El Gobierno dice aspirar a que crezca también el empleo estable y de calidad

La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, ha dicho hoy que el Gobierno aspira no sólo “a que el empleo aumente en cantidad, si no también en calidad y que sea estable”.

Durante la inauguración del I Congreso Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, la secretaria de Estado ha dicho que hace muy poco el paro crecía, pero que “a día de hoy se está generando empleo”, si bien la mejora en la cuantía no es suficiente y ha asegurado que “los empleos de calidad son ya nuestra prioridad”.

Los últimos datos del Ministerio de Empleo, muestran que en el mes de septiembre se firmaron 138.543 contratos indefinidos (31.407 más que hace un año) y 1.495.901 contratos temporales (433.747 más).

Entre los contratos indefinidos, 73.202 eran a tiempo completo y 65.341 a tiempo parcial, mientras que entre los temporales, 957.289 fueron a tiempo completo y 538.612, a tiempo parcial; y 20.031 tenían un carácter formativo.

Hidalgo ha asegurado que “la calidad del empleo permite que el mercado de trabajo sea equitativo, justo y funcione mejor”, por lo que ha asegurado que el Gobierno quiere más empleos estables, que proporcionen mayor formación, que permitan una mejor conciliación de trabajo y familia y que doten de seguridad y salud laboral.

En este último aspecto, ha señalado que el Gobierno trabaja en la implantación de una nueva estrategia de seguridad y salud en el trabajo 2014-2020 y ha recordado que mejorar la seguridad laboral es “rentable social y económicamente”.

Por su parte, el presidente de Unesa, Eduardo Montes, que ha participado en la inauguración del acto, ha resaltado los avances que han experimentado las eléctricas a las que representa a lo largo de los años en cuando a seguridad laboral, un ámbito en el que “el objetivo es que no haya ni un sólo accidente con baja”.

Así, ha recordado que el número de accidentes laborales con baja se acercaron a los 3.500 en 1969, mientras que en la actualidad son “casi cero”; mientras que el número de accidentes eléctricos con baja eran 260 en 1980 y, hoy, es “prácticamente cero”.