Miles de personas se manifiestan en la 17 jornada de una huelga general

Miles de personas marcharon hoy por el centro de San José en el día 17 de una huelga sindical contra un proyecto de reforma tributaria, una manifestación que los sindicatos calificaron como la “lápida” a la iniciativa fiscal.

El secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos, Albino Vargas, aseguró que en la marcha participó “un millón de personas” (la quinta parte de la población de Costa Rica) y que es un mensaje claro para que el Gobierno desista de la reforma tributaria y redacte un nuevo proyecto con los sindicatos.

“El combo fiscal hoy tuvo su lápida. Ya estaba enterrado pero hoy se le puso la lápida. Hay que abrir el diálogo nacional político, social y multisectorial para buscar una solución costarricense de corto, mediano y largo plazo”, declaró Vargas a los periodistas.

La manifestación fue bautizada por los sindicatos como “La marcha de los gatos”, en una alusión sarcástica a la frase “cuatro gatos”, que es utilizada cuando se quiere decir que en algún lugar o evento hay pocas personas.

Las personas se portaron pancartas, disfraces, maquillaje, camisetas y otros signos externos alusivos a gatos.

Vargas comentó que la marcha de hoy fue el “segundo referéndum de la calle” contra la reforma fiscal tras otra multitudinaria manifestación realizada el pasado día 12 en el tercer día de huelga.

Los sindicatos exigen al Congreso que retire la reforma tributaria y redacte un nuevo proyecto basado en una propuesta con 39 iniciativas, pero el Gobierno insiste en tramitarla porque considera que es la mejor opción y no hay mas tiempo para aplazarla.

Ayer el presidente del país, Carlos Alvarado, urgió a los diputados en una cadena nacional a que aprueben la reforma tributaria en octubre pues, según dijo, “el tiempo se agotó” y se debe “resolver ya” la situación fiscal.

La reforma busca paliar el déficit fiscal proyectado al 7,1 por ciento del producto interno bruto (PIB) para el 2018 y frenar el crecimiento de la deuda que este año superará el 50 por ciento del PIB.

La iniciativa de ley tiene como punto estrella la conversión del impuesto de ventas del 13 por ciento en uno de valor añadido (IVA) de la misma tasa, que gravará los servicios y algunos productos que estaban exonerados.

También incluye cambios en el impuesto sobre la renta, renta de capital, renta global y medidas para reducir el gasto público, como por ejemplo la disminución de pluses salariales.