El acoso escolar “marcará” para el futuro a muchos niños, alertan expertos

El caso de Diego, el menor de once años que el pasado mes de octubre se suicidó en Leganés (Madrid) por un presunto caso de acoso escolar, ha reabierto un problema que parece ir en aumento y que puede provocar que vaya a haber niños “marcados” e incluso generaciones “tocadas” para el futuro.

Lo han advertido a Efe la presidenta de la Asociación Contra el Acoso Escolar (ACAE), Encarna García, y el director de programas de la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR), Benjamín Ballesteros, que han destacado que las nuevas tecnologías y las redes sociales agravan el acoso entre niños y adolescentes.

García, que dice que su asociación recibe cerca de 400 llamadas al mes, ha criticado también la “dejación absoluta” que a su juicio muestran “todos” los partidos políticos y las administraciones educativas respecto al acoso escolar.

Su asociación “lleva llamando quince años a la puerta de los partidos” y “jamás” ha tenido respuestas, ha asegurado la presidenta de ACAE , que sugiere medidas para la prevención del acoso escolar tales como que se “reconozca como un delito, equiparable incluso a la violencia de género”.

Ha reconocido que hay profesores y colegios, “pocos”, que de manera inmediata actúan pero que en la mayoría de los casos la “solución” es cambiar a la víctima de centro.

Encarna García ha puesto como ejemplo extrapolable a toda España cómo se ha enfocado un caso en un centro de Gijón: a una niña sus compañeras -“las acosadoras son más crueles que ellos”- le rajan su cazadora, al final se le cambia de colegio y a sus compañeros se les dice se ha ido a otro porque los padres se han quedado en el paro.

“Mientras se siga funcionando así no se va a parar este problema y habrá generaciones marcadas”, ha argumentado García, quien ha resaltado que los pediatras de la Seguridad Social están “tomando mucha conciencia” sobre el acoso escolar.

Ha pedido que los padres estén muy atentos al día a día de sus hijos, a si al volver del cole dicen que les duele la cabeza o la tripa y a cualquier cambio de su comportamiento.

Por su parte, el experto de ANAR recalca que el acoso escolar “va a más” en las últimas décadas y ha explicado que se refieren a este tema el 7,3 % de las llamadas de orientación especial de adolescentes a esta organización y el 4,3 % de las de adultos o personas del entorno familiar del menor.

“Hay que poner el foco en la prevención”, ha asegurado Ballesteros, quien aboga porque el teléfono de ANAR esté en todos los centros educativos.

“Me duele enormemente pensar que si ese niño (el fallecido en Leganés que iba a un colegio de Villaverde) hubiera llamado al teléfono de ANAR sería uno de tantos casos que estamos salvando”, lamenta, además de augurar que habrá niños “marcados” en el futuro.

Ha recordado que ANAR cuenta con el programa Buentrato, reconocido por Unicef como ejemplo de participación infantil, y por el que forma a los adolescentes como agentes activos contra todo tipo de la violencia para que ayuden a resolver conflictos; “está dando muy buenos resultados”, apunta.