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Australia prohíbe a sus ministros tener relaciones sexuales con miembros de su personal

El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull (i), junto al viceprimer ministro, Barnaby Joyce (c), durante una sesión de control al Gobierno en la Cámara de Representantes del Parlamento en Canberra, Australia.

Katharine Murphy

El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, prohibirá que sus ministros puedan tener relaciones sexuales con miembros de su personal, como respuesta a un escándalo que ha protagonizado el viceprimer ministro y líder del Partido Nacional de Australia, Barnaby Joyce.

Turnbull ha anunciado esta medida al término de una semana parlamentaria dominada por la polémica en torno a la relación de Joyce con una exintegrante de su equipo, Vikki Campion. El Daily Telegraph de Sydney publicó una fotografía en su portada que confirma que Joyce se ha separado después de 24 años de matrimonio y que Campion está embarazada.

El primer ministro ha señalado que Joyce ha cometido “un grave error” y ha dejado sumidas en la angustia a las mujeres de su vida. También ha avanzado que Joyce se va a tomar unos días de permiso para reflexionar y buscar el perdón de su exesposa y sus cuatro hijas y “construir un hogar para su pareja y el bebé que esperan”.

Los comentarios del primer ministro sobre el comportamiento y las decisiones de Joyce reflejan que la relación entre ambos es tensa. Turnbull ha indicado que la polémica en torno a la relación del viceprimer ministro y Campion, que trabajó como asesora de comunicación de Joyce, abre muchos interrogantes sobre la mentalidad de “este gobierno y de este parlamento”.

El primer ministro también ha subrayado que es necesario que el código ético ministerial concrete “los valores de respeto en el lugar de trabajo y de integridad que los australianos esperan de nosotros”.

Ha afirmado que los australianos esperan que los parlamentarios se comporten con decoro. Los ministros tienen que “ser muy conscientes de que sus parejas y sus hijos hacen muchos sacrificios para que ellos puedan tener una carrera política y se merecen todo el respeto”.

Turnbull ha añadido que cuando uno decide ponerse al servicio de la sociedad “debe sentir estos valores”. Ha avanzado que va a incluir una disposición muy clara e inequívoca en el código ético ministerial: “Los ministros, con independencia de que estén casados o solteros, no podrán tener relaciones sexuales con miembros de su equipo”.

El primer ministro hizo estas declaraciones después de que se confirmara que Joyce no quedará a cargo del gobierno la semana próxima, como es habitual, cuando Turnbull viaje a Washington.

El primer ministro confirmó esta decisión durante la sesión de control parlamentaria del jueves, en un gesto evidente que equivale a un voto de no confianza para el líder del Partido Nacional.

Nadie en el partido salió en su defensa

Para complicar todavía más la situación de Joyce, el jueves por la tarde el Senado aprobó una moción para pedir su cese o dimisión. La moción se aprobó por 35 votos a favor y 29 en contra, y ningún político del Partido Liberal [partido del primer ministro] salió en su defensa.

El Partido Nacional tenía la esperanza de que la polémica en torno a Joyce se fuera calmando tras una semana complicada en el Parlamento pero el hecho de que Turnbull lo haya criticado públicamente y que más tarde haya hecho declaraciones sobre la necesidad de mejorar el código ético ministerial es un mal presagio para el viceprimer ministro.

A lo largo de la semana, los políticos más influyentes del Partido Liberal, incluido el primer ministro, han querido distanciarse de Joyce.

Un portavoz del viceprimer ministro ha señalado que ha sido Joyce el que ha tomado la decisión de pedir un permiso por causas personales. Lo ha hecho para poder “apoyar a su familia y a su pareja tras un escrutinio público muy intenso de su vida privada”.

Además de los esfuerzos más que evidentes del Partido Liberal para aislarlo, el jueves Joyce también tuvo que enfrentarse al escrutinio parlamentario por su relación con el empresario Greg Maguire, que ofreció alojamiento gratuito al viceprimer ministro cuando este se separó de Natalie, que fue su esposa durante 24 años.

Después de suspender el reglamento de la cámara para que Joyce tenga que rendir cuentas sobre esta relación, el Partido Laborista Australiano duplicó el tiempo para las preguntas.

El viceprimer ministro explicó al parlamento que Maguire contactó con él y le ofreció alojamiento en Armidale para que pudiera quedarse allí, como favor a un “colega” y sin pagar.

Sin embargo, la versión del empresario es completamente distinta. Antes de las declaraciones de Joyce había contado a dos periódicos que fue el viceprimer ministro el que lo contactó porque buscaba un sitio donde quedarse temporalmente y que se ofreció a pagar.

Además de tratar la cuestión de si Joyce había mentido a la Cámara de Representantes en su versión sobre la conversación con Maguire, y si este contacto es contrario al código ético ministerial, el Partido Laborista también sacó a relucir que el Departamento de Agricultura pagó 5.000 dólares en 2016 para un evento organizado en el hotel de Maguire en Armidale.

Con el objetivo de demostrar que el viceprimer ministro ha violado el código ético ministerial, Mark Dreyfus, portavoz laborista de Justicia, señaló que Maguire ya se había quedado con “5.000 dólares de los contribuyentes” cuando alojó gratuitamente al viceprimer ministro tras la separación de este.

Joyce mantiene que su versión es correcta y ha afirmado que desconocía que el Ministerio de Agricultura pagó 5.000 dólares australianos al empresario para un acto en el Quality Hotel Powerhouse. Señaló que no tiene nada de extraño no estar al corriente de pagos por estas cantidades teniendo en cuenta que el departamento de Agricultura tiene un presupuesto de miles de millones de dólares.

El código ético ministerial permite a los ministros aceptar regalos protocolarios y de valor simbólico como muestra de reconocimiento pero señala que no deben pedir o alentar con su comportamiento obsequios a título personal.

El código también establece que no es necesario inscribir los regalos “a título puramente personal” salvo que los jueces parlamentarios consideren que podría existir un conflicto de intereses.

El primer ministro explicó al parlamento que según la versión que ha dado Joyce de su conversación con Maguire “no pidió o alentó el obsequio, y que no ha vulnerado el código ético ministerial salvo que los parlamentarios que no estén conformes con esta versión consigan demostrar que ha mentido”.

Traducido por Emma Reverter

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