Las encinas pueden captar agua a través de las hojas

Las hojas de las encinas tienen una estructura mucho más compleja de lo que se suponía y que les permite captar agua por un lado y rechazarla por el otro.

El estudio, liderado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha sido publicado en Plant Physiology, una de las revistas de la Sociedad Americana de Ciencias de las Plantas, y ha recibido una mención especial por su originalidad.

Las hojas de las plantas son enormemente variadas en forma y tamaño, pero también en la topografía de su superficie, algo que apenas es posible percibir a simple vista, pero que puede observarse mediante microscopía electrónica de barrido.

Con esta técnica, los investigadores observaron que la superficie de las partes aéreas de las plantas tiene una estructura mucho más compleja de lo que se suponía, y ha convertido a los vegetales en el foco de la investigación en Ciencia de Materiales; en concreto en el campo de la Biomimética, que trata de emular las características de las superficies biológicas con materiales sintéticos.

Liderados por Victoria Fernández, del Departamento de Sistemas y Recursos Naturales de la ETSI de Montes, Forestal y del Medio Natural, los investigadores de la UPM analizaron las hojas de la encina y descubrieron que presentan un doble comportamiento al entrar en contacto con el agua.

Así, mientras que la lámina superior de la hoja absorbe el agua y permite a esta especie hidratarse cuando llueve o cuando el agua se condensa por el rocío, la cara inferior o envés, la repele.

La razón es que la parte superior de la hoja contiene pelos hidrofílicos que absorben el agua, mientras que el envés de la hoja está recubierta por pelos multicelulares no mojables e hidrófobos, que repelen las gotas de agua.

Y aunque se había observado previamente la capacidad de algunas especies vegetales de regiones áridas, costeras o montañosas, para captar agua a través de las hojas en ciertas condiciones ambientales, esta es la primera vez que la absorción foliar de agua se ha analizado de forma integrada y tomando en cuenta aspectos físicoquímicos, fisiológicos y anatómicos.

Esta doble capacidad de la hoja de la encina para captar y repeler el agua podría, según los investigadores, ser una ventaja competitiva determinante para su supervivencia en los ambientes mediterráneos en los que habita, frente a otras especies arbóreas y vegetales.

Además, el hallazgo “propone una interpretación novedosa de la fisiología de la planta que puede ser de interés para el desarrollo de materiales sintéticos con diferentes propiedades de repelencia o adhesión por el agua”, explica Victoria Fernández.

El estudio ha contado con la participación del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria del Gobierno de Aragón, de la Universidad de Agricultura de Atenas, de la Universidad Complutense de Madrid, y del Instituto de Hortofruticultura Subtropical Mediterránea “La Mayora” (CSIC-Universidad de Málaga).