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The Guardian en español

Fan Yusu, la Charles Dickens china de la era internet

“Nunca he soñado en cambiar mi destino con un bolígrafo”, afirma la escritora.

Tom Phillips

De niña, Fan Yusu se escapaba de su vida de pobreza rural gracias a Charles Dickens. Se sumergía en las fatigas de Oliver Twist escapándose de un albergue para pobres de la época victoriana y dirigiéndose hacia la gran nube de humo —Londres—.

Pero es la historia del propio vuelo de Fan a la gran ciudad el que se ha ganado los corazones y las mentes en su China natal. Tras publicar en la red las luchas de los trabajadores migrantes, Fan se ha convertido de la noche a la mañana en una nueva sensación literaria.

Según medios chinos, más de un millón de personas ha leído el texto autobiográfico de la autora desde la semana pasada, cuando fue publicado en la red social WeChat. En el relato, Fan traza sus intentos de construir una vida en Pekín.

La historia, titulada Yo soy Fan Yusu, ha sido eliminada de la red, posiblemente como consecuencia de los temas políticos que toca, incluyendo la mala situación de los 281 millones de trabajadores migrantes de China.

Sin embargo, la fama de la autora, de 44 años, que ha sido calificada por un periódico como 'La escritora china más candente', continúa aumentando. Tanto que Fan ha abandonado su casa en un barrio pobre de inmigrantes a las afueras de Pekín para huir de las hordas de periodistas que quieren entrevistarla. “Me estoy escondiendo”, declaró a un periodista, según recoge Xinhua, la agencia de noticias oficial del país.

La historia de la última estrella literaria de China comienza en un pueblo del interior a comienzos de los setenta, llegaba a su fin la turbulenta Revolución Cultural del presidente Mao y el país se sumergía en una nueva era de agitación económica y social.

Fan, nacida en el seno de una familia de cinco hijos en una comunidad rural desfavorecida tuvo que empezar a trabajar a los 12 años y soñaba con mudarse a una de las ciudades en repentino auge de China.

Pero también era un ratón de biblioteca: Además de Oliver Twist y Grandes Esperanzas, de Dickens, devoró las obras de Daniel Defoe, Julio Verne y Maxim Gorky, así como autores chinos como Jin Jingmai. Con 20, Fan viajó a Pekín esperando encontrar trabajo y vio “el gran y amplio mundo”.

No solo no encontró trabajo, sino que cayó en un matrimonio abusivo con un hombre del noreste de China con quien tuvo dos hijas. “Se volvió un borracho y violento. No pude soportar su violencia machista y decidí coger a mis dos hijas y regresar a mi pueblo natal”, recuerda Fan en su relato, que continúa con su vuelta a la capital china, donde encontró trabajó de niñera del hijo ilegítimo de un millonario. “Mi vida es como un libro miserable y conmovedor”, explica Fan. “El destino me ha atado de una forma absolutamente desastrosa”, añade.

Zhang Huiyu, profesor de literatura que trabajó como voluntario en el curso de escritura para trabajadores inmigrantes al que asistió Fan, afirma que su exalumna era una fanática de la literatura, y que sus “palabras simples y sinceras” han tocado la fibra a la gente común. “Hoy en día la gente está atrapada en el ajetreo de la vida pero la historia de Fan Yusu nos muestra el lado bonito y romántico de la vida”.

El periódico oficial del Partido Comunista, the People's Dailyse hizo eco de estos sentimientos y afirmó que había emocionado a los lectores por su prosa “objetiva pero provocadora”.

“Es como una antropóloga que, observando a la gente y todas sus formas de vida, ofrece a los lectores una nueva perspectiva”, afirmó un crítico.

“No tengo ni idea, y ¿tú?”, respondió a un periodista que le preguntaba por qué sus palabras han resonado entre los lectores. Antes de esconderse Fan concedió varias entrevistas en las que se veía obligada a explicar su éxito repentino. 

“No tengo talento”, indicó en otra ocasión, acallando así los rumores de que busca perseguir una carrera en la escritura. “Nunca he soñado en cambiar mi destino con un bolígrafo”.

Fan se describe a sí misma como “una mujer que lucha por sobrevivir en el fondo de la sociedad” y afirma que los libros le han ayudado a afrontar los retos de ser un miembro de la clase baja explotada de China. “Cuando la vida era extremadamente difícil, leía para dejar de pensar en la adversidad”.

Tras ser catapultada al estrellato literario, han emergido otros textos de Fan, incluido un poema llamado Monólogo de una madre migrante:

“Solo me atrevo a llorar en las profundidades de la noche

soy una inmigrante, y también lo son mis hijas

Si es posible, dejadme afrontar sola las adversidades

dejando a mis queridas hijas la felicidad”.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti

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