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Guía básica para comprar una tableta

Hay una amplía oferta de tabletas en las tiendas que pone la decisión de compra difícil

Pablo G. Bejerano

Las tabletas se han introducido en el mercado hace relativamente poco. A partir de la llegada del primer iPad, en abril de 2010, se han ido colando en los escaparates de las tiendas y a medida que pasa el tiempo aparecen más modelos, más opciones de compra. No es fácil elegir entre tantas posibilidades, sobre todo tratándose de un dispositivo nuevo, que nunca antes hemos utilizado.

Hay una serie de conceptos que hay que tener claros a la hora de ir a una tienda o bucear en Internet en busca de una tableta.

¿Para qué la voy a usar?

Parece algo muy obvio pero es una pregunta que hay que hacerse en profundidad, planteando todos los supuestos que se nos ocurran. Las necesidades son diferentes dependiendo del uso que vayamos a dar a la tableta. No es lo mismo utilizarla para ver películas y navegar mientras se ve la televisión que usarla para trabajar.

Según un estudio llevado a cabo por Google en octubre de 2012, los usos más comunes de las tabletas son la consulta del correo y jugar. Mientras que el lugar donde más se utilizan estos dispositivos es en casa, concretamente en el sofá y en la cama. Pero esto no quiere decir que no se les dé otro uso. La oficina, cafeterías y restaurantes o incluso el gimnasio también aparecen reflejados en las estadísticas.

10 ó 7 pulgadas

Una vez que tengamos claro para qué queremos la tableta, una de las decisiones más básicas es el tamaño de la pantalla. Hay dos grupos de tabletas, las que están en torno a 10 pulgadas en diagonal y las que están en torno a 7. Las primeras son más útiles para ver una película o cualquier tipo de contenido en vídeo, pero a cambio pierden algo de portabilidad, por lo que son más incómodas para llevar consigo o para utilizar en el transporte público.

Leer libros, textos largos o noticias es una actividad que también puede resultar más cómoda en 10 pulgadas. Para navegar por Internet o consultar el correo y las redes sociales una pantalla de 7 es plenamente funcional. Éste es un componente caro así que normalmente las tabletas más grandes suelen tener precios más altos, por lo que al escoger un tamaño menor se sacrifica esta cualidad a cambio de una rebaja económica.

Hay quien piensa en sustituir algunas funciones de su ordenador o su portátil. En ese caso una pantalla más grande ayuda a que la experiencia entre los dos dispositivos sea más parecida. Se puede decir, en general, que para trabajar es mejor un tamaño mayor. La ejecución de aplicaciones de productividad o paneles de control resulta más cómoda en una tableta de 10 pulgadas, ya que se ve todo más claro. Al igual que en tareas de diseño gráfico, en cuyo caso Apple es lo más demandado, con su iPad y los precisos accesorios que tiene disponibles, como el stylus.

3G o sólo WiFi

Dependiendo de nuevo del uso puede no ser necesario disponer de una tableta con conexión 3G. De hecho, cuando se lanzó, el primer iPad sólo funcionaba con WiFi y se vendieron millones de unidades en semanas, hasta que poco después salió la versión con 3G y se siguieron vendiendo millones de unidades.

La mayoría de las tabletas más famosas disponen de conectividad 3G, aunque Amazon ha obtenido un gran éxito con su económico Kindle Fire, que únicamente funciona con WiFi. La segunda generación, el Kindle Fire HD, sigue la misma estrategia, a la que se ha sumado Google, con su Nexus 7.

Si la mayor parte del tiempo se utilizará la tableta en entornos con WiFi, como en casa o en la oficina, quizá merezca la pena ahorrarse algún dinero escogiendo un modelo sin conexión 3G. Normalmente para el ocio es menos necesario el 3G que para las actividades profesionales, ya que para estas tareas el principal lugar de uso es el hogar. Si cuando más se va a utilizar es en fin de semana lo lógico es que sea en un sitio con WiFi.

Para los que necesiten estar permanentemente conectados, por obligaciones de trabajo, es imprescindible una tableta con conexión 3G. Esta característica también es útil para quienes viajen por el territorio nacional y tengan prevista utilizar su dispositivo en esas circunstancias. Sin embargo, si el destino es el extranjero hay que tener en cuenta que los planes de datos de un país no valen para otro.

Si necesitas estar conectado en sitios normalmente sin WiFi, como el transporte público o la calle, es posible estudiar las ofertas que tienen algunas operadoras, que plantean una rebaja en la compra de la tableta a cambio de un contrato de permanencia. Eso sí, hay que tener en cuenta que no se trataría de un dispositivo libre, con todas las desventajas que esto conlleva.

Resolución de pantalla

Hay muchas especificaciones técnicas a tener en cuenta. Si antes hablábamos del tamaño de la pantalla, más importante si cabe puede llegar a ser la resolución. Con una calidad de imagen alta en una tableta de 7 pulgadas se pueden ver películas mejor que en una de 10 de peores características.

Para hacernos una idea de los estándares de calidad se puede tomar como ejemplo dispositivos que se han convertido en referencia. La primera y segunda versión del iPad (cuya pantalla es de 9,7 pulgadas) tenían una resolución de 1024x768 (número de píxeles en horizontal por el número en vertical). El Kindle Fire HD y el Nexus 7, ambos más modernos aunque de 7 pulgadas, superan los 1280x800. En este caso la imagen se vería mejor en las tabletas de Amazon y Google.

Si una de las ocupaciones va a ser ver películas la resolución debe ser alta, porque en este caso la diferencia es notable y el detalle se aprecia mejor. Los videojuegos es otro de los usos que pueden sacarle partido a una buena calidad de imagen.

Sin embargo, para utilizar aplicaciones de trabajo normalmente no se requiere una gran resolución. Con la consulta del email, y las redes sociales o la navegación pasa igual. Eso sí, los profesionales que trabajen con contenido visual o audiovisual necesitan la mejor calidad de imagen posible.

Rendimiento

Una de las características básicas para desplegar una buena resolución de imagen, así como ejecutar con fluidez muchas tareas, es disponer de potencia. En esto están implicados el procesador y la memoria RAM.

Para ejecutar juegos o ver películas en alta definición es necesario contar un procesador potente. Uno de doble núcleo a 1Ghz o más cumple bien estas tareas, ya que la calidad de la GPU (graphic processor unit o procesador gráfico) suele ir a la par.

La RAM suele contarse a partir de los 512 MB o 1GB. Si bien es una especificación esencial, dependiendo del uso que vayamos a dar a la tableta variarán nuestras necesidades. Cuanto más alta sea este tipo de memoria permitirá ejecutar más procesos a la vez y más pesados.

Para navegar y consultar el correo o las redes sociales -los usos más comunes de las tabletas - es suficiente con una RAM no muy alta, unos 512 MB, y un procesador tampoco excesivamente potente; casi todos ya superan el GHz. Aplicaciones de productividad y de rendimiento, orientadas al plano laboral, requieren mejores estándares.

Sin embargo, y a pesar de las características técnicas merece la pena pasarse por la tienda a probar el dispositivo si es posible. De esta forma comprobaremos la respuesta que tiene de primera mano. En caso contrario se pueden buscar vídeos de demostración en Internet para hacernos una idea.

Otras características técnicas

De nuevo, dependiendo de nuestros intereses podemos fijarnos en otras características que ofrece la tableta. La cámara es una de las más típicas. Hay dispositivos ofrecen una trasera y otra frontal, para hacer fotos y videoconferencias respectivamente. Es posible que muchos usuarios no vayan a utilizar al menos la segunda funcionalidad, cuyas utilidades habitualmente se reducen a reuniones de trabajo a distancia o para conversaciones informales con allegados que se encuentran lejos.

Cuando la cámara trasera tiene una calidad alta, a veces es posible utilizarla como sustitutivo de una cámara compacta y así no cargar con otro dispositivo. Esta funcionalidad resulta útil para fotos caseras, pero también en algunos trabajos que requieren pruebas de incidentes, como es el caso de un perito, o para hacer consultas a las oficinas centrales, como puede ocurrir en una avería de electricidad.

La capacidad del disco duro es otro de los factores que pueden decidir una compra. Se utiliza para guardar obligatoriamente las aplicaciones y el sistema operativo. El contenido multimedia puede guardarse en dispositivos externos, aunque algunas tabletas, como el iPad no lo permiten. Aun así, últimamente están proliferando diferenes sistemas de almacenamiento en la nube. Apple ofrece con su iCloud 5GB gratis, igual que Google con Drive y Amazon con Cloud Drive. Todas las opciones disponen de tarifas para incrementar esta capacidad. Incluso existen compañías que se dedican exclusivamente a proporcionar este servicio, como Dropbox.

Algunos fabricantes de tabletas han optado por ofrecer escaso almacenamiento, como los 8 GB del Kindle Fire o el Nexus 7, y permitir la entrada de memoria externa mediante puertos USB o micro USB. Así se aumenta la capacidad para guardar películas, música o imágenes, rebajándose el precio del dispositivo. La conectividad a través de Bluetooth es otra de las características que suele estar presente, cuya utilidad está asociada a la sincronización con otros terminales.

En la duración de la batería puede haber diferencias al principio, aunque si se les da mucho uso a las tabletas pronto se tienen que cargar prácticamente a diario. En cualquier caso, para viajar es necesario contar con la mayor autonomía posible. Resulta molesto que el dispositivo se apague en medio de un trayecto de larga duración. Para trabajos que no tengan lugar siempre en la oficina también es importante disponer de cuantas más horas mejor.

Sistema operativo

Los sistemas operativos más conocidos son iOS (el iPad), Android (varios fabricantes, como Samsung o Amazon), BlackBerry PlayBook OS (el PlayBook de RIM) o el nuevo Windows 8 (los de Sony o los de Lenovo).

En estos momentos los sistemas más extendidos son iOS y Android. Son plataformas que se han ido optimizando con el paso del tiempo y ahora mismo también disponen del mayor número de aplicaciones. Si lo que se buscan son juegos u oferta de ocio (películas y música) son la mejor opción. Por otra parte, la mayoría de los dispositivos con Windows 8 son convertibles, híbridos entre portátil y tableta. Así, constituyen lo más parecido que puede haber a un ordenador, para quienes necesiten teclado físico, en muchos casos son idóneos para tareas de productividad.

Mientras que Apple ha mantenido mayor uniformidad a la hora de actualizar su sistema iOS, Google no ha hecho lo mismo con Android. Sin embargo, a partir de la versión 4.0 se puede decir que se han solucionado múltiples fallos, por lo que este límite hay que tenerlo en mente a la hora de elegir un dispositivo.

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