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The Guardian en español

Militantes laboristas buscan en los tribunales su derecho a votar en las próximas primarias

Corbyn afronta un reto en su candidatura como líder laborista

Haroon Siddique

El órgano de gobierno del Partido Laborista no estaba autorizado a prohibir que las 130.000 personas que recientemente se han convertido en afiliados del partido puedan votar en el próximo proceso de primarias, según una decisión de un juez del Tribunal Supremo. Cinco afiliados cuestionaron la decisión del comité ejecutivo nacional del partido que concluía que solo los inscritos antes del 12 de enero tenían derecho a votar. Después de hacerlo, fueron expulsados.

Un abogado que representa al grupo acusó al comité ejecutivo nacional de dejar fuera de la lucha por el liderazgo entre Jeremy Corbyn y Owen Smith de manera ilegal a ellos y muchos otros.

La fecha límite para los afiliados fue decidida al final de una larga y conflictiva reunión del comité ejecutivo el mes pasado. Corbyn ya había salido a saludar afuera a los seguidores, tras conseguir el voto que le permitía estar en una de las papeletas sin reunir las candidaturas de los parlamentarios.

Tanto los seguidores de Corbyn como los de su oponente han estado reclutando activamente miembros en estos últimos meses, ayudando a que el número que afiliados aumente en más de medio millón, más que en el apogeo de Tony Blair.

Pero la decisión del órgano ejecutivo –que se produjo, según seguidores de Corbyn, después de que algunos afiliados tuvieran que marcharse de la misma por motivos personales– privaba del derecho al voto a unos 130.000 miembros recientes.

No está del todo claro qué proporción de los nuevos miembros estaría más próximo a apoyar al actual líder, pero se da por sentado a ambos lados de la contienda que los nuevos miembros son partidarios de Corbyn.

Este lunes, el juez Hickinbottom dictó que el comité ejecutivo nacional no posee entre sus derechos imponer dicha restricción.

“En el momento en el que cada uno de los demandantes se unieron al partido, lo común era entender que, según el reglamento interno, si se unían al partido antes de que comenzase el proceso electoral, como nuevos miembros tendrían pleno derecho en cualquier votación sobre el liderazgo”, dice la sentencia. “Esa fue la base sobre la cual cada demandante se unió al partido; y la base sobre la cual entraron a formar parte del contrato entre los afiliados. Por esa razón, los demandantes han tenido éxito”.

Los cinco afiliados, cuyas tarifas legales fueron financiadas a través de una campaña de crowd founding, habían asegurado que el reglamento interno del partido no hacía ninguna distinción y nunca lo había hecho en anteriores procesos de primarias de los laboristas. También argumentaron que cuando los afiliados se unía, la Web del Partido Laborista y otras comunicaciones les decían que serían “una parte crucial en el equipo” y, por tanto, con derecho a voto en cualquier proceso de votación para elegir nuevo líder.

Cuando el comité ejecutivo decidió que solo los afiliados que se inscribieron en el partido antes de 12 de enero podían votar, también autorizó que los nuevos afiliados, una categoría inferior a la de afiliado, pudieran participar en la elección después de pagar 25 libras (unos 30 euros).

Stephen Cragg QC (denominación que hace referencia a un selecto grupo de abogados que forma parte del Queen's Council), que representa a los cinco expulsados, le pidió al juez Hickimbottom que certificase que las reglas del partido no se habían aplicado bien y que estos afiliados tenían total derecho a participar en el proceso de votación.

Cuatro miembros con nombres y apellidos cuestionaron la decisión: Christine Evangelou, el reverendo Edward Lair, Hannah Fordham y Chris Granger. El quinto solo aparece en los documentos del tribunal bajo las siglas F.M. porque es menor de edad. El juez ha ordenado al órgano ejecutivo del partido devolver a tres de los demandantes las 25 libras que habían pagado por encima de sus cuotas de afiliado para poder votar en las primarias.

“Estoy seguro de que el partido querrá estudiar el fallo y determinar los siguientes pasos a seguir. Owen seguirá adelante con la tarea de mostrar su proyecto a los afiliados y seguidores del partido a los largo del país”, dijo un portavoz de Owen Smith.

Hickinttom ha otorgado al órgano ejecutivo del partido la posibilidad de presentar una apelación, aunque dijo que lo hacía con cierta reticencia. “He tomado la firme decisión de que las reglas del partido no le daban al comité ejecutivo el poder de restringir el derecho a voto como proponía hacer. No estoy seguro. Estoy convencido de que lo contrario es discutible”. Dijo que la corte de apelaciones escucharía el caso el jueves si el recurso era presentado a tiempo.

El comité ejecutivo ya ha anunciado que presentará una alegación contra esta decisión judicial, mientras que Owen Smith ha pedido que se amplíe el calendario para que todos los afiliados “tengan la oportunidad de participar”. En una declaración, el Partido Laborista ha anunciado que luchará contra la sentencia: “El comité de procedimientos ha decidido que el Partido Laborista apele esta decisión para defender el derecho del comité ejecutivo, como órgano de gobierno del partido, para defender el reglamento interno, incluido el uso de congelación de fechas”.

Traducido por Cristina Armunia Berges

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