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El golf deja de ser un crimen en China

El presidente Xi en una imagen de archivo

The Guardian

Tom Phillips | Pekín —

Jugar al golf no es un crimen. El Partido Comunista de China así lo ha decretado, abriendo paso a millones de fanáticos de este deporte. Prohibido por Mao –que despreciaba este “deporte de millonarios”– el golf disfrutó de un resurgimiento durante los años 80 y 90. En el año 2015 el presidente Xi Jinping prohibió este deporte a los 85 millones de miembros del partido en el marco de su ofensiva contra la corrupción.

Algunos artículos publicados en los medios controlados por el gobierno describían los campos de golf en China como hervideros de especulación donde las manos podridas de los funcionarios eran lubricadas por los favores de la gente de negocios.

“El campo de golf se está convirtiendo poco a poco en un campo de barro donde se negocia el poder con dinero”, decía un periódico dirigido por el Estado en 2015. Pero los líderes del partido parecen haber dado un paso atrás en la condena de este deporte esta semana.

“Es solo un deporte, no hay nada de correcto o incorrecto en practicarlo”, dice un artículo del periódico de la agencia anticorrupción china Comisión Central de Disciplina e Inspección (CCDI).

El periódico menciona en el artículo 87 del reglamento disciplinario del Partido Comunista que trata las posibles penas por poseer ilícitamente tarjetas de afiliación a clubs de golf. “¿Los funcionarios pueden jugar al golf mientras la nación intensifica sus esfuerzos para frenar la corrupción y promueve la austeridad?”, se pregunta el China Daily. “La respuesta es sí. Si lo pagan de su propio bolsillo”. “Jugar al golf no es un delito”, confirma el periódico.

Un reportaje en the Global Times sugiere que el Partido Comunista sigue teniendo serias dudas sobre el golf. Su Wei, un académico en una escuela comunista in Chongqing, contó al periódico que los campos de golf chinos se habían convertido en “arena de corrupción” donde los sobornos se ofrecen rutinariamente a los funcionarios. “El golf puede satisfacer la vanidad de algunos funcionarios, corrompiendo su estilo de vida, lo cual puede llevar a dañar la imagen del partido y a erosionar la capacidad de algunos funcionarios”, explica.

La incipiente comunidad de golf china es una de las que más afectada se ha visto por la ofensiva del presidente. Desde que llegó al poder algunas de las figuras más poderosas del partido han sido mandadas a la cárcel, incluido el antiguo consejero de Estado Ahou Yongkang y algunos de los altos cargos del Ejército Popular de Liberación.

En enero, Xi utilizó jerga golfística para anunciar su determinación de limpiar el Partido Comunista: “Para forjar hierro, uno debe ser firme”.

Traducido por Cristina Armunia Berges

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