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iPhone 5s y iPhone 5c: el lanzamiento que hizo caer las acciones de Apple

El iPhone 5s es la verdadera evolución del modelo anterior

Pablo G. Bejerano

Madrid —

Sólo un año y dos lanzamientos le ha llevado a Tim Cook, CEO de Apple, transformar el iPhone. Si en septiembre de 2012 el smartphone de Apple -que había permanecido con el mismo tamaño de pantalla (3,5 pulgadas) durante más de cinco años- creció hasta las 4 pulgadas, en esta ocasión la novedad consiste en una especie de hermano menor (léase barato). Al menos así ha sido anunciado el iPhone 5c, que tiene las mismas características del 5, pero con un acabado en policarbonato en lugar de aluminio.

La misma estrategia se siguió con el iPad en la última presentación y ahora Apple ha hecho algo similar con su producto insignia. El desdoblamiento entre el iPhone 5s, el modelo más avanzado, y el iPhone 5c refleja el deseo de Apple de ampliar su público y pisar con fuerza en mercados emergentes. Ambos terminales contarán con iOS 7, la última versión del sistema operativo presentada en junio, que estará disponible a partir del 18 de septiembre. Dos días después los nuevos dispositivos se pondrán a la venta en 11 países, Estados Unidos, Australia, Canadá, China, Francia, Alemania, Hong Kong, Japón, Singapur y el Reino Unido.

iPhone 5s, la verdadera nueva generación

Con carcasa de aluminio y un fino acabado al estilo Apple, el iPhone 5s pasa por ser la verdadera siguiente generación del dispositivo que continúa la línea evolutiva. Si bien no todo ha cambiado. La pantalla es de cuatro pulgadas y la resolución no se modifica (como tampoco lo hizo del 4 al 4s), manteniéndose en 1136x640, con una densidad de 326 píxeles por pulgada, la misma que en la versión 5.

El hardware sí ha dado un salto. El nuevo chip A7 que incorpora el terminal funciona con una arquitectura de 64 bits. Apple ha promocionado este avance señalando que la potencia está al mismo nivel que la de los ordenadores. La velocidad de la CPU y el procesamiento de gráficos serán el doble de rápidos que en el modelo anterior.

La cámara es otra de las novedades del iPhone 5s. Los ocho megapíxeles no se han incrementado pero sí ha crecido el tamaño del sensor de píxeles, con el fin de mejorar la calidad de las fotografías. Además, incorpora el flash True Tone, que ajusta el color y la intensidad para que las imágenes queden menos artificiales.

Apple ha optimizado el software y las aplicaciones para ahorrar energía. Con estos ajustes la compañía señala que el iPhone 5s aguanta 10 horas en conversación sobre 3G. El terminal también cuenta con unos efectos visuales hasta ahora sólo al alcance de los ordenadores, según se ha dicho oficialmente, lo que resulta un factor clave para el despliegue de videojuegos.

Otra de las novedades del iPhone 5s es un coprocesador, llamado M7, que recoge la información procedente de diferentes sensores, como el acelerómetro, el giroscopio y la brújula. Así, se consigue liberar de carga a la CPU y moderar el consumo de batería. Los desarrolladores podrán acceder a través de una APU a los datos del M7, útiles sobre todo para aplicaciones de deporte y salud.

Lo que más ha llamado la atención, sin embargo, ha sido la tecnología Touch ID. Aunque ya se había rumoreado que Apple presentaría reconocimiento de huella dactilar, no deja de ser un factor diferencial con otros dispositivos. El botón de inicio, compuesto de cristal de zafiro y un sensor táctil capacitivo, puede registrar las señas de identidad de un dedo en imágenes de alta resolución. Tras ello, el usuario puede usar su huella dactilar para desbloquear el terminal o hacer compras en iTunes. La tecnología funciona sin importar el ángulo en el que se coloca el dedo.

Esta funcionalidad ha despertado recelos en torno a la privacidad, ya que hay poca información difundida sobre la huella dactilar. Estos datos no se guardarán en los servidores de Apple sino que estarán únicamente en el terminal móvil de cada uno. Los desarrolladores tampoco podrán acceder a esta característica para incorporarla a sus aplicaciones, según ha afirmado la compañía.

En cuanto a la conectividad, el iPhone 5s ha mejorado su LTE, permitiendo hasta 100 Mbps de descarga. La capacidad de almacenamiento varía según el precio. Apple ha puesto como referencia 199 dólares para la versión de 16 GB, 299 para la de 32 GB y 399 dólares para la de 64 GB. Pero estas cifras incluyen un contrato de dos años con una operadora, sujetos normalmente a tarifas altas. Sin embargo, el terminal libre, en su modelo más económico, se vendería en 699 euros.

iPhone 5c, el falso low cost

Mucho se había hablado de que Apple presentaría un iPhone barato, para dirigirse a un nuevo público y entrar de lleno en los mercados emergentes. Las esperanzas y vaticinios han desembocado en el modelo 5c, más económico que el 5s pero no mucho más.

El nuevo terminal pasa por ser un iPhone 5 con la carcasa de plástico endurecido y brillante. El hardware es prácticamente el mismo y las novedades vendrán con la actualización de iOS 7. De hecho, el modelo anterior ha sido descatalogado cuando Apple normalmente lo sigue vendiendo con el precio rebajado después de presentar su última novedad.

Económicamente parece una buena jugada, aunque la organización China Labor Watch ya ha hablado de explotación en las fábricas. Si la compañía conservara el iPhone 5 tendría que venderlo más barato. Con el lanzamiento del iPhone 5c logra rebajar el coste de producción de un modelo cuyo precio en el mercado se vería obligado a reducir de todas formas. Sin embargo, sí se conserva el iPhone 4s como su smartphone más barato que estará a la venta. Libre costará 399 euros.

El tamaño y la resolución de pantalla son iguales a los del 5 y el 5s. Contiene el chip A6 del modelo anterior y la cámara, así como otras especificaciones, se conserva. La principal novedad, aparte de la carcasa de policarbonato, es la gama de colores con los que se pondrá a la venta. El iPhone 5c estará disponible en azul, verde, rosa, amarillo y blanco. Su precio con contrato (anunciado por Apple) va desde los 99 a los 199 dólares con operadora, dependiendo si la capacidad es de 16 GB o de 32 GB. Para comprarlo libre habrá que poner sobre la mesa alrededor de 599 euros.

La atención puesta en otros mercados

Apple se ha dado cuenta de que necesita reinar en otros mercados distintos a Estados Unidos y Europa para seguir haciendo crecer los ingresos. Con estos nuevos iPhone la compañía ha decidido introducirse en Japón y potenciar su estrategia en China, dos países que podrían abultar la facturación global de manera significativa.

La importancia de China para Apple ya se veía venir. Tim Cook ha cuidado las relaciones con el gobierno chino, pidiendo incluso disculpas públicas – algo a lo que no está acostumbrada la compañía – ante una polémica con sus políticas de producto en el país. La autoridad reguladora del mercado en el gigante asiático acusó a la firma de Cupertino de no ofrecer garantías postventa adecuadas a las leyes locales. Eran las mismas que en otros lugares pero la presión aumentó en las redes sociales – gracias en parte a una campaña amañada – y la compañía decidió cambiar sus políticas.

Todo ello para mejorar su imagen en un país donde ha entrado recientemente. En el primer trimestre de 2012 se lanzó el iPhone 4s, mientras que el 5 salió a la venta en el cuarto trimestre del mismo año. La importancia que China tiene en la cuenta de resultados de Apple va a más y Tim Cook tiene la intención de que la tendencia continúe, como arma para escapar a un posible estancamiento de las ventas en sus mercados tradicionales.

Japón es la otra apuesta de Apple. La compañía ha firmado un acuerdo con la mayor operadora del país, NTT DOCOMO, que ofrecerá los nuevos iPhone con contrato de permanencia. Se trata de una forma efectiva de aumentar las ventas de los terminales, que por otra parte ya gozan de gran popularidad en el estado nipón.

Las expectativas sin cumplir

Los nuevos iPhone han dejado un regusto amargo en algunos aspectos, ya sean referentes a la tecnología o a la vertiente económica. Para empezar, esta generación de dispositivos tampoco cuenta con NFC, el estándar de comunicación inalámbrico mejor colocado como forma de pago móvil. Apple quizá no lo haya implantado porque todavía no ve que el mercado esté listo para algo así. Aunque hay quien apunta que el aluminio con el que se fabrica el terminal bloquearía la señal NFC, por lo que la compañía estaría aún viendo la mejor manera de incorporar esta tecnología.

Se rumoreaba también un aumento en los megapíxeles de la cámara, pasando de 8 a 12. Pero Apple ha optado por aumentar el tamaño del sensor de píxeles, en lugar de su número, como forma de mejorar la calidad fotográfica. Un esperado iPhone 5s de 128 GB era otra de las quinielas frustradas. Entre los vaticinios menos probables estaba el de una pantalla más grande, que tampoco se ha cumplido.

Y tampoco ha habido un iPhone realmente barato, sólo uno un poco más barato. Sin prestar atención a los cantos de sirena del marketing de Apple, el precio no es precisamente asequible, ni mucho menos low cost. Cierto es que se ha hablado de 99 dólares (falta por confirmar tarifas) con un contrato de operadora. Pero éste implica una cuota mensual alta, que no todos los usuarios están dispuestos a pagar. Y a quienes lo están, probablemente tampoco les importaría comprar un modelo más caro. En su versión libre, el modelo más barato podría costar 599 euros.

Éste puede ser uno de los motivos que han hecho caer las acciones de Apple más de un 5%, algo insólito después de uno de sus lanzamientos. Los analistas creen que esta estrategia de precios perjudicará la competitividad de la marca en países como China, donde el poder adquisitivo de la mayoría es menor que en otros mercados. El iPhone – cualquiera que sea su modelo – se sigue dirigiendo a un público que elige hacer un desembolso mayor antes que recurrir a otro smartphone. Por otra parte, se trata de un tipo de comprador más propenso a gastar dinero en aplicaciones.

Al margen de lo oficial

Apple da pocas noticias oficiales, y ni siquiera en sus conferencias lo dice todo. Y es que ha faltado tiempo para que surgieran preguntas acerca de otros productos de la marca, como Apple TV, una de las grandes ausencias del evento. Apenas se han conocido las novedades, nuevos rumores sobre este servicio de televisión han salido a la palestra. Fuentes cercanas a los planes de la compañía afirman que aparecerá una actualización la semana siguiente, coincidiendo con el lanzamiento de iOS 7, el 18 de septiembre, según recoge All Things D. La evolución del producto permitiría a quien haya comprado contenido de iTunes reproducirlo en un televisor cualquiera con Apple TV.

Respecto al chip de 64 bits, del que se ha vanagloriado Apple por ser el mismo que el que lleva un ordenador, hay quien apunta que es una prueba para empezar a desplegar la arquitectura ARM en los Mac. Desde Cnet señalan que un chip de 64 bits es útil a nivel de servidores, para realizar un cúmulo de tareas simultáneas, y también de ordenadores. Permite que el hardware soporte más de 4 GB de RAM. Pero en un dispositivo móvil esto no supone una gran diferencia pues todavía queda recorrido para alcanzar este límite (el iPhone 5 tenía 1 GB), que implicaría además un aumento del consumo de batería.

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