Un temblor marino de magnitud 4,6 sacude un sector de la costa ecuatoriana

Un temblor de magnitud preliminar 4,6 se registró este viernes en un sector marino cercano a la costa de Salinas, en el suroeste de Ecuador, sin que hasta el momento se haya informado de víctimas ni daños materiales.

El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional informó que el movimiento telúrico ocurrió a las 14.49 hora local (19.49 GMT) unos 76 kilómetros al este del balneario de Salinas, en la provincia costera de Santa Elena.

El epicentro del sismo se localizó en el mar 2,59 grados de latitud sur y 81,52 grados de longitud oeste, a una profundidad de 10 kilómetros, precisó el IG en un último informe difundido por sus redes sociales.

El instituto no tiene hasta el momento reportes de víctimas ni daños materiales, aunque ha abierto una aplicación por internet para que la población reporte si ha sentido el temblor.

Este tipo de sismos suele estar relacionado con el llamado fenómeno de subducción, por el cual la placa de Nazca chocha con la plataforma continental sudamericana.

En abril de 2016, ese mismo fenómeno generó un potente terremoto de magnitud 7,8, considerado como el peor de la historia reciente de Ecuador y que asoló la provincia de Manabí (oeste) y el sur de su vecina Esmeraldas (noroeste), aunque se sintió en todo el país y en algunas zonas de Colombia.

Ese terremoto dejó más de 670 fallecidos, miles de afectados, así como millonarias pérdidas materiales.

Ecuador forma parte del llamado “Cinturón de Fuego del Pacífico”, un encadenamiento geológico que concentra algunas de las zonas de subducción (choque de placas tectónicas) más importantes del mundo y que es escenario de una fuerte actividad sísmica.

Además de Ecuador, el Cinturón de Fuego en América comprende a una gran cantidad de países tales como Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos y Canadá.

Asimismo, el territorio ecuatoriano está cruzada por la llamada “Avenida de los volcanes” andinos, lo que también implica la presencia de fallas geológica que suelen generar sismos.