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Crowdfunding para activar la ciencia

Las caras de la ciencia. Precipita.es

Maite Garrido Courel

Madrid —
  • Precipita es la nueva plataforma de crowdfunding para financiar investigaciones científicas impulsada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, FECYT

“Sin ciencia, no hay futuro”. Este es el grito unánime con el que la comunidad científica se alza para protestar contra los recortes a los que se ha visto sometido el sector desde que comenzara la crisis. Según un estudio del Área Europea de Investigación, España ocupa el puesto 22 de los 28 estados miembros en gasto público en investigación. En los laboratorios, estas cifras se traducen en una reducción del 36% de los recursos destinados a ciencia en los últimos cinco años, según el colectivo Ciencia para el pueblo.

En este escenario en el que la necesidad agudiza el ingenio, nuevas iniciativas surgen para dar un pequeño impulso a las investigaciones desde la colaboración y el mecenazgo. Precipita es la primera plataforma pública en EspañaPrecipita de financiación colectiva para proyectos científicos lanzada recientemente por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, FECYT.

“Existen precedentes, sobre todo en Estados Unidos, donde el crowdfunding se ha convertido en un auténtico fenómeno gracias a plataformas como Kickstarter o Rockethub que tienen áreas específicas para proyectos científicos y tecnológicos”, dicen a eldiario.es desde FECYT. La web que cuenta con el apoyo de Bill Gates, Experiment, es una de las más populares y específicas y lo resumen de forma directa en un eslogan que dice: “Help fund the next Scientific Research” (“Ayuda a financiar la próxima investigación científica”).

Precipita persigue alcanzar el mismo propósito que sus referentes norteamericanos, aunque la diferencia fundamental con estos proyectos, como explican desde la Fundación, es que “las investigaciones que aparecen en Precipita han pasado por una convocatoria pública y por tanto, algunas ya cuentan con financiación”.

La plataforma se lanzó oficialmente el 9 de octubre y a partir de ese momento cada proyecto cuenta con 90 días para alcanzar el objetivo mínimo que cada investigación haya fijado. Se trata de una iniciativa que parte también del Ministerio de Economía y Competitividad, a pesar de ser consecuencia directa de los recortes en ciencia y de la poca inversión que el Gobierno hace en I+D+i.

“Precipita no puede suplir la financiación pública. Primero, porque el máximo que se puede pedir por proyecto son 25.000 euros y cualquier científico te dirá que con esa cantidad no se financia un proyecto de investigación -aclara el FECYT-, el dinero solicitado se destinaría a hacer pruebas o tests adicionales; a comprar material extra o a la contratación de una persona que pueda realizar experimentos complementarios”.

La plataforma Precipita ya cuenta con 12 proyectos, 9 de investigación y 3 de divulgación, que tratan desde el tratamiento de una enfermedad ultra rara denomindada Síndrome Hemolítico Urémico Atípico, la búsqueda del gen responsable del síndrome Opitz C o acercar la ciencia de manera divertida a los niños y niñas que están hospitalizados.

“Cada vez que recibimos una donación de 400 euros nos emocionamos”

El proyecto del equipo liderado por Francisca Mulero investiga el glioblastoma multiforme (GBM) es decir, el cáncer cerebral más frecuente y también el más agresivo. Como explican en la web, los métodos de diagnóstico que hay actualmente son imprecisos y hasta pueden resultar perjudiciales para el paciente, por eso es necesario un nuevo método de diagnóstico.

“Llevamos alrededor de un año con este proyecto concreto pero no podemos avanzar con los recursos que tenemos actualmente”, dice a este diario la investigadora. El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el CIEMAT, donde se desarrolla la investigación, y ambas dependientes del Ministerio, son las que más han sufrido los recortes. “Cada vez hay menos ayudas y cada vez aparecen más distanciadas en el tiempo”, denuncia Mulero. Por eso, Precipita se abre como un nuevo sendero por el que transitar.

“Cada vez que recibimos una donación de 400 euros nos emocionamos. Sientes que la gente cree en el proyecto y motiva muchísimo. Aunque los ”Me gusta“ no curan el cáncer, estimulan y animan a trabajar más duro”.

“Nuestra labor en España está muy poco valorada”

África Holguín, con más de veinte años en la investigación, sabe que a pesar de que en España hay muchos grupos de investigación excelentes en muchas áreas de la ciencia, conseguir financiación pública para proyectos y para becas o contratos nunca ha sido fácil. “Por ahora he tenido suerte y llevo más de 12 años con financiación pública solapante, sobre todo por parte del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS). Sin embargo, la financiación pública en el campo de la infección por VIH/SIDA en países menos favorecidos es casi inexistente”, dice a eldiario.es.

Su investigación se centra en un método de detección precoz del VIH en niños menores de 18 meses. “Pienso que aquí nuestra labor está muy poco valorada. Lo que nos salva es que los investigadores españoles, además de tener una muy buena formación, somos un colectivo vocacional, perseverante y luchador”.

Para Holguín, Precipita es una buena iniciativa, pero, dice, aún en España no existe la cultura de que la ciencia se pueda financiar con aportaciones particulares. “Creo que lo que daría un buen empujón al crowdfunding sería donaciones grandes por parte de empresas que quisieran hacer de mecenas para nuestro proyecto”.

“Llevo muchos años en ciencia y he vivido muchas situaciones”

Luis Miguel García Segura y su equipo trabajan arduamente para reducir los daños que ocasionan las lesiones traumáticas cerebrales derivadas de accidentes de tráfico o laborales y se formulan cuestiones como ¿hay diferencias en la reacción ante un golpe entre el cerebro masculino y el femenino?

“En nuestro caso, los recortes en gasto público de los últimos años nos han afectado principalmente por la disminución en el presupuesto de nuestro centro, lo que ha repercutido en la contratación de personal y en la inversión en equipamiento científico”, explica García Segura. “Llevo muchos años en ciencia he vivido muchas situaciones. Puede que el crowdfunding no sea el mecanismo para financiar regularmente un laboratorio de investigación, pero puede tener un papel fundamental en el inicio de nuevas líneas de investigación”.

“La mejor inversión para remontar una crisis”

Crear un videojuego para la estimulación cognitiva de las personas con discapacidad intelectual es el objetivo que persigue el equipo de investigación de la neuróloga Mara Dierssen. Para ellos, es clave aportarles herramientas para que estimulen estas habilidades.

Este tipo de proyectos, en términos de presupuesto son costosos, y saben que el difícil contar ahora mismo con la financiación pública. “Hemos estado dos años completos sin financiación estatal, -dice al eldiario.es la neuróloga-, por suerte muchos de nosotros contamos con financiación europea”.

Su esperanza ahora reside en conseguir un impulso a través de la plataforma Precipita. “Si funcionaran como en EEUU, sí que podría ser una salida. Tal como es España, no hay tradición y el sistema fiscal no favorece las donaciones”, concluye Mara Dierssen. “Pero tengo una gran confianza en saber que los españoles consideran que la ciencia es la mejor inversión para remontar una crisis y crear un modelo de sociedad basado en crear valor y no depender de lo que viene de fuera”.

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