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Unas familias felices vuelven a España tras recibir los salvoconductos para sus bebés en Kiev

Unas familias felices vuelven a España tras recibir los salvoconductos para sus bebés en Kiev

EFE

Kiev —

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La mayor parte de las familias españolas que habían acudido a Ucrania con contratos de gestación subrogada han recibido ya los salvoconductos y libros de familia que les permitirán regresar a España con sus bebés.

“Hoy acudimos al consulado con otra cara. Nos llamaron ayer para citarnos y ya hemos comprado nuestros billetes de vuelta. Hoy mismo nos vamos a España,” comentó hoy a Efe un eufórico Fernando Frontela, quien ya prepara las maletas para volver a su casa en Palencia con su hija Alba, de dos meses.

Sin ocultar su felicidad, fueron llegando escalonadamente a lo largo de la mañana al consulado de España en Kiev, del que salían unos minutos más tarde entre abrazos y felicitaciones.

La emisión de salvoconductos comenzó el martes como solución temporal para aquellas familias que habían iniciado el proceso de nacionalización de los menores. Para ello, habían solicitado el reconocimiento de la paternidad aportando, entre otros documentos, una prueba del ADN realizada en laboratorios homologados.

A otros aún les costaba creérselo y comprobaban la documentación por enésima vez. En la última semana han estado pendientes de las directrices procedentes del Ministerio de Justicia español, que el pasado 17 de febrero anulaba una instrucción de la Dirección General de Registros y del Notariado que facilitaba su salida de Ucrania.

“Con nuestro niño ya en brazos, no estábamos preparados ni económica ni emocionalmente para estos cambios repentinos”, confiesa María José, una malagueña que recurrió a la gestación subrogada tras intentar concebir de forma natural y asistida durante años.

A las puertas del consulado y en el Facebook de la embajada de España figura un aviso que recalca que “aunque todos los casos serán analizados de forma individualizada, no se podrán autorizar ya nuevos expedientes de inscripción de niños nacidos mediante la técnica de gestación subrogada”.

El Gobierno español recuerda que la gestación subrogada, más conocida como “vientres de alquiler”, es una práctica prohibida en España, por lo que desde 2006 lleva desaconsejando el procedimiento.

“Nos preocupa lo que les depara a los que vengan después de nosotros. ¿Qué será de esas familias que ya han firmado contratos de miles de euros y se han embarcado en el proceso?”, dijo Fernando.

Las parejas aún tienen la opción de inscribir al bebé con nacionalidad ucraniana. La denominada “vía ucraniana” implica el registro a través de la administración local y una posterior solicitud de co-adopción por parte de la mujer española.

Las familias temen que esta alternativa sea costosa y pueda tomar más de los tres meses que pueden quedarse en el país sin necesidad de visado.

“El coste emocional supera al económico. Para mí la gestación subrogada nunca fue la primera opción. Pido respeto a todos aquellos que nos juzgan sin conocer lo que hay detrás de cada historia, de cada bebé”, dice María José.

Ella y su marido Antonio tuvieron que pedir préstamos, tirar de sus ahorros y del apoyo familiar para poder hacer su sueño realidad.

En Ucrania operan decenas de agencias que ofrecen sus servicios de gestación subrogada con paquetes que oscilan entre los 40.000 y los 60.000 euros, incluyendo gastos médicos, de alojamiento, servicios de traducción y asistencia legal.

“La otra mamá, como llamo a nuestra madre gestante, es parte de nuestra vida. Nunca olvidaré el momento en que nos vino a ver con el bebé tras el parto”, insiste la malagueña tras haberse despedido de ella entre abrazos a las puertas del consulado.

María José asegura que seguirán en contacto con la madre gestante y que piensa contarle a su hijo cómo vino al mundo en Ucrania.

“Le contaré toda la verdad. No le ocultaré quién le parió y todo lo que hicimos para tenerle”, aseveró.

Por Nadjejda Vicente

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