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The Guardian en español

Los futuros 'refugiados climáticos' por el deshielo del Ártico

La superficie helada del Ártico en invierno alcanza un mínimo histórico

Oliver Milman

El gobierno de Barack Obama ha advertido que Estados Unidos tendrá que lidiar con una ola de “refugiados climáticos” mientras el Ártico siga calentándose. Junto al gobierno canadiense, ha expresado su alarma por cómo está afectando el cambio climático a las comunidades indígenas.

La ministra estadounidense del Interior (departamento responsable de los asuntos medioambientales), Sally Jewell, planteó una dura perspectiva de comunidades reubicadas y vidas afectadas en su primera visita oficial a Canadá. El Ártico, que se está calentando el doble de rápido de la media global, acaba de alcanzar su mínima extensión de hielo desde que se registran datos, tras lo que se ha considerado un “invierno cálido, de locos”.

“Vamos a tener refugiados climáticos”, advirtió Jewell. “Tenemos que pensar cómo lidiar con una potencial reubicación de pueblos. Tenemos que dar un apoyo real y tangible desde el Gobierno. Debemos trabajar de la mano de las comunidades indígenas mientras toman decisiones muy difíciles sobre lo que es bueno para ellas”. La ministra prosiguió: “No podemos cambiar esto. Podemos frenar el incremento de las temperaturas, podemos quizá reducir algunos efectos si actuamos sobre el clima. Pero los cambios están en camino y son muy rápidos”.

Las temperaturas árticas cada vez más intensas, la disminución del hielo y el aumento del nivel del mar están teniendo consecuencias para los seres humanos y para otros animales, como los osos polares y las morsas. La capacidad de coger peces y desplazarse –o incluso de organizar la famosa carrera de trineos con perros de Alaska– está en peligro.

Jewell señaló que el remoto pueblo de Kivalina, en Alaska, se está “lavando”. Esta localidad costera, a unos 130 kilómetros por encima del círculo ártico, recibió la visita de Barack Obama tras las advertencias de que sus 400 habitantes tendrán que desplazarse por el deshielo que expone al pueblo al golpe de las olas.

Se espera que el problema se repita en otros lugares de Alaska y Canadá. Jewell manifestó que los líderes políticos deben “actuar y dar apoyo” a los esfuerzos para que las comunidades resistan mejor al cambio climático. Los republicanos estadounidenses se han opuesto hasta el momento a cualquier financiación para proteger o reubicar los pueblos de Alaska.

“El cambio climático no va solo de derretimiento de los hielos perpetuos, está teniendo un impacto enorme en las culturas”, dijo por su parte la ministra de Medio Ambiente de Canadá, Catherine McKenna, que se reunió con Jewell en Quebec. “Cuando la autopista de hielo ha desaparecido, las comunidades no pueden interactuar. Está teniendo un gran impacto en la comida y en la inseguridad alimenticia”.

McKenna añadió que hay “un gran compromiso para hacer más” por parte de Obama y del primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Los dos líderes se reunieron en Washington DC en marzo, y acordaron ayudar a llevar al mundo a una economía baja en carbono y reforzar las medidas para proteger el Ártico y a la gente que vive ahí.

Los científicos esperan que el Ártico esté totalmente sin hielo al menos durante unos días en verano para la década de 2040. La zona de hielo de verano se ha reducido unos 3 millones de kilómetros cuadrados desde 1980. La desaparición de ese hielo podrá abrir nuevas oportunidades de líneas navales a través de zonas que antes eran inaccesibles, lo cual provoca preocupaciones por posibles vertidos de petróleo y una mayor perturbación de la subsistencia de los pueblos indígenas.

Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo

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