El nuevo obispo de Rioja tiende su mano para construir una sociedad más justa

El nuevo obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Carlos Manuel Escribano, se ha comprometido hoy a tender la mano a todo el pueblo para construir una sociedad más justa durante la homilía del acto de toma de posesión en la catedral de Calahorra.

A la ceremonia, presidida por el Nuncio apostólico, Enzo Fratini, han asistido cerca de un millar de personas, entre ellas, el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, el cardenal Rouco Varela; los arzobispos de Barcelona, Juan José Omella, y de Mérida, Celso Morga;, una veintena de obispos y el jefe del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros.

Escribano fue nombrado por el papa Francisco el pasado 13 de mayo para ocupar una diócesis que se encontraba vacante desde que Omella pasó a ocupar la Archidiócesis de Barcelona, en diciembre de 2015.

El nuevo obispo de la Diócesis riojana ha entrado en la catedral por el lugar en el que, según la tradición, se produjo el martirio de San Emeterio y San Celedonio, patrones de Calahorra y santos fundadores de la Diócesis.

Escribano (Carballo, A Coruña, 1964) ha señalado en su homilía que no es el momento de hacer “grandes propuestas” para su ministerio, sino de ponerse “a la escucha” y espera pronto “poder comenzar a recorrer juntos el camino para vislumbrar espacios en los que anunciar el Evangelio en esta España de hoy”.

Se ha comprometido en una actitud “de servicio constante”y ha indicado que pido que “sean muchos los jóvenes que se animen a seguir a Jesús en la vida sacerdotal” para “seguir construyendo el presente con pasión y el futuro con esperanza”.

El nuncio apostólico ha afirmado que el nuevo obispo viene a realizar “un oficio de caridad y de evangelización” y le ha conminado a “proponer en la evangelización la misericordia infinita, que lleva a un reino nuevo, en el que se vence cualquier temor”.

Ha agradecido el trabajo realizado en La Rioja durante más de una década por Omella y ha recordado que 2016 es el Año de la Misericordia, que es primer mensaje que el Santo Padre encomienda al obispo en su nueva diócesis, además del oficio de la caridad.