La Candelaria inicia un proyecto piloto para promocionar el uso adecuado de antibióticos

Uno de los edificio del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, en Tenerife

Europa Press

Santa Cruz de Tenerife —

El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria ha iniciado un proyecto piloto sobre el uso de antimicrobianos (PROA), cuyo objetivo es analizar, estudiar y controlar la dispensación de antibióticos en los tratamientos pautados en los pacientes.

Este proyecto pretende no sólo mejorar los resultados clínicos en salud de los pacientes hospitalizados con infecciones, sino también minimizar los efectos adversos asociados al uso de este tipo de antibióticos, especialmente la resistencias bacterianas, cada vez más díficiles de afrontar.

El proyecto PROA nace en el seno de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología (Seimc) con el consenso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph).

La razón está en la preocupación de estas sociedades por la actual complejidad a la hora de tratar enfermedades infecciosas con antimicrobianos y la detección del incremento de las resistencias que las bacterias presentan a estos medicamentos.

En este sentido, el Hospital de La Candelaria se encuentra en la fase inicial de este proyecto coordinado desde la Comisión de Infecciones del HUNSC y formado por un equipo multidisciplinar en el que participan especialistas de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, Microbiología, Farmacia, Medicina Preventiva y Medicina Interna.

“Desde hace seis meses este comité revisa los tratamientos antibióticos dispensados a los pacientes hospitalizados en Medicina Interna, estudia y emite recomendaciones sobre los tipos de antibióticos más adecuados, la duración estimada de los tratamientos, las dosis y su adecuación según los resultados de los cultivos microbiológicos de cada caso”, explica el doctor Marcelino Hayek, presidente del Comité de Infecciones del Hospital.

La finalidad de la aplicación de este programa de control de antimicrobianos consiste en mejorar el tratamiento farmacológico que se indica para cada paciente y de esta manera, intentar disminuir la resistencia a los efectos de los antibióticos, la estancia media hospitalaria y por ende, mejorar el coste-eficacia de los tratamientos antimicrobianos.

“En los primeros seis meses de aplicación del proyecto PROA en el Hospital se ha modificado la actitud terapéutica en un 50% de las prescripciones de antibióticos, lo que supone optimizar los recursos y así trabajar en la disminución de la morbi-mortalidad”, señala Marcelino Hayek.

El uso de antimicrobianos ha supuesto un gran beneficio pero a la par que se ha generalizado su empleo a escala mundial, los microorganismos también han evolucionado de forma natural haciéndose cada vez más fuertes y resistentes a los agentes antibióticos“.

Ello ha supuesto que esta resistencia a los medicamentos, junto al consumo generalizado de antibióticos por parte de profesionales sanitarios y usuarios, además de la escasa perspectiva de fabricación de fármacos nuevos y potentes, sea más complicado tratar enfermedades e infecciones graves, de ahí la implicación de las sociedades científicas, profesionales sanitarios e instituciones en buscar soluciones que permitan optimizar de forma razonada el uso de antimicrobianos.

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