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¿Qué te puede enseñar padecer una enfermedad como la esclerosis múltiple?

Yolanda (drcha.) y su hija Carlota.

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Era la enfermedad que ocultó y luego casi le cuesta el puesto al presidente en la ficción de EEUU, Joshua Bartlet en la icónica serie de televisión El ala oeste de la casa blanca que está a punto de cumplir 20 años. La esclerosis múltiple se hacía –sin que existiera ese término aún– en viral. Más allá de ese empujón a la visibilidad de la patología, cada día se diagnostican cinco casos nuevos en España.

A Yolanda Forniés se la detectaron “de la manera más tonta”, cuenta. Fue algo bastante tardío “como hace seis años. La tengo desde hace mucho pero me enteré tarde”, relata. “Lo sabemos porque la enfermedad va dejando lesiones en el cerebro y cuando me la diagnosticaron se comprobó que tenía muchas de esas”. La cosa fue que  “había tenido un fin de semana muy liado, con celebraciones…unos días de mucho tacón. Y al levantarme noté las piernas dormidas pero no le di importancia. Pero luego, al  ducharme, me di cuenta de que no sentía ni el calor ni el frío del agua. Así que llamé a mi hermano que es médico y cuando se lo conté me dijo: ”Vete inmediatamente al hospital“. Y me fui yo sola y sin ayuda. Y nada más llegué, me dijeron que me quedaba ingresada. Así fue”.

El relato de Yolanda es algo poco frecuente ya que la mayoría de los 47.000 casos españoles se diagnostican en personas más jóvenes “entre los 20 y los 40 años”, según la Asociación Española de Esclerosis Múltiple. Esta organización reclama habitualmente que se facilite el acceso a los medicamentos a los enfermos. Sin embargo, Yolanda cuenta cómo en esta ocasión, le han pedido que piense “¿qué le puedo agradecer a la enfermedad? Me pareció fuerte. Tengo poco que agradecer a una enfermedad que degenera. Pero, al final he reflexionado y esta patología me ha enseñado a vivir mejor”.

Pararse a pensar

La pregunta había surgido de su propia hija, Carlota –junto a Julio, otro hijo de afectado– y se ha extendido para que más pacientes hagan esa reflexión y la hagan accesible a todos: “Domino mis emociones porque es algo que me afecta directamente. Al ser un enfermedad autoinmune, soy yo quien me la produzco así que lo que haga o no haga influye. De hecho, aparte de la medicina, soy la única que puede hacer algo para mejorar. Las emociones negativas me perjudican mucho. Me ha enseñado a cuidarme. Me ha hecho pararme mucho a pensar”, piensa Yolanda.

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