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“Los hombres negros aún somos vistos como depredadores en EEUU”

"El racismo siempre va a ser un problema en este país. La gente no quiere asumirlo, pero las burbujas salen una y otra vez a la superficie. Cada pocos años hay una chispa y el tema vuelve al frente”, señala.

Lanre Bakare

Spike Lee dice que no recuerda la primera vez que vio la vieja grabación de Rodney King siendo golpeado por agentes de la policía de Los Angeles en marzo de 1991. Grabadas por el fontanero de 31 años George Holliday, aquellas temblorosas e infames imágenes dieron la vuelta a Estados Unidos, primero, y al mundo después.

La paliza desencadenó una ola de acontecimientos que culminó en la absolución de los agentes involucrados y cinco días de protestas, violencia y saqueos. Murieron 53 personas. “No me acuerdo, pero la usamos para el principio de la película Malcolm X, recuerda el director.

Lee incorporó esa grabación en los créditos iniciales de su biopic de 1992 con un audio de Denzel Washington pronunciando “yo acuso al hombre blanco”, un discurso mordaz de Malcolm X. El objetivo: unir el racismo contra el que luchaba Malcolm X con el que en ese momento se seguía viviendo en Estados Unidos.

Lee habla de una fotografía “muy poderosa” de Stanley Forman, que ganó el premio Pulitzer. “Se ve a un hombre negro que va a ser apuñalado con la bandera estadounidense. Cuando vi esa foto tuve la misma reacción que al ver la grabación de Rodney King. La reacción fue la misma en todo el mundo: la gente estaba atónita, y aún más cuando aquel jurado dejó libres a los tipos. Inevitablemente, luego vendría el levantamiento, no lo voy a llamar disturbios”.

Disturbios, levantamiento, toque de atención: da igual como se llame a los sucesos de finales de abril y principios de mayo de 1992, ha habido un gran intento de revisar lo que ocurrió hace 25 años. Se han hecho cinco documentales de televisión sobre el veredicto de Rodney King y la agitación que le siguió. Desde el cineasta John Ridley hasta el periodista de hip hop convertido en documentalista Sacha Jenkins y John Singleton, el famoso retratista de la vida afroamericana estadounidense, todos han dirigido proyectos apasionados.

La importancia de las etiquetas

La película que Lee ha dirigido para Netflix se llama simplemente Rodney King y es una adaptación del monólogo teatral de Roger Guenveur Smith sobre el hombre que en los años noventa se convirtió en sinónimo de problemas policiales y raciales. La documentada y vívida interpretación de Smith comienza con la historia de King desde su juventud en Altadena, sigue con la etapa anterior a la paliza y termina con los problemáticos años que llevaron a su muerte prematura en 2012, cuando a los 47 años se ahogó en su piscina. Según Lee, la película añade matices muy necesarios en una historia que a menudo se ha simplificado demasiado.

“Vivimos en una sociedad que etiqueta a la gente”, dice Lee al otro lado de la mesa en el restaurante Chateau Marmont. “Las etiquetas pueden usarse para demonizar y para despreciar a los demás y es propia de perezosos”, dice.

Su película comienza con Smith imitando a todos los que se burlaron de King como un nuevo Tío Tom por aquella frase que pronunció en el punto álgido de las revueltas: “¿No podemos llevarnos bien todos?”. Para Lee, la película trata de entender que “hay otro lado”. “[King] Era un ser humano, tenía una madre y un padre”, añade.

Algunos momentos de la película parecen trazar paralelismos entre King y otros hombres negros que han sufrido a manos de la policía en Estados Unidos. En una secuencia, Smith recuerda el consejo que le dieron a King de no testificar en su propio juicio. Le dijeron que la imagen de un hombre negro de 1,88 metros alegando brutalidad policial podría no quedar bien. Recuerda el testimonio de Darren Wilson, el policía que mató de un tiro al adolescente negro Michael Brown, que describió al joven de 18 años “como un demonio”.

“Cada pocos años vuelve a saltar la chispa”

¿Piensa Lee que la mentalidad estadounidense está condicionada para ver a los hombres negros como irremediablemente peligrosos? “Ya sabe la respuesta”, afirma. “Solo hay que ver que los hombres negros aún somos percibidos como depredadores. Eso no ha cambiado desde Rodney King. La raza siempre va a ser un problema en este país. La gente no quiere asumirlo, pero las burbujas salen una y otra vez a la superficie. Cada pocos años hay una chispa y el tema vuelve al frente”, añade.

La película se aparta del típico enfoque de Lee con el objetivo de tocar los puntos de inflexión en la historia afroamericana, en general trabajados con el formato más directo del documental. Su 4 Little Girls se centró en las bombas que en Birmingham, Alabama, mataron en 1963 a cuatro niñas afroamericanas. En When the Levees Broke, contó en una miniserie de cuatro episodios para HBO lo ocurrido con el huracán Katrina en Nueva Orleans.

¿Cree que es su deber prestar testimonio sobre estos acontecimientos? “Depende del tema”, responde. “No me siento obligado. Para esta película, mi responsabilidad fue ayudar a que la cámara estuviera en el sitio adecuado para que fuese respetuosa con la obra”.

Aun así, Lee sigue siendo visto como una voz crítica en nombre de la América negra. Según Michael L. Pfleger, el predicador de Chicago que inspiró al personaje interpretado por John Cusack en su película Chi-raq, Lee es la “conciencia de Hollywood”. No es algo que le guste mucho a Lee. “La verdad es que no pienso sobre mí en esos términos”.

Pese a todo, convirtió en una de las personas más influyentes en la campaña de presión #oscarssowhite y en el boicot de la ceremonia de los premios en 2016, después de que, por segundo año consecutivo, ninguna de las categorías de actuación incluyera intérpretes afroamericanos.

Este año, la noche de los premios fue histórica para los actores negros, ¿acaso cambió la tendencia? “No es descabellado pensar que el próximo año no habrá ninguna persona negra nominada otra vez”, asegura Lee. ¿No hay cambio entonces? “Yo estoy esperando a ver qué pasa. Estoy contento, pero quiero ver si se sostiene y no es uno de esos gráficos de Wall Street que van arriba y abajo”.

Críticas al anuncio de Pepsi

Según Lee, el problema que surge desde los años noventa es estructural: no hay la suficiente diversidad entre los directivos de los estudios y dentro de las redes que den la luz verde y pasen las ideas por el filtro de sensatez. Según Lee, “cada diez años hay una era de oro y luego viene la sequía”. “Así que no voy a dar ninguna voltereta de alegría por ahora. Me pone contento, pero tampoco es que me deje arrastrar por lo que dicen otros”, añade.

Para el director, una señal de todo lo que falta aún es la reciente campaña publicitaria de Pepsi. En el anuncio, Kendall Jenner regala una lata del refresco a un policía durante una protesta. “¿No había ningún afroamericano en ese grupo que dijera: ‘¿Sabes qué? Tal vez no sea la mejor idea apropiarse del movimiento Black Lives Matter y convertir el deseo de querer cambiar el mundo en un refresco para un policía’?”, denuncia. “¿No había una sola persona negra en la habitación cuando alguien dijo que esa publicidad era una gran idea? Ese anuncio se hizo así porque alguien tiene que haber pensado que era una gran idea. Pero ahora nadie quiere reconocerla como propia. ¿Se ha hecho sola? Una publicidad de millones de dólares que aparece de la nada”.

El color de piel sigue siendo un asunto central en el trabajo de Lee porque sigue siendo central en la política de todos los días. “Hermano, existe este mito de que no hay racismo en Reino Unido. Pero la gente ahí simplemente lo practica de una forma un poco más encubierta. Además, tienen el sistema de clases como una forma de disfrazar eso, en mi opinión”, indica.

Una muestra de eso es la polémica que despertó hace poco el casting de John Ridley para Guerrilla. Ambientada en los años setenta, su producción sobre los Panteras Negras Británicos no incluye a mujeres negras entre los personajes principales, pese a que fueron centrales para el movimiento. Spike Lee no ha visto la serie aún pero dice que la furia que despertó ese reparto tiene que ver con el hartazgo por lo que en cine se conoce como 'whitewashing' (blanqueo).

“La gente quiere representaciones auténticas de personajes históricos. La gente quiere ver a su gente y a su historia tal y como fueron y que dejen de mentir y de cambiar la historia. Pongámonos todos del lado de la verdad. Todos. Pongámonos del lado de la verdad”.

Traducido por Francisco de Zárate

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