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España desperdicia más de 600.000 toneladas de plástico sólo en un año

Concentraciones de plásticos en la superficie martítima /CSIC.

Raúl Rejón

Cada trozo de plástico sin reciclar es un desperdicio de energía, de recursos económicos y se convierte en candidato a engrosar las balsas de residuos que se forman en los centros de los océanos. En España esos trozos sumaron 600.000 toneladas el año pasado.

Aunque España es el segundo país europeo que más recicla sus plásticos de uso doméstico, casi la mitad de los objetos cotidianos terminan en vertederos o, directamente, en el medio ambiente. Según el último recuento de Cicloplast –sociedad de promoción del reciclado que agrupa a los fabricantes y transformadores de este producto–, los hogares españoles envían a reciclar el 56% del plástico que usan. Supone unos 7,7 kiilogramos por habitante –la media de Europa está en 7,1 kg–. Está lejos de los más de 13 kilos de Alemania pero supera Suecia, Suiza, Austria, Francia, Países Bajos o Islandia. La cantidad global que se recicla supera las 371.000 toneladas, lo que se traduce en un incremento del 3,7% respecto a 2012.

Con todo, y teniendo en cuenta que son de las mejores cifras del continente, todavía 655.000 toneladas de residuos plásticos se perdieron el año pasado. “Es una pena seguir desperdiciando recursos plásticos en los vertederos”, cuenta la directora general de Cicloplast, Teresa Martínez. Y además, añade, “seguimos enterrando energía en esos vertederos”, en referencia en la posibilidad de obtener “combustible verde” a partir de ciertas fracciones plásticas. En los últimos diez años, 7,1 millones de toneladas de este material se han desperdiciado en basureros o han terminado viajando hacia el mar. Para 2025, el objetivo marcado por la Unión Europea es que se recupere el 60% y que haya cero residuos reciclabes en vertederos. España todavía tiene un camino largo por recorrer en cuanto a las infraestructura de plantas recuperadoras ya que todavía mantiene una treintena de vertederos que no se ajustan a la normativa legal. La Comisión Europea denunció este hecho ante el Tribunal de Justicia el mes pasado.

El informe de Cicloplast asegura que “el 100% de los plásticos que se depositan en los contenedores específicos se reciclan”. Sin embargo, ¿y todas esos millones de toneladas que no van a los cubos amarillos?. La expedición Malaspina del Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC), ha demostrado, según publicó a principios de julio pasado, que “todos los océanos tienen grandes acumulaciones de residuos plásticos en su superficie”. Su estudio ha mostrado que, además de la famosa isla de plástico en el Pacífico Norte, existen grandes extensiones de basura en el Atlántico Norte y Sur; en el Pacífico Sur y en el Océano Índico.

Andrés Cózar es uno de los científicos de la Universidad de Cádiz que han firmado el estudio. Cózar cuenta a eldiario.es que “el análisis de esas acumulaciones demuestra que se trata de cosas del día a día: productos de embalaje, botellas...que están compuestos de polietileno o propileno y flotan”. Porque estas agrupaciones de basura están en la superficie. De hecho, el científico avisa de que “lo que nosotros vemos es una proporción pequeña de lo que entra en el mar porque no es nada sencillo de analizar el fondo marino ni lo que termina en los estómagos de la fauna marina”. En este sentido, Cózar explica que “en el océano, los recursos están muy diluidos, son muy escasos así que cualquier objeto es susceptible de ser tomado por alimento”.

Mar cuajado de basura en pequeños trozos

Respecto a las balsas de residuos que las corrientes llevan al centro de los mares, Cózar las describe como “enormes superficies de dos a cinco milones de metros cuadrados en las que hay una densidad de un objeto de plástico cada cada 4 metros cuadrados”. En el corazón de las concentraciones la proporción es de hasta 10 objetos por metro. “No es una manta de basura sobre la que se puede caminar sino más bien kilómetros y kilómetros en los que paras de ver basura durante días de navegación”, describe el científico.

Como Cózar apuntaba, la gran mancha plástica sobre el mar está compuesta sobre todo de objetos que provienen de los hogares. “Las probabilidades de que una botella de plástico en la cumbre de una montaña termine en el centro del océano es alta”, cuenta el investigador. De hecho, algunos estudios calculan que por la desembocadura del río Danubio se vierten 1.000 toneladas de plásticos al año. En España, en el año 2003, la cantidad de plástico reciclado desde las casas y desde las industrias se igualaron en casi 150.000 toneladas. Desde entonces, la curva de las casas ha crecido hasta sobrepasar las 300.000 mientras que la industria ha ido cayendo hasta las 80.0000 toneladas “debido al descenso de la actividad económica”, analizan en Cicloplast. “Los plásticos industriales usados como materia prima no tienen tratamiento de resistencia a las radiaciones y eso hace que se fragmenten más fácilmente”, explica el científico del CSIC.

Andrés Cózar coincide con la directora de la sociedad para el reciclado en que “los residuos plásticos son un recurso económico” ya que se trata de una materia prima “fundamental, casi imprescindible para la humanidad”. Otra cosa es, relativiza “el abuso en la cantidad que se utiliza y no pensar en qué hacer después con ella”. Y avisa: “Todo lo que vemos ahora en las aguas, sin contar con lo que no podemos detectar, es producto de únicamente unos 50 años de uso, muy poco tiempo”.

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