El metro de Lisboa funciona con normalidad pese a la huelga

El servicio metropolitano de Lisboa funcionaba hoy con normalidad pese a la jornada de huelga convocada por los sindicatos debido a los servicios mínimos fijados por un tribunal, algo poco habitual en este tipo de movilizaciones.

La Federación de Sindicatos de Transportes y Comunicaciones (Fectrans) decidió mantener el paro formalmente, aunque instó a los empleados a ir a trabajar para garantizar que los usuarios pueden utilizar el suburbano “con seguridad”.

Todas las estaciones de metro se encuentran abiertas y la circulación en la mayoría de las líneas no registraba ninguna perturbación durante las primeras horas de servicio.

Esta situación contrasta con la paralización total del metropolitano lisboeta en anteriores paros, ya fuesen de 24 horas o parciales, precisamente por la ausencia de servicios mínimos.

La de hoy es la séptima huelga convocada este año por los sindicatos del metro de la capital portuguesa, considerados los más activos a la hora de movilizarse contra la política de ajustes aplicada por el Gobierno conservador luso.

Desde Fectrans recomendaron a los trabajadores del suburbano acudir hoy a trabajar debido a que, en su opinión, mantener las estaciones abiertas sin apenas convoyes circulando entraña riesgos para los clientes.

“Estamos ante una situación en la que se pretende transportar al mismo número de personas -se calcula que medio millón por día- con sólo un 25 % de los trenes, lo que provocaría que los convoyes fuesen más cargados de lo normal, una frecuencia de paso por las estaciones muy inferior y que los andenes estuviesen más congestionados”, argumentaron desde los sindicatos.

Los representantes de los trabajadores se mostraron críticos con la decisión del tribunal de fijar servicios mínimos en esta ocasión, “contrariamente a la mayoría de las sentencias” emitidas en esta materia.

Desde la empresa que gestiona el servicio se limitaron a señalar que confían en que el servicio “funcione con normalidad” durante todo el día.

Los sindicatos protestan por la intención del Ejecutivo de privatizar el metropolitano lisboeta, además de censurar su política de ajustes salariales en el sector público y los recortes presupuestarios.