Salas de concierto: El Govern ha antepuesto intereses políticos a ciudadanos

La Asociación de salas de concierto de Cataluña (ASACC) ha criticado la actuación del Govern con relación a las medidas para la desescalada y considera que “la estrategia política y la necesidad de marcar perfil con fines partidistas e ideológicos” ha ido por delante “del interés de los sectores profesionales y de la ciudadanía”.

ASACC ha hecho público un comunicado este miércoles en el que señala que participa junto a otras asociaciones del sector del ocio nocturno, FECALON, Gremio de Discotecas, FECASARM y Federación de Hostelería de Lleida, en la mesa de trabajo junto a la Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona y asociaciones municipalistas para elaborar un plan sectorial que defina la reapertura de salas tras la COVID-19.

A su juicio, la última resolución aprobada por el Govern el pasado lunes, supone “un claro y duro retroceso de las medidas aprobadas el pasado jueves, según las cuales los clubes y salas de concierto podían reabrir con un 50 % de su aforo, pasando a prohibir la actividad de baile y el uso de las pistas o espacios asimilados, con la obligación de reducir 20 % el aforo”.

ASACC considera que “La resolución 1429/2020 del pasado jueves fue un gran error fruto de la precipitación por comunicar a los medios que, al recuperar competencias, la Generalitat gestionaría mejor y con perfil propio la desescalada”.

La asociación entiende que esta precipitación generó una resolución “no suficientemente detallada ni estudiada que, sin que nadie se diera cuenta, permitía a nuestras empresas volver a ejercer su actividad de baile, aunque con muchas limitaciones”.

Esto hizo que algunas empresas desafectaran a gran parte de su personal de los ERTE e hicieran otras inversiones en equipos de protección y otras medidas para reabrir.

Esta inversión y la “ilusión” por volver a la actividad se vio “truncada por otra medida rectificativa unilateral, después de tres días, en la que se da marcha atrás”.

“Que en política se tomen decisiones por cuestiones estratégicas que generan indefensión y grandes daños económicos a las empresas y a los trabajadores, en el caso de las salas de concierto más de 1.500, es algo inaceptable. No podemos aceptar -añaden- que se cometan errores de esta magnitud fruto de la precipitación y sin que nadie acepte ninguna responsabilidad”.

Reclaman que, si esta situación no se corrige, se comience a trabajar en un plan de emergencia y rescate del sector del ocio nocturno que impida el cierre definitivo de empresas y la desaparición de salas de concierto.