Perú impulsará la prevención de la violencia hacia la mujer con ayuda española

Perú afrontará la lucha contra la violencia de género con una nueva política basada en la prevención y en la transformación de patrones culturales que impulsan la discriminación y la desigualdad de sus mujeres, una iniciativa que contará con el apoyo técnico de la cooperación española en el país.

La iniciativa, que fue presentada este martes en Lima por la ministra de la Mujer, Gloria Montenegro y el embajador de España en Perú, Ernesto Zulueta, buscará generar una estrategia general articulada, multidisciplinar e integral, que recoja y se apoye en aportes gubernamentales, de la sociedad civil, la academia, la cooperación internacional y las empresas privadas.

Todo ello con el fin de “abordar el cambio de los patrones sociculturales las causas estructurales” de la violencia de género que golpea con dureza al Perú y que está muy arraigada en la sociedad.

DE LA ATENCIÓN A LA PREVENCIÓN

“Esta estrategia será fundamental para establecer qué criterios hay que priorizar para tener que evitar precisamente que tengamos que llegar a la atención a las víctimas...Hay que prevenir desde el hogar, la comunidad, la escuela, el sistema de salud..”, apuntó a Efe la ministra Montenegro tras la presentación de la iniciativa, cuyo lema será “cambia el chip”.

Montenegro confirmó así que los esfuerzos en este campo, que se pretende incluyan a todos los estamentos del Estado, de las regiones y municipios, estarán destinados a atajar el problema de la violencia y la discriminación más allá de simplemente asistir a las víctimas.

Asimismo, también apuntó que el alcance de la iniciativa, que buscará la coordinación y los aportes de agentes públicos y privados de amplio espectro, está así diseñada porque “la violencia está en todo lugar y no respeta sector económico, ni costa, sierra o selva, ni un horario ni un lugar”.

“Para esto no bastan uno o dos ministerios, por eso generamos un proyecto de sensibilización en la comunidad, donde es vital por ejemplo que los medios ayuden o que el sistema educativo participe en la formación y también en las señales de alerta, para que cuando un niño dice las maestras que han pegado a su mamá, no haya que esperar a otra oportunidad...” afirmó.

AYUDA ESPAÑOLA

Todo este plan contará con la ayuda, tanto económica como técnica, de la cooperación internacional española, quien ya aporta más de la mitad de los fondos internacionales que en Perú se destinan a la lucha contra la violencia de género y la desigualdad.

“Las cifras de Perú nos preocupan a todos, con un 54% de tolerancia social hacia la violencia machista, lo que es un dato terrorífico que, desde luego, con la aplicación de políticas de prevención, va a cambiar”, afirmó a Efe el embajador español.

En ese sentido, apuntó que dadas las políticas “de liderazgo” que España mantiene en cuestiones de género, que se están reforzando con “líneas muy potentes”, impulsan también a un apoyo a Perú “para trabajar en distintos ámbitos y con una apuesta de futuro a largo plazo”.

Zulueta valoró precisamente el interés peruano en abordar el tema de la prevención, que debería ser “una política de Estado, porque es algo que afecta a todos”, además de ir acompañada “por la sociedad civil”.

“La discriminación de género y la violencia, son costumbres, tradiciones, que me resisto a decir como culturales, que están muy enraizadas...La capacitación en un país con grandes desafíos estructurales, y una dispersión geográfica que dificulta la prevención, tiene que estar muy involucrados todos los estamentos, los ministerios y las regiones”, añadió.

VIOLENCIA COTIDIANA

El anuncio de este enfoque por la prevención se produce justo cuando el país entero se encuentra consternado por la muerte de una menor de 4 años en un distrito popular de Lima, quien fue secuestrada, abusada sexualmente y asesinada por un adolescente de 15 años.

El suceso se produjo el domingo de madrugada cuando la niña, su hermana de dos años, y su prima de nueve salieron de la residencia donde se encontraban durmiendo a la calle en busca de la progenitora, quien había acudido a una fiesta popular del barrio mientras las niñas dormían.

Allí fueron interceptadas por un joven que fue captado por una cámara de seguridad mientras hablaba con las niñas y luego corría con una de ellas en brazos.

Este joven, que fue identificado por su propia madre ante la policía, aún se encuentra en paradero desconocido.

Además, a finales de febrero Perú también quedó conmocionado al comprobar la inoperancia de las autoridades para resolver el caso de la activista feminista Solsiret Rodríguez, desaparecida en 2016 y a quien la policía se negó a buscar aduciendo se había ido voluntariamente “cansada de criar a sus hijos” y “con otro hombre”.

De hecho, la policía llegó incluso a emitir un informe en el que decía que se encontraba viva y bien en el norte del país.

Sin embargo, Rodríguez fue asesinada por la novia de su cuñado y con la aparente complicidad, al menos para ocultar su cuerpo, de su familia política, lo que se pudo comprobar casi cuatro años después tras el simple cotejo del teléfono móvil de la víctima.

El año pasado fue el más violento de la década contra las mujeres en Perú, dado que se registraron 165 asesinatos.