La entidad financiera Cajasiete duplica sus beneficios en 2017, con 15 millones de euros antes de impuestos

Manuel del Castillo González (izquierda), director general de Cajasiete, junto a José Manuel Garrido, ejecutivo de Relaciones Institucionales en la misma entidad

Román Delgado

Santa Cruz de Tenerife —

La entidad financiera Cajasiete (la cooperativa de crédito Caja Rural de Tenerife) aprobó en su asamblea general celebrada el viernes pasado, 18 de mayo, sus cuentas del ejercicio de 2017 (junto al informe de gestión y la propuesta de aplicación del excedente disponible), en las que recoge un beneficio de 15 millones de euros antes de impuestos y de la dotación de su Fondo de Educación y Promoción (FEP), que es de 1,1 millones.

Esos 15 millones de beneficio bruto representan el doble de la cifra de cierre de ese mismo indicador en el año anterior, 2016 (algo más de siete millones de euros). En el resultado del año pasado, 2017, tiene mucho que ver, entre otros tantos factores, la evolución de la antes conocida como Caja Rural de Tenerife en segmentos tan relevantes como los depósitos y créditos: en el primer parámetro, Cajasiete ha logrado en 10 años, en el periodo 2007-17, un incremento del 95%, mientras que en el segundo la mejora llega al 42%, en idéntica etapa de análisis.

El director general de Cajasiete (la única entidad financiera con capital totalmente canario que presta servicios en las islas), Manuel del Castillo González, recalcó este miércoles, en la presentación a los medios de comunicación del balance de 2017, que su entidad lo que sobre todo hace y además consigue es “contribuir al desarrollo sostenible de Canarias”. Del Castillo ahondó en los resultados económicos y sociales del plan estratégico 2015-17 y avanzó que ya toca meterse de lleno en la edición correspondiente a 2018-2020.

La cooperativa de crédito Cajasiete (su marca comercial actual) tiene como dueños (socios) a 48.000 canarios (43.000 de ellos son personas físicas) y ha sido una de las pocas entidades financieras con aumento de oficinas en las islas, con dos más el año pasado, ambas en la provincia de Las Palmas (Fuerteventura y Lanzarote), y con la previsión de apertura de otra a lo largo de 2018.

En el archipiélago, de 2009 en adelante y en plena crisis financiera, las sucursales bancarias han pasado de 1.500 a 900, algo a lo que no ha contribuido Cajasiete, que sigue apostando por el trato cercano y personal a gran parte de sus clientes (tiene 96 oficinas, con 18 en la provincia de Las Palmas; el resto en la tinerfeña).

En el ejercicio de 2017, la entidad con origen agrario y domicilio social en Tenerife ha incrementado su número de trabajadores (ahora en 369), lo que no ha ocurrido de forma general en las empresas de su mismo ámbito en Canarias, y también ha obtenido mejoras notables en los apartados de depósitos y créditos durante el año pasado, siempre según datos comparados con 2016.

Los depósitos se han elevado el 9,3% (hasta los 1.910 millones de euros), como también ha ocurrido con los créditos (9,4%, con un total de 1.430 millones). El tamaño de la entidad, su volumen de negocio, ha crecido el 13%. En cuanto a la morosidad, la ratio es del 7%, con dos puntos menos que en 2016, mientras que el indicador de eficiencia también mejora, pues se coloca en la cota del 52,5%.

Cada vez con más cuota de mercado en las islas

En relación con la importancia de Cajasiete en su sector y ámbito territorial, hay que señalar que en 2017 concedió 4,10 euros (cuota del 4,10%) en créditos de cada 100 otorgados en las islas (en 2016 fueron 3,5), mientras que en el capítulo de depósitos se pasó a 6,45 euros por cada 100 (12 de 100 en Tenerife). En cuanto a oficinas, la entidad financiera canaria tiene 10,4 de cada 100 en estos momentos en las islas.

La cooperativa de crédito, según indicó su director general, se ha planteado como objetivo principal crecer por encima del 25% en depósitos y créditos en los próximos tres años, con el horizonte puesto en el cierre del año 2020.

Además, la previsión es estar en los 34 millones de beneficios brutos en ese último año y ganar volumen de negocio, con el 11% más en ese trienio. Todo esto, adelantó Manuel del Castillo, siempre a través del “reforzamiento de la solvencia de la entidad”.

Con el fin de alcanzar los parámetros que Cajasiete ha proyectado en su nuevo plan estratégico trienal, Del Castillo apunta que es necesario consolidar y aumentar la solidez de determinados aspectos cualitativos que son claves; a saber, la ya reseñada contribución al desarrollo de Canarias, la fidelización de los clientes y la consideración general de que Cajasiete es una empresa local “ideal para trabajar con ella”. A estas cuestiones, sin duda, se debe unir la profundización en la digitalización y, por lo tanto, en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Cajasiete cerró el ejercicio pasado con 5.279 contribuciones a la sociedad canaria, tanto sociales y culturales como deportivas. Ese global de acciones apoyadas por la cooperativa de crédito a través de sus instrumentos de retorno a la sociedad isleña representó un incremento del 36% respecto al balance de 2016. La misma entidad gastó casi 45 millones de euros (valor económico distribuido: sueldos y proveedores) en Canarias el año pasado.

En alianza con otras cajas rurales españolas

Cajasiete forma parte del grupo Caja Rural, que agrupa a 29 entidades con más de 2.300 oficinas y 8.000 empleados y tiene unos activos totales de 60.000 millones de euros. Este grupo hace realidad los principios cooperativos de solidaridad, ayuda mutua e intercooperación.

Las principales sociedades de ese grupo son: Banco Cooperativo Español, SA; Rural Servicios Informáticos, SC, y Rural Grupo Asegurador (RGA), por medio de las cuales se desarrollan todo tipo de actividades financieras y de servicios.

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