La 65ª Seminci calienta motores: al 30 % de aforo, al cien por cien de cine

Valladolid, 22 oct (EFE).- La pandemia del coronavirus no ha podido con una Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) que este sábado, con la última película de Isabel Coixet (“Nieva en Benidorm”), abrirá una nueva edición limitada al treinta por ciento de aforo en las salas pero al cien por cien de cine de autor.

A lo largo de sus sesenta y cinco años de historia, la Seminci “ha vivido cambios de regímenes, crisis políticas y sociales, y ahora queremos que supere los efectos de la covid-19”, ha explicado este jueves el director del certamen, Javier Angulo, al frente del mismo desde 2008.

Con el lema “el cine resiste”, Angulo ha realizado un llamamiento a todos los espectadores para que llenen las salas en el aforo máximo permitido por las autoridades sanitarias, “que demuestren su amor por el cine”, convencido de que un festival sin el aliento de una ciudad detrás “tiene poco presente y menos futuro”.

En este sentido patrimonial han depositado los directores de algunos de los principales certámenes españoles (Málaga, San Sebastián, Sitges y Valladolid) una alianza bajo la premisa de lo presencial, “para que no seamos el último escaparate del cine de autor o independiente”, ha subrayado con la vista en el futuro.

“Todos los directores somos amigos y nos hemos conchabado un poco porque lo que no puede morir es el público en sala para ver una película con buena imagen y buen sonido, porque fueron pensadas y hechas para proyectarse en estos lugares”, ha añadido este crítico, guionista y director cinematográfico.

La proyección en sala, “una de las especificidades de los festivales”, debe ser defendida frente a riesgos como la proliferación de plataformas para ver cine en casa a través de la pequeña pantalla, algo que “ha descubierto y utilizado una gran parte del público durante el confinamiento”, ha advertido.

El futuro de las salas “está muy negro”, ha insistido Angulo antes de recordar que la palabra festival deriva del concepto de 'fiesta' donde en torno al estreno de una película convergen público, autores, actores, distribuidores, gestores, periodistas y directores, “pero también deja un valor añadido a la ciudad” desde el punto de vista económico y de promoción.

La cancelación del certamen de Cannes ha supuesto una merma de ingresos que, durante sus diez días de celebración, representa un 12 por ciento de todos los que recibe el año esta ciudad turística de la Costa Azul francesa, ha puesto como ejemplo.

Los festivales de Venecia, Cannes, San Sebastián y Valladolid, ha insistido, “no fueron creados por animadores culturales sino por los comerciantes y responsables turísticos que querían estirar la temporada y optaron por esta fórmula como medio de atracción”, ha analizado.

Por esta razón, la Seminci, se ha decantado por lo presencial en sus principales secciones competitivas (Oficial, Punto de Encuentro, Tiempo de Historia y Doc España): “respeto lo online pero así no queda un euro en la ciudad, nosotros lo teníamos muy claro desde el principio y apostamos por ello al comienzo de la pandemia en una decisión muy arriesgada”, ha puntualizado.

Desde entonces, la confección de esta edición “ha supuesto un trabajo muy duro” y los diez miembros del comité de selección “hemos visto 1.800 películas durante el confinamiento, más que nunca”, ha apostillado.

En el lado positivo, el director de la Seminci ha mencionado una mayor posibilidad de elegir películas que otros años debido a que desde la Berlinale, la mayoría de los festivales se han celebrado online o han sido suspendidos.

Roberto Jiménez