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Universidad presenta un proyecto de impresión 3D al presidente paraguayo Mario Benítez

En la imagen una máquina digital 3D realiza el corte de la base del protector facial en San Lorenzo (Paraguay). Alumnos y exalumnos del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación (CIDI) y la carrera de Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Asunción (FADA-UNA) fabrican protectores faciales para donarlos al personal de blanco en su lucha contra el COVID-19. EFE

EFE

Asunción — 26 de mayo de 2020 20:58h

La rectora de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), Zully Vera, y el decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte (FADA) del mismo centro, Ricardo Meyer, presentaron este martes un proyecto de impresión 3D al presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, para contribuir con la producción de material sanitario durante la pandemia del coronavirus.

Meyer, junto con profesores y alumnos de la FADA, comenzó a imprimir protectores faciales en el laboratorio FabLab de la Universidad hace unos meses para entregar a hospitales públicos del país y, hasta la fecha, han donado más de 1.000 mascarillas, según dijo Meyer a los medios este martes tras reunirse con el presidente.

Durante su encuentro, además de regalarle un protector facial a Abdo Benítez y otro al ministro de Salud, Julio Mazzoleni, Meyer expuso la idea de poner en marcha una granja de impresión en la FADA, que no solo será útil durante la pandemia sino que podrá ayudar con la producción de otros materiales después.

“El pedido fue la adquisición de la impresora e insumos. El proyecto contempla el costo. Tener una granja de impresión de 50 máquinas implica 150.000 dólares”, comentó el decano de la FADA.

Las impresoras 3D funcionan con hilos de poliácido láctico (PLA) que se funden durante la impresión.

Meyer, junto con un equipo de seis personas en el laboratorio y otras seis encargadas de la logística, trabajan contrarreloj con sus 13 máquinas, algunas de ellas donadas y otras en préstamo, para fabricar un

El proyecto tiene, a juicio de Meyer, una “gran ventaja” y es la flexibilidad a la hora de producir, ya que las impresoras 3D se adaptan “automáticamente” al diseño que se les configure, sin necesidad de elaborar moldes, y permiten también una “escala de producción interesante”.

Aunque por el momento desde el FabLab de FADA-UNA solo se producen protectores faciales para adultos, el equipo trabaja también en prototipos para niños y en boxes de intubación para quirófanos, según apuntó Meyer.

Por su parte, la rectora de la UNA recalcó la importancia de que la “Universidad realice estas acciones desde investigación” para contribuir al desarrollo del país.

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