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Lo que puedes hacer en WhatsApp y no en Telegram, y viceversa

Whatsapp vs Telegram

José Antonio Luna

La guerra entre WhatsApp y Telegram continúa. Aunque no se trata de una lucha reciente, las constantes actualizaciones hacen que comparar las dos aplicaciones de mensajería sea diferente según el periodo en el que se analicen. ¿La razón? Que sus desarrolladores intentan mejorarlas para lograr la mejor experiencia de usuario posible. Hay funciones de una que no tiene otra, pero también viceversa. ¿Cuál es mejor?

Existen aspectos, como el de la seguridad, en el que no queda claro cuál es la vencedora. WhatsApp utiliza un protocolo de seguridad basado en Signal, otra plataforma de mensajería amparada por Edward Snowden y catalogada como una de las mejores en aspectos de protección. Mientras, Telegram cuenta con su propio mecanismo llamado MTProto. Ninguno de los dos es totalmente infalible y la respuesta de cuál es menos vulnerable varía según el momento.

Sin embargo, existen otras funcionalidades importantes de las que Telegram fue pionero. Aunque más tarde llegarían a WhatsApp, su competidor se adelantó en el cifrado extremo a extremo, en el envío de GIF y archivos de cualquier formato, o en poder hablar con un cliente de escritorio nativo.

Desde la compra de WhatsApp por Facebook en 2014, la aplicación de mensajería pertenece a la compañía de Mark Zuckerberg. “A partir de ahora esto es lo que cambiará para vosotros, usuarios: NADA”, decían en su blog en el momento de la venta. No obstante, las actualizaciones siguientes han revelado una especie de simbiosis entre tres aplicaciones de la misma empresa: Facebook Messenger, Instagram y WhatsApp.

A pesar de que ambas apps cumplen con su función, la de comunicarse sin problemas, existen características que podrían ser determinantes para elegir una de ellas. Por ello, repasamos qué aspectos las diferencian para que cada cual elija la que más se adapte a sus necesidades.

Qué tiene WhatsApp y no Telegram

Para algunos medios especializados, la app de Jan Koum va a rebufo de Telegram y es claramente inferior. A pesar de ello, el servicio cuenta con mil millones de usuarios activos. Una cantidad abismal comparada con los 100 millones de personas que tiene Telegram. Esto podría ser por una razón: WhatsApp fue la primera de todas. Nació en 2009, el mismo año que se lanzó el iPhone 3GS y el mundo establecía los cimientos de la mensajería instantánea.

Pero no solo se conforman con tener una de las mayores comunidades de Internet. Para conseguir que sus usuarios no migren a otra plataforma hay alimentan la app con actualizaciones. Una de las últimas añade algo novedoso: grabar audio en segundo plano. De esta forma, pueden registrarse mensajes de voz mientras se usan otras aplicaciones del dispositivo.

Otra de las particularidades son los nuevos estados. Facebook tomó como referencia la función más popular de Snapchat y la trasladó a todas sus aplicaciones de mensajería: un vídeo o imagen que se elimina 24 horas después de su publicación.

Gráfico: estadísticas de WhatsApp, Telegram y Snapchat recogidas por Statista

El resultado no ha podido ser mejor para la empresa de Zuckerberg. Como refleja el gráfico de Statista, elaborado a partir de los informes de las empresas implicadas, ya se publican más historias en Instagram y WhatsApp que en Snapchat.

Además, dispone de algo que pueden extrañar los usuarios de Telegram: la posibilidad de hacer videollamadas. En la app de mensajería azul solo se puede hablar por voz y, si se desea ver a la otra persona, la única opción es recurrir a un servicio de terceros como Hangouts o Skype.

WhatsApp también tiene otros detalles importantes. Por ejemplo, se pueden marcar mensajes como favoritos para verlos más tarde en la pestaña de destacado. Esto es útil para no tener que emplear la búsqueda cada vez que hay un texto significativo. Asimismo, WhatsApp es capaz de agrupar fotos en una galería tras envíar varias seguidas. De esta manera, no se rompe la conversación con una lista enorme de imágenes.

Como explican en Xataka, otra función, de momento solo disponible en iOS, es la de añadir filtros a las instantáneas compartidas. Telegram, por el contrario, apuesta por un editor más complejo con el que se pueden cambiar aspectos como el contraste o la saturación. Sin embargo, no es que sea una función muy rápida cuando precisamente hablamos de mensajería instantánea.

Qué tiene Telegram y no WhatsApp

Los puntos positivos de utilizar Telegram son muchos, pero uno de los principales es la posibilidad de enviar archivos de cualquier tipo hasta 1,5 GB. Esto no apareció en WhatsApp hasta junio de 2017 y, de momento, tiene limitaciones: no se pueden superar los 100 MB.

La siguiente particularidad de Telegram son los canales y los bots. Los primeros funcionan como un tablón de anuncios donde los usuarios se unen y reciben notificaciones. Mientras, los segundos son programas integrados con la propia aplicación. Así, hay una amplia galería de bots desde los que iniciar un videojuego, buscar imágenes GIF, o compartir un vídeo de YouTube sin abandonar la ventana del chat.

Además, Telegram es un servicio de almacenamiento en la nube. A diferencia de lo que ocurre en WhatsApp, no requiere tener el teléfono encendido para utilizar el cliente de escritorio. La explicación es sencilla: sus apps trabajan de forma independiente y no es necesario que se sincronicen entre ellas para actualizar los mensajes. Por esta misma razón tampoco precisa de la misma copia de seguridad que paraliza WhatsApp en mitad de una conversación.

Los desarrolladores de Telegram tienen claro que, cuanto menos se necesite salir de la aplicación, mejor es la experiencia de conversación. El problema es que cuando alguien enviaba un enlace había que recurrir a un navegador externo, el cual ralentizaba mucho la tarea de leer un simple párrafo. Para solucionarlo, crearon una función de vista rápida que trabaja de forma nativa y muestra inmediatamente el contenido. Lo mismo ocurre con los vídeos de YouTube, que se reproducen en un pequeño recuadro dentro de la ventana de conversación.

Otra ventaja es que para agregar a alguien no es necesario tener el número de teléfono. Basta con buscar el nombre de usuario y empezar a hablarle, como si de Twitter se tratara. Y aunque parece un mero añadido sin importancia, Telegram también permite mandar stickers que pueden ser creados por cualquier persona.

Entonces, ¿qué app es mejor? Depende del uso. Lo único que está claro es que la guerra entre WhatsApp y Telegram no va a terminar en poco tiempo y que los beneficiados de esta competición, al final, son los usuarios de ambas.

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