Taylor Swift usó un sistema de reconocimiento facial oculto para vigilar a sus acosadores en un concierto
La cantante estadounidense Taylor Swift utilizó un sistema de reconocimiento facial camuflado para registrar las caras de los asistentes a uno de sus conciertos y localizar a sus acosadores. El evento tuvo lugar el pasado mayo en California y según ha informado uno de sus organizadores a The Rolling StoneThe Rolling Stone, el equipo de la artista escondió los sensores biométricos en un kiosco con pantallas que proyectaban escenas de Swift durante los ensayos.
Cuando los asistentes miraban las imágenes, sus caras quedaban registradas por el sistema. A continuación, la información cruzaba el país hacia un “centro de control” situado en Tennessee, Texas, donde se comparaba con la base de datos de acosadores de la artista. Según la información publicada por la revista, Swift tiene fichados a “cientos” de ellos.
El objetivo era detectar si habían asistido y poder mantenerlos vigilados durante el concierto. Se desconoce si es una práctica del equipo de seguridad de Swift o cuál es la política de almacenamiento de las caras: por cuánto tiempo se almacenan, si se utilizan con propósitos comerciales o cuándo se destruyen. En cambio, no sería posible en la Unión Europea, donde el Reglamento General de Protección de Datos exige un consentimiento expreso para recabar esta información.
El uso de tecnología biométrica por parte de un cantante es legal en EEUU, puesto que técnicamente un concierto se considera un evento privado. Pese a que es la primera vez que se documenta que un artista utiliza sistemas de reconocimiento facial sin publicidad, hace tiempo que esta tecnología se asocia con grandes eventos de este tipo. Muchas personas relativamente estáticas mirando hacia un solo lugar es el entorno ideal para su aplicación.
En esta línea, la compañía de venta de entradas Ticketmaster invirtió en la firma Blink Identity, especializada en la identificación biométrica a partir del reconocimiento facial. Según Ticketmaster, su objetivo es trabajar en un sistema que permita agilizar la entrada a los conciertos dejando de utilizar entradas, y sustituyéndolas por la cara del asistente como identificación.
