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Las asociaciones de usuarios acusan a Ausbanc de ser en realidad un negocio lucrativo

El abogado, empresario y presidente de Ausbanc, Luis Pineda. / Foto:Efe

Fèlix Martínez

Las espadas están en alto en el mundo de las organizaciones de consumidores. No se trata de que las asociaciones hayan iniciado una campaña contra alguna gran corporación que, según su criterio, abuse de sus representados. No. En este caso, el adversario común es una entidad que se define también como una organización de consumidores, la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), que preside desde su fundación el abogado y empresario Luis Pineda.

De hecho, el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero excluyó de oficio el 6 de octubre de 2005 a Ausbanc del Libro de Registro de Asociaciones de Consumidores “por la realización de publicidad comercial o no meramente informativa en su revista mensual Justicia y Derecho y en su página web”. Pero cuando el PP recuperó el poder en noviembre de 2011, mejoraron sustancialmente las expectativas para Ausbanc. En julio de este año, el Ejecutivo de Mariano Rajoy desautorizó la decisión que tomó en 2005 el Instituto Nacional del Consumo al devolver a la asociación de Pineda al Registro de Asociaciones de Consumidores sin que mediaran explicaciones razonadas.

Luis Pineda, sin embargo, a preguntas de este diario, asegura que la exclusión de Ausbanc en 2005 fue una decisión personal de la entonces ministra Elena Salgado y que fue totalmente arbitraria. Y asegura que, tras litigar en los tribunales, no sólo han logrado recuperar su inscripción en el registro, sino que ha podido acreditar todos los requisitos para incorporarse al Consejo de Consumidores y Usuarios que, según el presidente de Ausbanc, es un órgano jerárquicamente superior al Instituto Nacional del Consumo. El presidente de Ausbanc defiende los “27 años de trabajo honrado de la asociación”.

Las organizaciones de usuarios consideran que Ausbanc no puede considerarse una de ellas porque es en realidad, y según una fuente del sector, “un lucrativo negocio” al servicio de Pineda. Algunas fuentes cifran en más de 400.000 euros el dinero que Ausbanc habría recibido de los bancos y cajas de los que, supuestamente, defienden a sus asociados.

Pineda y Ausbanc son especialmente polémicos: además de intrusismo, han sido acusados de extorsión, de exigir compensaciones abusivas a algunos de sus representados. En el caso del presidente de la asociación, siempre se recuerda su pasado vinculado a la extrema derecha, que le costó una condena por atraco a mano armada. Extremo este último que Pineda niega con vehemencia.

El último episodio del conflicto lo han protagonizado el propio Pineda y el portavoz de la asociación de consumidores radicada en Sevilla Facua-Consumidores en Acción, Rubén Sánchez. Facua se ha convertido en una de las organizaciones de consumidores más activas y con mayor representación en los últimos años, precisamente coincidiendo con el periodo en el que Sánchez se ha venido ocupando de ser su cara visible.

Pineda afirma que no es cierto que mantenga un conflicto abierto con el resto de asociaciones de usuarios. De hecho, afirma que su enfrentamiento es sólo con Facua porque “desde hace años ha intentado echar a Ausbanc de la defensa colectiva”. “Una guerra”, afirma, “que nosotros hemos soportado estoicamente” y de hecho, asegura, “hemos seguido defendiendo los derechos de los consumidores, no sólo hemos logrado acabar con la cláusula suelo, sino que ahora hemos conseguido que se ejecute la sentencia en Cajasur, algo que beneficiará la vida, el patrimonio y el ahorro de 44.410 cordobeses”.

Demanda por insultos

El pasado 10 de octubre, Facua hizo público que Rubén Sánchez acaba de demandar a Luis Pineda por los “graves insultos e incluso imputaciones delictivas” vertidas en Twitter por el presidente de Ausbanc contra el portavoz de Facua. Es la segunda demanda presentada por Sánchez contra Pineda por considerar que “está siendo objeto de una campaña de descrédito por parte del abogado y empresario”. En junio, Sánchez ya presentó una demanda contra Pineda por hechos similares como los que ahora denuncia y que, según Facua, vienen produciéndose desde hace años.

Sánchez asegura que “además de lanzar sus insultos y acusaciones calumniosas para que los leyeran sus seguidores en Twitter, Luis Pineda ha dirigido numerosos tuits a conocidos políticos, actores, periodistas, empresas, instituciones y medios de comunicación, seleccionados cuidadosamente para intentar minar” su “fama y su reputación”. Pineda, sin embargo, considera que Ausbanc está sufriendo una persecución por Facua y que, de hecho, la influencia de la asociación andaluza en Izquierda Unida es la causa de que la organización de usuarios bancarios no esté inscrita en el registro de asociaciones de Andalucía. Pineda asegura que Facua vive de las subvenciones y que, en realidad, constituye un grupo de “funcionarios sin oposición”, en la que “una familia se he hecho cargo de la entidad”, en referencia a que el padre de Rubén Sánchez es el presidente de la organización andaluza.

Pero el conflicto que mantiene Pineda con el portavoz de Facua está lejos de ser el único que mantiene con representantes de las organizaciones de consumidores. Fuentes del sector afirman que Pineda mantiene abiertos varios frentes. Ha tenido enfrentamientos públicos con Adicae, con la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y con Rankia. Además, fue acusado de extorsión por el director de Crediservices, Javier Pérez, en 2008. Pérez aportó al juzgado una grabación de más de dos horas de una conversación con Pineda de la que se deducen prácticas calificadas por el denunciante de chantaje.

La versión de Pineda es totalmente distinta. Asegura que no sólo ha llevado a Pérez a los tribunales, sino que éste, además ha sido condenado a indemnizarle con 140.000 euros. La sentencia es de primera instancia y, por lo tanto, Pineda no verá ni un euro hasta que sea firme y ratificada por el Tribunal Supremo.

Precisamente por esa razón, la mayoría de las asociaciones y organizaciones de consumidores ha presentado recursos administrativos contra la decisión del Gobierno de volver a incluir a Ausbanc en el Registro de Asociaciones de Consumidores y Usuarios. A pesar de los recursos, las asociaciones son poco optimistas respecto a la futura resolución del Gobierno. No en vano, la esposa de Pineda, María Teresa Cuadrado Díez, fue directora general de Consumo con el PP en el Gobierno de la Comunidad de Madrid y actualmente trabaja junto a su marido en Ausbanc.

Dos empresas distintas, un solo presidente

Dos empresas distintas, un solo presidenteYa en 2002, Pineda se apercibió del peligro de representar a los consumidores contra los abusos de entidades bancarias mientras cobraba dinero de esas mismas entidades en concepto de publicidad para sus publicaciones. Por eso, en ese momento, decidió escindir Ausbanc en dos organizaciones independientes: Ausbanc Consumo, que mantiene la estructura de una organización de consumidores, y Ausbanc Empresas, encargada de la edición de seis publicaciones que venden publicidad a las mismas entidades ante las que su asociación hermana defiende a los usuarios. Eso sí, ambas están presididas por la misma persona: Luis Pineda.

Uno de los escándalos más recientes protagonizados por Pineda y Ausbanc fue el papel que jugaron en el 'caso Fórum Filatélico-Afinsa'. Aunque inicialmente Ausbanc se personó en la causa contra los responsables de las compañías filatélicas, no tardó en ser denunciada por estafa procesal por haber cobrado cantidades millonarias de las empresas acusadas de los escándalos. Y no eran las únicas cantidades millonarias. Pineda y Ausbanc fueron acusados también de exigir a sus representados en el caso un 10% de las cantidades recuperadas, una practica, ir a porcentaje, conocida como quota litis, prohibida en todos los ámbitos del Derecho, excepto en el laboral.

Luis Pineda defiende la actuación de Auscanc en el escándalo del Fórum Filatélico y de Afinsa. “Ausbanc defendió que en el caso de las filatélicas, si empresas serias son atacadas por el Estado, no se perjudique a los consumidores, que en este caso son más de 400.000”. El presidente de Ausbanc asegura que en aquel caso “Elena Salgado y su banda practicaron un auténtico asalto bancario” y aseguró que seguirán “defendiendo a los consumidores”. “Y claro que les cobramos. ¿Sabe por qué? Porque nosotros no recibimos subvenciones”.

Un pasado ultra

A Pineda le persigue su pasado. Especialmente el hecho de haber militado a principios de los años 80 en el ultraderechista Frente de la Juventud, una organización escindida de las juventudes del partido de Blas Piñar. Fue una militancia especialmente activa a tenor de una sentencia de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de 1984, que lo condenó a una pena de tres meses de arresto mayor por haber participado en un atraco a mano armada contra María Ignacia Vázquez de Soto, marquesa de San Eduardo.

Pineda y sus compinches entraron en el domicilio de la víctima el 6 de octubre de 1980, a punta de pistola. Tras reducir y maltratar a todas las personas que se hallaban en la vivienda, robaron 27.900 pesetas, obligaron a la marquesa a firmar un cheque por valor de otras 85.000 pesetas y causaron destrozos por otras 400.000. Pineda sólo fue condenado a tres meses de arresto porque le faltaban unos meses para cumplir los 18 años cuando se produjeron los hechos y se le aplicó el atenuante de minoría de edad.

El presidente de Ausbanc afirma rotundamente que no tiene “antecedentes penales de ningún tipo” y retó a quien mantenga la acusación a exhibir la sentencia de la Audiencia Nacional que le condena, porque asegura que no existe y que los hechos de los que se le acusa son una falsedad. Sin embargo, justificó que las condenas de los menores se borren cuando alcanzan la mayoría de edad porque “la juventud es una época para cometer errores”.

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