T4, terminal de trasbordo a la solidaridad

Los once activistas que protagonizan la huelga de hambre en el aeropuerto madrileño.

Tenerife Ahora

Santa Cruz de Tenerife —

Desde la tarde del pasado viernes, 30 de enero, un pequeño rincón de la T4 del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas se ha convertido en un punto de referencia internacional para visibilizar la causa de Hassanna Aalía, un joven saharaui al que el Ministerio del Interior español ha denegado la solicitud de asilo político.

Con el objetivo de que el Ejecutivo español dé marcha atrás y evite que el próximo 4 de febrero sea deportado a Marruecos, donde le espera una pena de cadena perpetua por participar en el campamento Gdem Izik, once activistas españoles, entre los que se incluyen varios canarios, protagonizan una huelga de hambre en el aeropuerto madrileño que está recabando multitud de apoyos por parte de numerosas organizaciones políticas, sociales y culturales de todo el país y en especial del Archipiélago.

En esta línea se ha pronunciado Izquierda Unida Canaria (IUC) que advierte que “denegar el asilo político conculca el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas, ratificado por España, y contraviene la legislación española y, asimismo, supondría condenar a la tortura y el encarcelamiento arbitrario a un activista por los derechos humanos”.

IUC apoya y aplaude la huelga de hambre que están acometiendo este grupo de activistas, al tiempo considera que “se trata de un gesto tan solidario como necesario y que, por lo tanto, no debe ser objeto de ningún tipo de sanción o represalia por parte de la administración”.

Idénticos argumentos esgrime el partido Sí se puede, de hecho, una de sus militantes en la capital tinerfeña, Maruxa García Méndez-Bencomo, se ha sumado a la huelga de hambre.

La ecosocialista cree que esta acción solidaria refleja un ejemplo más de “la voluntad ciudadana de acompañar la lucha de un pueblo hermano, contra el que se está cometiendo un sin número de acciones de clara violación de los derechos humanos por parte del Gobierno de Marruecos con la complicidad de estados como el español”.

Maruxa García espera que con ella “se logre poner el foco sobre el caso de Hassana Aalía y el trato que están recibiendo decenas de personas que cada año reclaman un asilo político y que son devueltos a sus países de origen a riesgo de sufrir tortura, prisión e incluso la muerte”.

Con el paso del tiempo, los activistas, que están en huelga de hambre, empiezan a sufrir mareos, dolor cabeza y de estómago, aunque sostienen que siguen “con fuerzas para luchar y reivindicar los derechos de Hassanna Aalia, a pesar del acoso policial que están sufriendo”.

De hecho, denuncian que “la Policía les obliga a identificarse continuamente y les amenaza con multas de hasta 45.000 euros”.

Por contra, han recibido la visita de numerosos simpatizantes que les llevan agua y apoyo moral.

También están recabando muestras de cariño y aliento a través de las redes sociales donde informan puntualmente de su estado y colectivos de todas las latitudes del planeta, hasta de Chile y Brasil, cuelgan mensajes a favor del asilo de Hassana Aalia y en contra de la represión política en el reino marroquí.

De manera paralela, en Canarias se han realizado otra serie de acciones como un performance de denuncia, visibilización y apoyo al activista saharaui que tuvo lugar este sábado en La Palma, el reparto de información a los usuarios del aeropuerto de Los Rodeos, en Tenerife, sobre el caso de Hassana y la huelga de hambre.

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