La CE publica unas directrices para ejercer mejor el control sobre las ventas en línea

La Comisión Europea (CE) publicó hoy nuevas directrices para ayudar a las autoridades nacionales de vigilancia mercantil a ejercer un mejor control sobre los productos que se venden en Internet.

Estos principios sostienen que cualquier producto vendido en línea en la Unión Europea (UE) debe cumplir con la legislación comunitaria, incluso si el artículo procede de un país no perteneciente al club comunitario, informó el Ejecutivo de la UE en un comunicado.

Además, el texto refleja las obligaciones de las tiendas digitales en caso de que las autoridades les exijan eliminar productos peligrosos a través del procedimiento de “notificación y acción”, tal y como viene expresado en la directiva comunitaria de comercio electrónico.

Otra de las directrices que incluye la nueva norma apunta a la responsabilidad de “todos los actores en la cadena de suministro” y contempla el cumplimiento con éxito por parte de los proveedores de servicios que reciben el pedido y empaquetan y envían el producto.

La comisaria de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género, Vera Jourová, afirmó que las compras por Internet son una “manera fácil” de adquirir productos, aunque “nunca a expensas de la seguridad”.

“Nuestras cifras muestran que la confianza en el comercio electrónico está creciendo. Estas medidas de seguridad contribuirán a seguir esta tendencia y tranquilizar a los consumidores. Es nuestro deber asegurarnos de que es tan seguro como las compras tradicionales”, agregó Jourová.

Por su parte, la comisaria de Mercado Interno, Industria, Emprendimiento y Pymes, Elzbieta Bienkowska, explicó que con el aumento de las ventas en línea, las autoridades nacionales de vigilancia mercantil encuentran más difícil “controlar y rastrear” estos productos.

“Esta guía garantizará a los europeos poder comprar en línea de manera segura, mientras que hay planeadas más medidas para fortalecer la vigilancia en Europa para este año”, añadió.

Según la CE, el 55 % de los europeos compra por Internet productos que son enviados directamente a sus domicilios, proceso que escapa a los tradicionales controles de las autoridades pertinentes.

Algunos de estos productos podrían ser peligrosos y no cumplir con las leyes comunitarias de seguridad, por ejemplo, los juguetes que contienen sustancias prohibidas en la UE.