La política de drogas de Uruguay respetará “el derecho al goce y al placer”

La política de drogas de Uruguay respetará “el derecho al goce y al placer”, dijo hoy en Montevideo el secretario general de la Junta Nacional de Drogas (JND) del país, Milton Romani, en la inauguración de una conferencia sobre estupefacientes y alcohol que contó con expertos internacionales.

“Nuestras políticas de drogas tendrán un enfoque de derechos, lo que supone un compromiso con respetar (...) el derecho al goce y al placer, siempre y cuando no comprometamos el goce y el placer de terceros”, afirmó Romani.

A finales de 2013 Uruguay aprobó una ley que legalizó la compraventa y el cultivo de marihuana, y este año, el presidente del país, Tabaré Vázquez, anunció el mismo día que asumió el cargo que luchará contra el alcohol como ya lo hizo frente al tabaco en su primera legislatura (2005-2010).

“Para resolver un problema hay que saberlo plantear bien”, dijo Romani, que señaló que cuando se trata de “imponer ciertos niveles de fiscalización” no sirve con “repetir” o “replicar” otros modelos, “y menos en políticas de alcohol”.

“Las fiscalizaciones no pueden comprometer derechos inalienables que tienen hombres y mujeres”, aseveró el dirigente.

Para Romani, los modelos de políticas de alcohol deben ser codiseñados y cogestionados con los involucrados, “inclusive (...) con los consumidores, que tienen una enorme sabiduría a pesar de tener problemas con las sustancias”.

El jerarca de la JND quiso también defender a los jóvenes de la “estigmatización” social que sufren cuando beben y se embriagan en la calle, y observó que el problema no es de ellos sino de los adultos.

“El problema es de los adultos, como padres, como madres, como docentes, como empresarios, como los que organizan la publicidad, porque la promoción del alcohol es uno de los problemas que más me impacta”, subrayó.

Romani hizo estas declaraciones durante la presentación de una jornada de conferencias sobre “Políticas de drogas y bienestar público”, de las que se habló en el turno de la mañana, y “Políticas de alcohol y regulación de mercados”, tema agendado para la tarde.

En ella participaron diferentes expertos internacionales, como un representante de la Organización Panamericana de la Salud, el uruguayo Eduardo Levcovitz; el profesor estadounidense Thomas Babor, o la psiquiatra uruguaya Susana Grunbaum.

Levcovitz manifestó que el debate de las drogas no debe ser “criminal o prohibicionista”, sino el de “encontrar políticas consensuadas en la sociedad que desde un punto de vista psicosocial y sanitaria permitan encontrar una solución al problema”.

Por su parte, Babor, indicó en su primera intervención que “cuando el genio del placer (de las drogas) sale de la botella se generan mercados informales de distribución de sustancias que se vuelven difíciles de controlar”, y se preguntó a continuación qué se había conseguido con las políticas antidrogas de control de aduanas.

“La prohibición en las fronteras no ha sido capaz de que la droga no salga de los países productores y se han gastado billones de dólares en tomar esas medidas”, expresó.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) de Uruguay estuvo representado por la segunda titular de la cartera, Cristina Lustemberg, que indicó que 230.000 personas están afectadas en el país por un uso problemático del alcohol, droga que está en el “origen de más de 60 tipos de enfermedades y lesiones, y de serios problemas mentales, emocionales y sociales”, según explicó.

La jerarca expresó que ante un problema sanitario de primer orden como es el alcohol, “el MSP, junto a los demás organismos competentes del Estado que trabajan en el tema, desarrollará una política pública a nivel nacional que debe de ser progresiva a mediano y largo plazo”.

“Se abordará el consumo problemático de alcohol de forma integral (...), con una presencia activa del Estado y una amplia participación de la sociedad civil, de la comunidad y de las instituciones y de los sectores privados”, sostuvo Lustemberg.