranquilo”.

Y es que la percepción de la economía se mezcla con las opiniones políticas, lo que lleva a algunos ciudadanos a tener una visión apocalíptica y a Gustavo, en cambio, a estar “convencidísimo” de que la situación va a mejorar. “Lo importante es que el kirchnerismo no vuelva nunca más en la historia de la Argentina”, recalcó.

En la misma línea, Marta Maceo, una “argentina y muy orgullosa” de 74 años, expuso su razonamiento: “Nosotros somos gente grande, ya hemos pasado muchas cosas malas. Una subida del dólar como en este momento a nosotros no creo que nos vaya a afectar mucho, porque pasamos doce años con la señora Cristina Fernández y lo vamos a superar, por supuesto”.

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