La OCU dice que un 22 % de españoles renuncia a algún medicamento por ser demasiado caro

Un 22 % de los ciudadanos ha renunciado a comprar algún medicamento porque era demasiado caro, según se desprende de los datos de un estudio de Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre la satisfacción de los usuarios con el servicio que prestan las farmacias.

El estudio de OCU se ha realizado teniendo en cuenta la opinión de 1.080 usuarios de entre 25 y 75 años con el objetivo de saber cuánto y para qué visitan una farmacia, si han detectado carencias en su funcionamiento y qué tipos de servicios les gustaría que se ofrecieran.

Según informa la organización, en la encuesta los usuarios se quejan de los elevados precios de los medicamentos, pero también de otros aspectos: un 37 % de los consumidores asegura que ha tenido que esperar más de 24 horas para adquirir un fármaco y un 27% ha dejado en alguna ocasión de comprarlo por falta de existencias.

En la encuesta se refieren, además, a una práctica irregular, la venta de medicamentos sin receta: un 63 % de los encuestados nunca ha intentado comprar un medicamento sin receta, un 8 % lo intentó y no lo consiguió, y un 29 % lo consiguió, pese a no tener la prescripción médica.

De los que han logrado adquirir un medicamento sin receta, en la mayoría de los casos lo hicieron bajo la promesa de entregar la receta más tarde, porque el farmacéutico los conocía o porque el problema de salud era muy evidente.

Pero de los datos del estudio se deduce que las farmacias ofrecen en su conjunto un servicio bien considerado por los ciudadanos: un 70 % acude siempre a la misma farmacia, un 28 % suele ir siempre a dos o tres y solo el 2 % cambia de despacho farmacéutico cada vez que necesita estos servicios.

Casi la totalidad de la población ha acudido a una farmacia en el ultimo año, un 56 % acude más de una vez al mes, y 42 % al menos una vez.

La cercanía al domicilio es la principal razón para elegir una farmacia (82 %), pero hay otros motivos, como conocer al personal (42 %) la amabilidad y simpatía de quien atiende (34 %) y el conocimiento que tienen del historial médico particular (20 %).

Según la organización, los aspectos que más valoran los usuarios, de la prestación que se les dispensa son el trato adecuado y la simpatía (92 %), el uso de un lenguaje claro y comprensible (91 %), los conocimientos del farmacéutico (90 %) y la calidad de la información (84 %).

Lo que menos gusta, mientras, son los precios de los productos que no son medicamentos (44 %), la falta de información espontánea (22 %), la falta de privacidad en la farmacia (22 %) y los tiempos de espera (18 %).

Los consumidores hacen alusión también a una falta de privacidad en las farmacias y, de hecho, un 64 % de los ciudadanos agradecería que en ellas existiera un espacio para poder hablar en privado sobre su salud.

Otro aspecto que se ha abordado en la encuesta es la venta exclusiva en farmacia de productos que no son medicamentos, sobre todo cosméticos y productos de higiene, una estrategia de márketing para diferenciarse de los que se venden en otros canales a precios sensiblemente inferiores.

Esta estrategia, a tenor de las respuestas dadas, funciona para muchos usuarios, ya que un 37 % dice que compra estos productos en farmacia para asegurarse de que el producto era de calidad, un 33 0% para recibir el consejo del farmacéutico y un 26 % porque en ese momento le venía bien.