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The Guardian en español

Los africanos compran energía solar con el móvil

Habitantes rurales africanos sostienen placas solares // Wikimedia: SunJack

Murithi Mutiga

Nairobi —

Julie Njeri no le creyó a su hijo cuando éste le dijo que ya no necesitaba gafas para leer ni para hacer sus deberes.

Lo llevó al médico, donde le dijeron que el pequeño Peter Mwangi ya no sufría de la severa irritación ni del enrojecimiento de los ojos que habían provocado que terminara usando gafas. La madre de Peter exclamó: “¡Es un milagro!”

La explicación era algo más tangible. A fines de 2013, Julie y su marido compraron un kit de energía solar M-Kopa – algo que hacen 4.000 ciudadanos de África oriental cada semana.

El equipo, que cuesta unos 178 euros, viene con dos bombillas LED, una linterna LED, una batería recargable, adaptadores para recargar teléfonos móviles, y todo se carga con un pequeño panel de energía solar que se instala en el tejado.

Más de 300.000 familias en Kenia, Uganda y Tanzania que no tienen suministro eléctrico han comprado esta unidad que está conectada al sistema de transferencia de dinero móvil M-Pesa.

A través del móvil, después de pagar un depósito de 31 euros o 22 euros, dependiendo del historial crediticio, los clientes realizan pagos diarios de menos de 0,50 euros durante un año hasta haber saldado el costo total del equipo.

Este sistema ha llevado energía limpia a muchos hogares y da energía a miles de empresas, desde pequeñas tiendas en populosos asentamientos de gente de bajos ingresos, hasta restaurantes que ahora pueden abrir durante más horas.

Y lo más importante, niños como Peter ya no tienen que utilizar lámparas de queroseno para estudiar en hogares mal iluminados y sus padres agradecen poder ahorrar el dinero que antes gastaban en fuentes de energía contaminante.

Chad Larson, uno de los co-fundadores de M-Kopa, afirma que la idea surgió en una charla que dio Nick Hughes, ejecutivo de Vodafone, en la Escuela de Negocios de Oxford en 2007.

Hughes, a quien se le atribuyen las primeras investigaciones que llevaron a la implementación de M-Pesa en Kenia, afirmó ante el público que los teléfonos móviles podrían reemplazar a los bancos en la mayoría de los países en desarrollo.

La revolución móvil en África oriental

“Mientras Nick hablaba de que los móviles tienen una ventaja insuperable respecto de los bancos, se me encendió la bombilla,” dice Larson. “La tarjeta sim de un móvil es como una tarjeta de identificación, y tener un móvil es mucho más fácil que abrir una cuenta en un banco, que requiere un proceso con muchísimas más dificultades de acceso”.

Unos años después de terminar la universidad, Larson y un compañero de estudios, Jesse Moore, renunciaron a sus trabajos y se mudaron a Nairobi con Hughes para unirse a la revolución móvil que estaba sucediendo en África oriental.

Después de aventurarse en algunos negocios como implementar una cuenta de ahorro en el móvil y una línea de ayuda médica en la que los pacientes podían consultar a un médico con el móvil, enfocaron su atención a la energía solar.

Aunque tiene un gran componente tecnológico, M-Kopa es en esencia un negocio financiero. Kopa significa “préstamo” en swahili, y la rápida demanda de un producto en préstamo se basó en el éxito fenomenal que fue la plataforma M-Pesa, operada por la compañía tecnológica keniata Safaricom, propiedad en parte de Vodafone.

M-Pesa, el sistema a través del cual se realizan los pagos, sirve de billetera virtual desde el teléfono móvil, en la que los clientes depositan dinero a través de un agente de M-Pesa. Ese dinero pueden utilizarlo para pagar facturas o transferirlo a otros clientes.

Kenia tiene en este momento más cuentas de dinero móvil que ningún otro país, 31.6 millones en un país con una población de 44 millones. Ocho de cada diez keniatas tiene una cuenta en un banco o a través del móvil, un aumento del 26.1% desde 2009.

Compañías como M-Kopa están en la cresta de la ola. La empresa había proyectado vender 1.000 unidades a la semana en el período de dos años, pero llegó a esa meta en la mitad del tiempo y ahora está vendiendo unas 4.000 unidades a la semana en los tres países de África oriental donde opera. Al terminar 2017, la compañía espera haber vendido 1 millón de unidades.

Los inversores se agolpan: una reciente tanda de inversiones de 17 millones de euros vino acompañada de grandes nombres como Generation Investment Management, un fondo co-fundado por el exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore, el magnate de Virgin Richard Branson y el co-fundador de AOL Steve Case.

La compañía quiere expandirse a más países

Larson asegura que la compañía tiene planes de expandirse a 15 países en África y Asia en los próximos cinco años, siguiendo el desarrollo del dinero móvil, pero advierte que aún le queda potencial de crecimiento en África oriental.

La más eficiente publicidad de M-Kopa parece ser el boca a boca de vecinos que se cuentan cuánto han ahorrado en las costosas y peligrosas lámparas de queroseno gracias al sistema de energía solar. Esto nos quedó clarísimo durante un reciente viaje junto a un equipo de ventas que iba a instalar una unidad en una granja en el asentamiento de Juja, a unos 50 kms de Nairobi.

Mary Wanjiku, de 23 años, abrió la verja para hacernos entrar a la típica granja familiar que incluía algunas gallinas, tres cabras y un perro guardián durmiendo junto a un cachorro marrón.

¿Por qué estaba comprando el equipo? Sus motivos eran increíblemente similares a los de Julie Njeri, que vive del otro lado de los cerros, en el barrio Kamiti.

“Estoy cansada de tener que caminar grandes distancias para cargar el móvil, y me dijeron que esto me ayudará a ahorrar el dinero que gasto en queroseno”, afirma. “Pero lo más importante es que mi hija y mi hijo puedan estudiar con estas luces en vez de despertarse a las 5 de la mañana para aprovechar la luz del sol”.

Traducido por Lucía Balducci

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