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The Guardian en español

La embajada israelí en Reino Unido conspiró para “derribar” a diputados “hostiles” en el Parlamento británico

Cameron recibe a Netanyahu en Londres en septiembre de 2015.

Ewen MacAskill / Ian Cobain

El alto cargo de la embajada israelí en Reino Unido que conspiró para “derribar” a miembros del Parlamento considerados hostiles hacia Israel también estableció una serie de organizaciones políticas en Reino Unido que operaban como si fueran totalmente independientes.

Shai Masot fue grabado con una cámara oculta jactándose de haber creado varios grupos, de los cuales al menos uno tenía por objetivo influir en las políticas del Partido Laborista, pero siempre ocultando sus vínculos con Israel.

Los laboristas han pedido al Gobierno que lance una investigación de inmediato sobre “la indecente interferencia en las políticas democráticas de Reino Unido”. Un exministro tory también ha solicitado una investigación sobre los vínculos de la embajada israelí con dos organizaciones: Conservative Friends of Israel [Amigos Conservadores de Israel] (CFI) y Labour Friends of Israel [Amigos Laboristas de Israel] (LFI).

Mientras tanto, Masot ha sido enviado de vuelta a Israel y una funcionaria y activista conservadora que fue grabada debatiendo sobre las formas de desacreditar a miembros del parlamento ha tenido que dimitir.

Masot y Maria Strizzolo, representante de una agencia gubernamental de Educación y asesora de Robert Halfon, viceministro de Educación, fueron grabados por un hombre al que conocían como Robin, que resultó ser un periodista encubierto del equipo de investigación de al Jazeera que se hizo pasar por activista de Labour Friends of Israel.

Entre los miembros del parlamento que Masot y Strizzolo pensaban en “derribar” estaba Alan Duncan, viceministro de Exteriores y claro defensor del Estado palestino.

En las últimas grabaciones, Masot presume de haber creado organizaciones “en Israel y aquí” [en Reino Unido]. Preguntado a qué se refería, Masot responde: “Nada que pueda compartir, pero sí. Porque hay cosas que, ya sabes, ocurren, pero es bueno dejar a esas organizaciones que sean independientes. Pero, de hecho, les ayudamos”.

Nuevas organizaciones al servicio de Israel

Tanto CFI como LFI son organismos establecidos fundados en los cincuenta y los setenta respectivamente para apoyar a Israel y luchar contra el antisemitismo. En la grabación tomada por al Jazeera aparece Masot informando a Robin de que le quiere para dirigir una nueva organización, Young Labour Friends of Israel [Jóvenes Laboristas Amigos de Israel].

En una reunión el pasado julio, Masot explicaba que en 2015 tuvo la idea de formar un grupo llamado Young Conservative Friends of Israel [Jóvenes Conservadores Amigos de Israel] y que quería crear también la organización Young Labour Friends of Israel. “Cuando intenté hacer lo mismo con el Partido Laborista, pasaban por una crisis con Corbyn. Así que en su lugar, llevé a Israel a una delegación del (think tank progresista) Fabian Society”, señaló.

Masot afirmaba también en la grabación de aquella reunión que no quería que Jeremy Corbyn ganase a Owen Smith en la carrera por el liderazgo del partido. Durante otra reunión, Masot describía a Corbyn como “un líder loco”.

“Preferiría que el partido no se quede con Corbyn”, señala. Refiriéndose a varios diputados que habían visitado recientemente Cisjordania, añade: “Algunos de ellos están en contra de Corbyn, así que ¿quién sabe?”.

Masot aconsejó a Robin que lanzase la organización Young LFI organizando primero una recepción y después creando una lista de correo. La organización LFI tiene que ser rejuvenecida, añadió.

“No muchos jóvenes quieren afiliarse. Durante años, todo parlamentario que entraba en la Cámara se unía a LFI. Ya no lo hacen en el Partido Laborista. En CFI lo hacen de forma automática. Los 14 miembros elegidos en las últimas elecciones lo hicieron de forma automática. En los laboristas esto no ocurrió. Necesitamos que se sume más gente. Realmente es mucho trabajo”, explica.

Durante una reunión el mes siguiente, Masot sugiere a Robin que podría presidir el grupo que él está creando. También pide a Robin que no diga que la embajada ha establecido la organización. “Labour Friends of Israel es una organización independiente. A nadie le gusta que otro dirija su organización. Esta es realmente la primera norma en política”.

En septiembre, en un tren a Liverpool para la conferencia laborista, Masot dice a Robin que también está creando un grupo llamado City Friends of Israel. Una vez en Liverpool, la grabación muestra a Masot presentando a Robin en eventos sociales de la conferencia como el “presidente de Young Labour Friends of Israel”.

Los laboristas piden una investigación

La revelación de que Masot también intentaba influir en los asuntos del Partido Laborista estableciendo nuevos grupos políticos probablemente enfurezca a los líderes del partido, que ya han caracterizado la amenaza de “derribar” a diputados como un asunto serio de seguridad nacional.

Emily Thornberry, responsable de Exteriores en el Partido Laborista, señala: “Que un funcionario de la embajada israelí discuta sobre cómo acabar o desacreditar a un representante del Gobierno y diputados por sus visiones en Oriente Medio es extremadamente alarmante”.

“Este es un asunto de seguridad nacional. El miembro de la embajada debería ser retirado y el Gobierno debería lanzar inmediatamente una investigación sobre el alcance de esta indecente interferencia y exigir al Gobierno israelí que acabe con ella”, explica Thornberry.

Un viceministro de uno de los gobiernos de David Cameron indica que los esfuerzos de la embajada para ejercer un nivel inapropiado de influencia en la vida pública de Reino Unido fueron mucho más lejos que cualquier golpe para “derribar” a diputados poco comprometidos con Israel.

“La política exterior británica está en peligro con la influencia israelí en el núcleo de nuestra política”, dice el exviceministro en el Mail on Sunday. “Y las autoridades han ignorado lo que está pasando”.

“Durante años el CFI y LFI han trabajado con, e incluso para, la embajada israelí con el objetivo de promover la política israelí y frustrar la política y las acciones del Gobierno británico que intentan defender los derechos de los palestinos”, añade el exministro.

El exministro afirma en su artículo que es necesaria una investigación completa sobre los vínculos de la embajada de Israel con las organizaciones CFI y LFI y que, aunque los partidos políticos deben agradecer la financiación procedente de la comunidad judía de Reino Unido, no deberían aceptar ningún compromiso con Israel hasta que paralice los nuevos asentamientos en territorio palestino. “Esta financiación opaca y comportamiento deshonesto son un escándalo y una humillación nacional y se deben arrancar de raíz”, escribe.

Después de una disculpa del embajador israelí en Reino Unido, Mark Regev, el Gobierno británico declaró que lo consideraba un asunto cerrado. Sin embargo, Alex Salmond, portavoz de Exteriores del Partido Nacional Escocés, dijo que esa postura es inaceptable.

“Cabría esperar que el Gobierno británico investigue por completo este asunto para que podamos confiar en que nuestros representantes electos son libres para llevar a cabo su trabajo lo mejor que saben y sin el miedo de que se manche su reputación por miembros de la embajada que no están de acuerdo con su visión”, indicó Salmond.

“Es rocambolesco pensar que actuaba por su cuenta”

El papel concreto de Masot en la embajada no está claro. Se sabe que es un exoficial de la Armada israelí y se supone que continúa trabajando para el Ministerio de Defensa. Su tarjeta oficial lo describe como consejero político senior, pero la embajada afirma que no es diplomático.

En su perfil de LinkedIn, Masot dice que su trabajo incluye “fundar grupos políticos de apoyo en Reino Unido para maximizar el 'cortafuegos' israelí”. También afirma ayudar a asegurar “ajustes de legislación” en Reino Unido.

Antiguos diplomáticos aseguran que es muy poco probable que Masot actuase sin autorización. Sir William Patey, exembajador británico en Arabia Saudí, Irak, Afganistán y Sudán, señala: “Creo que es rocambolesco pensar que Masot actuaba por su cuenta. Sabemos que existe un lobby en este país que busca retratar de la mejor forma posible la política israelí, así como aislar y denigrar a sus críticos”.

Un destacado conservador señala: “Ningún diputado que haya tomado un interés activo en los asuntos de Oriente Medio, especialmente en el conflicto palestino-israelí, ignorará la fuerza del lobby israelí. Como la propia Israel, los lobbies son poderosos y efectivos y funcionan muy cerca del límite de lo normalmente aceptable”.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti

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