Los refugios para los desplazados son parte del paisaje navideño de Asunción

Los refugios que alojan a miles de vecinos desplazados por las crecidas del río Paraguay se han convertido en parte del paisaje navideño de Asunción, un decorado que tiene uno de sus escenarios en el centro histórico, entre la Catedral y el edificio colonial del antiguo Cabildo.

Son centenares las familias que han hecho de ese espacio su lugar en el mundo desde hace unas dos semanas, cuando el río comenzó a crecer y con ello el éxodo de los habitantes de la Chacarita y de los Bañados, los barrios más golpeados por las inundaciones.

Hasta la fecha hay uno 90.000 evacuados, de los cuales unos 10.000 viven en esa situación desde la crecida del 2014, que dejó más de 80.000 desplazados.

El resto son nuevos evacuados, aunque esa definición no se ajuste a la verdad, ya que en los últimos años el río se está ensañando con los bañandeses y los chacariteños, que saben de sobra lo que es ser empujados cada año por las aguas a otros lugares.

Precisamente son los afectados de la Chacarita quienes componen la barriada de frágiles casetas que se extiende desde la Catedral hasta El Cabildo, que desde hace años funciona como el centro cultural del Congreso.

Entre caseta y caseta se puede ver algún pesebre, uno de los emblemas de la Navidad paraguaya, y guirnaldas y adornos de esta época del año.

Hoy fue benévolo, tras la furiosa tormenta de la víspera, y los desplazados de esta parte de la ciudad pudieron celebrar la Navidad sin miedo a nuevas precipitaciones.

La jornada fue también propicia para que muchos asuncenos y asuncenas visitaran la Costanera, una de las zonas de recreo de la ciudad, para observar la subida del río, que ha devorado la playa y llegado hasta la misma franja fluvial.

El río estaba el jueves en los 7,71 metros de altura, con lo que se aproxima al nivel de evacuación total, ubicado en los ocho metros.

La amenaza del río es uno de los desafíos del nuevo alcalde de la ciudad, el experiodista Mario Ferreiro, quien al asumir el cargo, el pasado sábado, reiteró su intención de impulsar un plan para construir una línea de contención que destierre para siempre las inundaciones de la capital paraguaya.