Encuentran en una iglesia de León una mano que atribuyen a San Ildefonso

La revista de la Asociación “Promonumenta” presentará este sábado en Madrid el estudio del responsable del Museo de la Catedral de León, Máximo Gómez, en el que asegura que hay “muchas coincidencias” que hacen pensar que los huesos de una mano hallados en León se corresponderían con la de San Ildefonso.

Máximo Gómez, delegado diocesano de San Isidoro, encontró hace dos años en un mueble de la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Mercado, en la capital leonesa, un relicario en forma de “esculturita” que, en un primer momento, pasó desapercibida, porque “estaba de purpurina y afeada”.

Con un análisis más exhaustivo descubrió que el relicario, de cobre fundido dorado a fuego, data de la época bajo medieval y presentaba en su parte inferior una “tapa de otro tipo de cobre”, ha explicado en declaraciones a Efe.

En su interior, halló tres telas de un altísimo valor histórico y artístico que contenían los huesos del carpo y el metacarpo de una mano.

Una de ellas es de finales del siglo VI o principios del VII, lo que se correspondería con la época de San Ildefonso, que fue obispo de Toledo entre el año 657 y el año 667, cuando falleció, por lo que no descarta que ese paño sea parte del sudario en el que se envolvió el cuerpo.

Las otras dos telas son del siglo XIII, lo que consolidaría la teoría de Máximo Gómez, ya que se corresponde con el reinado de Alfonso X, momento en el que se encontró el arca con los restos de San Ildefonso y San Atilano, trasladados a la iglesia de San Pedro de Zamora cuando los musulmanes conquistaron la península.

También se hallaba dentro del relicario una medalla y una cruz, que le tiene “desconcertado”, así como un documento que certificaría la correspondencia de los restos con este santo.

Con este material, investigó la documentación que se encuentra en la iglesia de Nuestra Señora del Mercado, propiedad de una extinta cofradía, la de San Ildefonso, que tenía sede en esta parroquia, y que desapareció en el siglo XIX, a buen seguro como efecto de la desamortización de bienes.

En esos textos consta un inventario de los elementos que se hallaron en el interior del relicario, aunque con varios errores, lo que sería un indicativo de que, a pesar de mantenerlo en propiedad, los responsables de aquella cofradía “no visualizaron el interior de la reliquia”.

No obstante, también está documentado en esos libros que la mano se correspondía con San Ildefonso, uno de los padres de la Iglesia.

“Se dan demasiadas coincidencias, pero lo que hago es apuntar a esa idea”, ha señalado Gómez, que además, ha recordado que en el momento en el que se encontró en Zamora el arca con los restos 400 años después de la muerte del santo, el rey Alfonso X tuvo como secretarios a los obispos de Zamora y de León.

Cabría, por tanto, la posibilidad de que se hiciera entrega de alguna reliquia a la diócesis leonesa, en un momento en el que, además, se comenzaba en la Catedral de León a construir la capilla y las vidrieras, precisamente, en honor a San Ildefonso.

Además, por un documento muy posterior, del siglo XVII, se tiene constancia de la entrega a Toledo por parte del obispo de Zamora, Juan Astorga del Castillo, de un hueso del brazo derecho.

“Parece ser que ya no existía la mano derecha, que es la que podríamos tener aquí, eso sí, entre el misterio y la nebulosa que siempre hay en torno a las reliquias”, comenta el responsable del Museo de la Catedral de León.

“Es otra coincidencia, pero es difícil que, viendo el historial de vigilancia de San Ildefonso al que le sometieron los zamoranos, y después de sus pleitos con Toledo e incluso con Roma, esas reliquias pudieran ser trasladadas a León después del siglo XIII”, explica Gómez.

Eso sí, reconoce que, en este sentido, “quién lo trajo o cómo no se sabe y quizá no se sepa nunca”, mientras que, tras los históricos intentos de Toledo por reclamar la propiedad de los restos, es la iglesia de San Pedro de Zamora la que los custodia actualmente.

Ahora, el Salón del Torreón del Museo de la Catedral alberga en exposición este singular hallazgo, que se seguirá investigando.