Madrid trabaja en sintonía con el Gobierno en funciones para la Cumbre del Clima

La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital se han puesto en marcha, en sintonía con el Gobierno en funciones, para cooperar en la organización de la Cumbre del Clima de la ONU, que se celebrará en Madrid entre los días 2 y 13 de diciembre.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha indicado este lunes que su Ejecutivo ofrecerá cooperación “leal” al Gobierno en funciones para que la cumbre se desarrolle “con gran éxito”.

En declaraciones a los medios antes de asistir a los Premios Nacionales de Gastronomía 2018, Ayuso ha señalado que asignará “responsables” de la Comunidad de Madrid para la interlocución “directa” con el Gobierno de España de cara al evento.

Ayuso ha asegurado que tanto “la administración del Ayuntamiento, y la Comunidad de Madrid” van a poner a disposición del Gobierno central “plazas de hotel, infraestructuras, o temas de logística”.

Por parte del Ayuntamiento, la vicealcaldesa, Begoña Villacís, ha afirmado que la maquinaria municipal ya está en marcha para organizar la cumbre y ha anunciado una reunión “urgente” con las empresas que estaban organizando el evento en Chile.

Villacís, edil de Ciudadanos, ha destacado que la capital española “está muy preparada” para organizar la cumbre del clima -tras la renuncia de Chile- porque tiene “capacidad hotelera, servicios e infraestructuras de transporte para eventos de esa magnitud”.

“Madrid es una auténtica carta de presentación para España, vamos a dejar el pabellón muy alto y ya nos estamos poniendo a trabajar en ello tanto el alcalde como yo”, ha agregado Villacís.

La capital española ha sido elegida para albergar esta Cumbre del Clima, después de que Chile, que mantiene su presidencia, renunciara la semana pasada a su organización por su situación social interna.

Si bien tanto las agendas oficiales como la de los eventos paralelos están muy avanzadas, Madrid tiene que preparar la logística de la cumbre en solo cuatro semanas y garantizar, por ejemplo, que hay suficientes plazas hoteleras, transporte público -que para una parte de los asistentes suele ser gratuito- y seguridad.