MásMóvil promete mantener la sede y el empleo de Euskaltel, en medio de polémica

Bilbao, 29 mar (EFE).- MásMóvil ha explicado que sus intenciones tras la compra de Euskaltel son mantener la marca, la sede fiscal y el empleo de la compañía vasca, en una operación que ha desatado la polémica en Euskadi, no solo política, sino también empresarial.

Tras el anuncio de la opa amistosa de MásMóvil por la totalidad de Euskaltel, las acciones de la empresa vasca han incrementado su valor al abrirse la Bolsa, para igualar el precio a los 11,17 euros por acción que va a ofrecer MasMóvil a los actuales accionistas, lo que supone un aumento de un 16,7 %.

Las acciones de la operadora cerraron el viernes a 9,59 euros, el mismo precio, 9,5 euros, al que salió a bolsa el 1 de julio del 2015.

Este lunes el consejero delegado (CEO) de MásMóvil, Meinrad Spenger, ha detallado en Radio Euskadi que el acuerdo estipula que la marca y la sede fiscal de Euskaltel se van a mantener al menos durante cinco años, y recordado que tras absorber otras compañías MásMóvil ha aumentado el empleo en las mismas.

Según Spenger, ambas compañías son “muy complementarias: Euskaltel no tenía una red propia de móvil, ni la última tecnología de la fibra óptica, que podemos aportar nosotros”, pero sí mucha experiencia en el mundo empresarial, con grandes clientes, mientras que MásMóvil está más orientada al mercado residencial.

Por ello, Spenger ha avanzado que Euskaltel “puede liderar para toda España la iniciativa del grupo MásMóvil para el segmento empresarial”.

La operación, que tardará aún medio año en cerrarse definitivamente pendiente del visto bueno del resto de accionistas -que suman el 48 %- y autorizaciones del regulador, lleva el visto bueno del Gobierno Vasco.

Así, la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, ha visto “una oportunidad relevante”, y ha destacado el compromiso por mantener la sede fiscal y social de Euskaltel en Euskadi.

También el presidente de la patronal Confebask, Eduardo Zubiaurre, ha opinado que para afrontar los nuevos retos serán necesarias empresas sólidas y, en este contexto, “todos esperamos que sea para bien”, ha dicho.

Pero la venta ha despertado reticencias en otros empresarios, como el presidente de la patronal vizcaína o el de la Cámara de Comercio de Bilbao, y el rechazo de la oposición política.

Así, el presidente de los empresarios vizcaínos, Iñaki Garcinuño, ha lamentado que “estamos viviendo el cierre de una etapa, en la que al menos en Euskaltel siempre existía un accionista de referencia que tenía su sede aquí”.

“A partir de ahora -ha añadido-, los dueños van a ser otros, así que ese famoso concepto de arraigo no lo vamos a tener. Eso no quiere decir que la historia vaya a ser peor, pero desde luego va a ser distinta”.

Más crítico ha sido el presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao y exconsejero de Euskaltel, José Ángel Corres, quien ha opinado que la operación “no es positiva para Euskadi” y le da “mucha pena” porque “se pierde una empresa vasca y viene una gran empresa internacional”.

Corres ha cuestionado el papel tanto de Kutxabank -segundo accionista de Euskaltel- como del Gobierno Vasco en la operación, ya que considera que el ejecutivo vasco podría haber utilizado el fondo que tiene para participar en empresas, como hizo en CAF o Kaiku.

Desde la política, los tres grupos principales de la oposición en el Parlamento vasco, EH Bildu, Podemos y PP, han criticado la venta.

El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha reprochado la gestión: “en plena era de la digitalización en vez de invertir a futuro en una empresa pública como Euskaltel, al PNV se le ocurrió privatizarla sacándola a bolsa” (en 2015). Dejó de ser pública pero nos dijeron que su arraigo estaba asegurado. Hoy ya sabemos que ni lo uno ni lo otro. ¡Menudos gestores!“, ha proclamado Otegi.

La portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, ha opinado que la OPA “es la última de una larga lista de malas noticias para la soberanía vasca. La venta de empresas públicas supone perder capacidad de decisión en el futuro, más aún en un sector estratégico y de futuro como son las telecomunicaciones”.

El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, ha mostrado su “decepción más profunda” porque “vemos cómo se va a pique el buque insignia Euskaltel del que el nacionalismo se apropió y su controvertida gestión ha acabado por entregarlo al mejor postor. La especulación nacionalista, incapaz de retener talento, nos sume de nuevo en incertidumbre”.

Desde el comité de empresa de Euskaltel, presidido por CCOO, se ha confiado en que MásMóvil cumpla sus promesas y mantenga el empleo.