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Miguel Urbán, eurodiputado de Podemos: “Un billón de euros escapa de la Unión Europea a causa de la evasión fiscal”

Miguel Urbán, en la entrevista realizada en el Parlamento de Canarias

Lidia Rodríguez

Santa Cruz de Tenerife —

El cofundador de Podemos y eurodiputado Miguel Urbán Crespo ha pasado estos días por Tenerife, donde ha explicado cuáles son las claves para entender cómo funcionan los paraísos fiscales y qué propuestas plantea su partido para erradicar la evasión fiscal dentro de la Unión Europea (UE). Urbán señala en esta entrevista que la UE funciona como “un queso gruyer”, pues el dinero se escapa con gran facilidad y no existe una voluntad política real para acabar con la evasión fiscal dentro de algunos estados miembros.

Además, el eurodiputado de Podemos reconoce que se han cometido errores a la hora de transmitir la crisis catalana por parte de su partido, y ha recordado que fue Podemos una de las primeras organizaciones en reconocer, dentro de este escenario político, el derecho a decidir de los catalanes.

Miguel Urbán hace especial hincapié en los últimos avances del movimiento feminista y apuesta por las portavocías corales dentro de Podemos, con la finalidad de dar una mayor visibilidad a las mujeres presentes en el partido. El mismo político distingue dos gobiernos en España: “El que sale en los medios de comunicación, que es el de Mariano Rajoy, y el real, con una alianza entre Ciudadanos y Partido Popular”.

¿Cómo ha vivido la crisis interna en Podemos, con los roces entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón o el último percance con Carolina Bescansa?

A veces se han confundido las disputas y diferencias políticas sanas y normales no solo dentro de un partido político sino incluso en un grupo humano, y se han convertido muchas veces en una telenovela. Es cierto que los medios de comunicación no han ayudado, pero nosotros también hemos sido los que menos ayudamos debido a que hemos sido los protagonistas de esa telenovela, en vez de trasladar un debate político normal.

Muchas veces hemos fracasado en eso, y al final parece que son problemas entre Íñigo Errejón y Pablo Iglesias o Carolina Bescansa, y no es así. Muchas veces no hay siquiera un componente de disputa personal, sino diferentes líneas, y creo que es sano que existan. Luego están las meteduras de pata de Carolina Bescansa por Telegram. ¡Hombre!, yo no hubiera puesto eso por escrito, pero cada uno es libre de hacer lo que quiera. Cada uno puede postularse a ser secretario general. Esto es lo bueno de Podemos. En este último episodio, que ha sido el de Madrid con las primarias, hemos dado un espectáculo, justo cuando teníamos unas crisis institucional en la Comunidad de Madrid que demandaba otras cosas. Pero el problema empezó antes, con unas primarias que no se tenían que haber convocado. Antes de hablar de nombres, teníamos que hablar de proyectos políticos para Madrid. Este fue el principal problema.

¿Cree que esto ha perjudicado a Podemos de cara a las futuras elecciones?

No nos ha venido bien. También es cierto que todo pasa tan rápido que de esto, que ocurrió hace un mes, dentro de dos ya nadie se acuerda. Lo que nos perjudica más que el espectáculo es no poder tener un debate sereno y adecuado sobre lo que necesita Madrid y sobre qué proyecto político queremos tener. Todavía hay un año para conseguirlo; tenemos un año para hacer un proceso de unidad popular que no solo sume partidos sino organizaciones y movimientos sociales, sobre todo gente que no esté adscrita y dentro de un proceso que desborde a Podemos e Izquierda Unida como sujetos políticos, como fue el caso de Ahora Madrid, una experiencia con la que se consiguió la victoria.

¿Qué enseñanzas ha obtenido Podemos de todo lo ocurrido?

Bueno, es demasiado pronto para poder decir que hemos obtenido enseñanzas. Eso se tiene que demostrar con hechos. Creo que si ahora, después de este proceso, nos sentamos y hacemos un buen debate programático, de forma unitaria y no solo con sujetos políticos, sino con organizaciones sociales y capilarizando ese debate político que necesitamos, y no solo para ganar Madrid sino para transformar la ciénaga cochambrosa de corrupción en la que ha convertido el Partido Popular las instituciones madrileñas, ello querrá decir que conseguimos construir un proceso participativo de unidad popular similar al de Ahora Madrid. Entonces, habremos sacado lecciones de lo que ha pasado estas semanas.

¿Podemos corre el riesgo de parecerse a las viejas estructuras de poder de los partidos?

Siempre. Decir lo contrario sería mentir o mentirnos. Ese riesgo siempre existe; por eso hay que estar en alerta. Para mí lo más importante no es confiar en un partido o en la estructura de un partido, sino confiar en la gente haciendo política. Esta fue una de las cosas que demostró el 15M. Por ello, es muy importante crear procesos que desborden social y políticamente las estructuras partidarias, y así hay que fomentar los espacios de poder popular.

Creo que el movimiento feminista es lo más interesante que nos ha pasado en los últimos años, del que tenemos que aprender muchísimo. Lo que está pasando con los pensionistas es otro aire fresco que puede ayudar a que no perdamos el horizonte de lo que venimos a hacer aquí, que era transformar una sociedad y unas relaciones de poder. Unas relaciones de poder que, si no somos lo suficientemente cuidadosos, también se reproducen dentro de las estructuras del partido. Se está construyendo un nuevo movimiento obrero que en 2017 ha duplicado las horas de huelga en cuestiones ofensivas, para conquistar derechos, y no como hasta ahora, que era para no perderlos. Ahora existe una necesidad que nace de un derecho. Estamos intentando ver cuántas necesidades tenemos. Esos derechos se construyen en las calles con movimientos populares y luego en las instituciones. Esta es la mejor vacuna para que esas relaciones jerárquicas de poder no se reproduzcan. Y sobre todo para que no nos convirtamos en un partido más, que es el principal peligro de Podemos.

Habla del movimiento feminista. ¿Le gustaría tener una secretaria general en Podemos? ¿Lo ve posible?

Claro. Lo veo necesario. Nosotros, en el primer Vistalegre, reclamamos que no tuviéramos secretario general; en el segundo Vistalegre, reclamamos que no tuviéramos secretario general y que tuviésemos portavocías corales. Planteamos que tuviéramos dos coordinadores, un hombre y una mujer. Lo volvimos a plantear en el segundo Vistalegre. En ese momento, no conseguimos que nuestras propuestas fueran mayoritarias. Esperemos que en el siguiente periodo sí lo sean. Es un modelo que se está ensayando en otros partidos europeos, las copresidencias. Se hace en Portugal, Los Verdes lo hacen en Alemania y yo creo que sería una oportunidad para la política española.

¿Qué espera usted que ocurra con la negociación del nuevo presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027 y cuál será el impacto final que los recortes anunciados tengan para España?

Todavía se está viendo. Es una negociación tripartita entre Consejo, Comisión y Parlamento. Nosotros ya votamos en el Parlamento, y ahora hay que ver cómo se va dando esa negociación. Evidentemente, la salida del Reino Unido va a tener un impacto. Presumiblemente, puede tener un impacto negativo sobre los fondos de cohesión que recibe el estado español. Todo nos lleva a que tengamos esos indicadores. También va a haber un impacto negativo sobre la PAC y sus ayudas. Por desgracia, donde la UE pone investigación debería poner militar. Se está escondiendo la inversión en defensa, que es algo que no está contemplado en los tratados de la UE, poniendo la palabra investigación. Es muy negativo. El problema no es tanto de recortes como de reparto del dinero dentro de los presupuestos. Es más de cómo se organiza el propio presupuesto de la Unión Europea.

Que todos los países aporten lo mismo no es justo, y creo que no debería ser así. Entiendo que no puede haber un presupuesto real de la Unión Europea si no hay una armonización fiscal. Es absurdo que tengamos una moneda única sin tener una fiscalidad común, porque vemos procesos de dumping fiscal entre países. Hay países que fomentan el dumping fiscal o directamente son paraísos fiscales. Mucha gente señala a Malta o Chipre, pero realmente los importantes son Holanda o Irlanda, con una fiscalidad muy agresiva para intentar atraer multinacionales. Creo que eso no se debería permitir dentro de la Unión Europea, pues es lo que verdaderamente posibilitaría tener un presupuesto adecuado para intentar mitigar las asimetrías que hoy tenemos.

¿Cuál es su opinión acerca de los paraísos fiscales? ¿En qué líneas se trabaja en la Unión Europea para regularlos o erradicarlos?

En grandes palabras, todos estamos en contra de los paraísos fiscales, pero la Unión Europea no hace nada en contra de los paraísos fiscales, aunque vende que hace mucho contra ellos. Yo soy el coordinador de nuestro grupo parlamentario tanto en la comisión de investigación sobre los papeles de Panamá como ahora en la de los papeles del paraíso. En ambas hay cosas clarísimas, con conclusiones que son demoledoras. La conclusión de los papeles de Panamá es que perdemos un billón de euros al año en impuestos en la UE por evasión y elusión fiscal.

El problema es que el capitalismo líquido en el que vivimos ahora mismo es como si hubiera una piscina llena de agua en la que hay una rendija y el agua se va. Pero en la UE no es que haya una rendija; es que se trata de un queso gruyer y el dinero se va por todos los sitios. Tenemos estudios que comprueban que la libre circulación de capitales fomenta la evasión fiscal; de hecho, no tener una armonización fiscal fomenta el dumping entre estados. El dumping no deja de ser la elusión fiscal o evasión organizada entre estados, y eso pasa dentro de la UE. Tenemos paraísos fiscales dentro de la UE, y no lo digo yo, ni mi grupo, lo dice Oxfam Intermón.

Luxemburgo es una de las madres nodriza de todos los paraísos fiscales; de hecho, los paraísos fiscales más importantes están en la UE o en el Espacio Económico Europeo. Luego están los de las palmeras: Panamá, Bahamas... Normalmente, en estos casos son intermediarios. El dinero donde está es en Luxemburgo, Holanda, Suiza. No hay un verdadero interés por acabar con la evasión y elusión fiscales. La UE ha sacado una lista negra con paraísos fiscales que realmente es una lista para blanquear paraísos fiscales. De hecho, no han parado de caer paraísos fiscales de esa lista. No solo no metieron ninguno europeo sino que no metieron a Bahamas, que aparecía en los papeles del paraíso. O se hacen reformas valientes y hay voluntades políticas o va a ser un problema que cada vez agranda más.

¿Qué tipo de reformas plantean?

Lo primero que nosotros hemos planteado es una armonización fiscal en el conjunto de la UE. De hecho, es una locura tener una moneda única sin tener una fiscalidad única. y evitar el dumping fiscal dentro de estados. Segundo, acabar con los paraísos fiscales que están dentro de la UE. Tercero, una lista adecuada de paraísos fiscales con sanciones para los países que se mantengan. Hay un estudio que dice que si por ejemplo España, Italia, Portugal y Grecia hicieran sanciones económicas y comerciales a Suiza hasta que dejara de ser un paraíso fiscal a Suiza le saldría más rentable dejar de ser un paraíso fiscal que asumir esas sanciones. Cuanto más dinero se reúne en paraísos fiscales más aumenta la desigualdad. Según algunos estudios, el 10% de la riqueza mundial está en paraísos fiscales. La tributación es la única forma o la forma más primigenia que tienen los estados para repartir la riqueza. Justamente estamos viendo que el principal problema es el de reparto de la riqueza. 

Las encuestas, de forma general, restan apoyos electorales a Podemos ¿Qué está pasando? ¿Por qué hay esta supuesta retirada de votos?

Las encuestas son como una foto fija. No son tanto una historia o una película, sino que de repente, en el momento en que te preguntan, hacen una foto. Si vemos la secuencia de esas fotos fijas, en las últimas encuestas que han salido desde enero hasta ahora se ve que hay una progresión del voto a Podemos. Tuvimos una tendencia a la baja y ahora mismo vemos una subida amplia de votos que yo creo que reconecta con los procesos de movilizaciones sociales. Tiene mucho que ver con esto. No solo nos tenemos que fijar en las fotos fijas, sino que debemos preocuparnos de cómo volvemos a movilizar a las bases de Podemos y cómo somos partícipes de una removilización general que cuestione las políticas de precariedad y austeridad del Gobierno. Hay que conseguir hacer un proceso de reorganización, un proceso que desborde a Unidos Podemos. Si volvemos a hacer la foto fija, vemos que la diferencia entre los cuatro partidos es mínima.

¿Han estado fallando las bases de Podemos?

No, si acaso hemos estado fallando nosotros, la dirección de las bases de Podemos. Las bases nunca han fallado al proyecto de Podemos.

¿Se muestra satisfecho con el papel que ha jugado Podemos en la crisis catalana?

Sí y no. Creo que Podemos ha sido muy valiente. Podemos ha tenido la postura correcta. De hecho, si hacemos ahora una encuesta vemos que la mayoría de los españoles y españolas creen que una solución política y dialogada en torno a que se pueda expresar la voluntad de los catalanes con un referéndum pactado y negociado ahora mismo es mayoritaria. Antes no era así. Nosotros tenemos una parte de culpa en intentar poner sensatez en la insensatez. Una insensatez que viene de antes de que naciera Podemos. El Partido Popular, confundiendo sus intereses de partido con los intereses del Estado, llevó al Constitucional el Estatut catalán y eso fue un agravio para el pueblo catalán. Esto ha crecido como una bola de nieve y el Partido Popular no solo no ha querido pararla sino que ha dado vía libre al proceso, porque también en cierta medida le interesaba. En Podemos hemos tenido una postura en la que prima la democracia. 

¿Se pudo haber expresado esa postura con mayor nitidez?

Claro, creo que hemos tenido una postura valiente y acertada, pero también hemos hecho cosas mal. La primera es que muchas veces hemos tenido voces que decían una cosa y la contraria. No hemos comunicado lo suficientemente bien, aunque era un momento político muy difícil de comunicar. Nosotros hemos hecho muy bien no solo defendiendo la democracia sino oponiéndonos al 155, que es una barbaridad. Pero, repito, muchas veces hemos dicho una cosa y la contraria, y no hemos expresado demasiado bien esa apuesta de Podemos por el derecho a decidir y que Cataluña tenga un encaje.

Las encuestas ahora anuncian que la suma de PP y Ciudadanos da para gobernar; en cambio, en la izquierda solo habrá opciones de llegar al poder en el caso de establecer una alianza con el Partido Socialista de Pedro Sánchez. ¿Cómo ve esta posibilidad?

De momento, lo que hemos visto en el Congreso es que quien suma para los temas importantes es PP, Ciudadanos y Partido Socialista. Hay un gobierno real y luego está el gobierno que sale en la tele, que es el de Mariano Rajoy. El real es el de Ciudadanos y el Partido Popular, y la muleta de este gobierno, por desgracia, es el Partido Socialista. El PSOE decide pactar no solo en lo del artículo 155, sino, por ejemplo, en la Comisión de Justicia, donde llevamos diferentes propuestas de varios grupos parlamentarios para desclasificar los informes que había sobre el asesinato de Germán Rodríguez en los Sanfermines de 1978. Otra vez más, el Partido Popular, Ciudadanos y el Partido Socialista votaron en contra. Qué miedo tienen 40 años después a que sepamos lo que ocurrió.

También votaron en contra de una propuesta parlamentaria para adaptar la Ley de Amnistía a los preceptos de Naciones Unidas, para que no se convirtiera en una ley que evitará juzgar a los torturadores y asesinos franquistas en nuestro país y así no tener que ir a Argentina. Es especialmente doloroso porque estaban traicionando la memoria de muchos luchadores socialistas. Gracias a esto vemos, por ejemplo, cómo el torturador Billy el Niño está cobrando un plus en su pensión porque fue condecorado en democracia.

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