David López (Marvel): “No incluir la homosexualidad y la diversidad racial en los cómics es vivir en Krypton”

David López, historietista de Marvel

Europa Press

Santa Cruz de Tenerife —

En el año 2012, la editorial Marvel llevó el debate sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo a las páginas de sus cómics, tras anunciar la primera boda gay de un superhéroe. Un año antes, tras la muerte de Peter Parker, Marvel también decidió cambiar los rasgos del nuevo Spider-Man, cuyo nombre será Miles Morales, un adolescente de raíces afroamericanas y latinas natural de Nueva York.

“En Marvel siempre han estado muy pegados a la actualidad y han visto que a sus lectores les parece bien que en sus cómics haya la diversidad que hay en la realidad. El matrimonio homosexual y la diversidad racial son una realidad, por lo que no incluirlo en los cómics es vivir en Krypton”, asegura David López, historietista nacido en Las Palmas de Gran Canaria que ha trabajado para DC y lo hace ahora para Marvel.

En una entrevista con motivo de su participación en TLP Tenerife, David López ha afirmado que en Marvel “todas sus ciudades son reales, donde hay gente de todos los colores y de todos los sexos”. También alaba la “apuesta feminista” que está haciendo la editorial estadounidense.

“El mercado está asumiendo estos cambios y Marvel es una empresa que se debe al beneficio y tiene que vender cómics. ¿De qué sirve hacer cómics estupendos y muy exclusivos si nadie los compra? Marvel está haciendo cómics que funcionan y está enseñando la realidad de la gente que los hace; gente de todos los colores, de todos los sexos y de todas las tendencias”, comenta.

A principios de la década pasada, David da el salto al mercado norteamericano, donde primero trabaja en DC y luego pasa a hacerlo en Marvel. Reconoce que es como jugar en el Madrid y en el Barça, pues en lo que a cómics de superhéroes se refiere “no hay nada más arriba”.

En su opinión, DC y Marvel tienen “más o menos los mismos estilos”, aunque la dirección artística de Marvel “asume más riesgos”. No obstante, fue una cuestión “emocional o sentimental” la que hizo que cambiase de editorial, pues admite que le gustan más los cómics de X-Men. “Es donde quería estar y como son tantas las horas que pasas trabajando, mejor hacerlo en algo que te importe. Los personajes de DC también me gustan, pero la relación emocional no es la misma”, asevera el historietista.

El momento “más dulce”

Los cómics son una industria que mueve cada año millones de dólares en Estados Unidos y que está llegando a cifras de venta muy altas, pero para David López el momento “más dulce” es a nivel creativo: “Ahora se están haciendo unos cómics maravillosos. Hay muchísimos tipos diferentes; incluso en las editoriales más mainstream, como DC y Marvel, ahora tienes estilos que hace diez años no se daban y con los que no podías soñar”.

El dibujante también pone en valor la diversidad que ofrece el webcómic, que permite hacer “cualquier cosa que te guste”, o el manga, “el mejor ejemplo de la diversidad de estilos y de temáticas” y del que reconoce estar “enganchado” a 'Ichi Efu', de Kazuto Tatsua, un cómic que narra su experiencia como trabajador de Fukushima.

Si hablamos de España, admite que a nivel industrial estamos peor que el resto de Europa, pero no a nivel autoral: “Cada vez hay más autores que pueden vivir de su trabajo y que están trabajando en Estados Unidos y en el mercado europeo; y otros que hacen su propio producto para el mercado nacional y que luego se publican en el exterior, donde tienen muy buena acogida, como David Rubin o Álvaro Ortiz”.

Un público más joven

La mayoría de los lectores de cómics son adultos, algo con lo que coincide David López: “Antes el cómic de superhéroes estaba enfocado a un público más joven, y ahora las grandes cabeceras están enfocadas al público que era un niño hace cuarenta años”. Este hecho hace que aumente la complejidad de las historias, pues “un lector de 40 años exige que haya una solidez con lo que es la vida real, algo que al lector infantil le da igual, porque en el fondo sólo le interesa la aventura que le cuentan”.

Sin embargo, David sí reconoce que existe una “extraña paradoja”, y es que hoy se hacen cómics para mayores pero que también tienen que poder leer chavales de 10 o 15. En este sentido, destaca 'Miss Mavel', un cómic destinado a un público más juvenil que narra las aventuras de Kamala Khan, una joven chica musulmana. También valora que después de la línea 'Ultimate', Marvel haya apostado por un Spider-Man nuevo, más joven, sin el trasfondo que tenía Peter Parker.

Asimismo, la televisión ha traído la oportunidad de hacer cómics para los más pequeños, como Hora de Aventuras o Steven Universe, pero el historietista afirma que superhéroes para niños no hay: “Ahora los niños entran en este universo a través de las series de animación, videojuegos, películas y, con suerte, alguno caerá a los cómics de superhéroes de mayores”.

Matar a un superhéroe

A la hora de dibujar, David no oculta que se le ha pasado por la cabeza que hay personajes que ya deberían haber muerto: “Superman ya no cuela y si Batman hubiera empezado a los 15 años a ponerse el traje, hoy tendría 85 años, y aunque es un atleta y muy rico, con 85 años ya tienes una edad”.

En cualquier caso, comparte que dramáticamente ahí hay una historia que contar, pues “estamos ante un Batman que es un señor que a sus 85 años se tiene que poner una armadura y que ya no es el de antes”; pero advierte que la parte del negocio que más produce en la industria de los superhéroes no son los cómics -que son “la ganancia residual”-, sino el merchandising, las licencias y la explotación de unos iconos que están en la memoria colectiva.

Quizá eso explica que personajes como Spider-Man ya lleven hasta tres reboot en el cine -sin contar la película de 1977-, que Robert Downey Jr. lleve diez años poniéndose el traje de Iron-Man o Hugh Jackman casi veinte como Lobezno. “En el cómic puedes hacer que Batman sea joven para siempre, pero Robert Downey Jr. no va a ser joven toda la vida, ni Harrison Ford, ni Hugh Jackman”, afirma David López.

En este sentido, señala que el cine y el cómic son muy diferentes: “El formato del cine son dos horas y media de película que no pueden contar los 300 números de X-Men porque son formatos que no son compatibles”. Sin embargo, David considera que Marvel está consiguiendo con sus nuevas películas de superhéroes “dar con la dosis justa de humor, aventura y acción que se necesitaba”.

De lo local a lo universal

David López nació en Gran Canaria, por lo que siempre ha intentado que en sus cómics aparezcan detalles que recuerden a las islas. De hecho, afirma que si pudiera escribir el guión, haría una historia con guanches o mostraría Canarias como una Atlántida mítica. En su opinión, el objetivo es hacer cosas yendo desde lo más local para llegar a lo más universal, algo que los japoneses saben hacer muy bien en sus cómics.

Ahora se está tomando un tiempo para escribir una historia propia que en principio querría publicar en digital para no dejar aparcada la carrera de escritor, que es como empezó: “Estoy en el momento perfecto para reciclarme, parar, tomar aire y replantearme las cosas”.

A medio plazo, sí le gustaría escribir sus propios cómics en Marvel: “Me encantaría hacer Nuevos Mutantes, contar la historia de esos mutantes que no llegan nunca a X-Men, que salen una temporada y desaparecen y nadie sabe qué ha sido de ellos y acaban muriendo de fondo en un gran evento. Me gustaría coger cuatro o cinco personajes de esos y hacer mis historias. Cuatro mutantes que viven vidas normales y contar historias cotidianas pero con superhéroes”.

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